|12| La corona

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Habian sido unos dias muy duros para toda la familia Stark. Catherine que ya recordaba todo, se negaba a hablar con alguien que no fuese Lady Catelyn, que era la unica persona que rehusaba sus peticiones. ¿Como decirle que habian matado a una persona juntas?.

Su septa era de todo menos inocente, ¿pero eso era motivo para quitarle la vida?

Catelyn se repetía a si misma que si lo era, que era la septa o Catherine.

Y la respuesta estaba bastante clara.

Para Cath, ya no era la primera vez que veia morir a alguien. Ella misma habia matado gente, mas que nunca desde que llego a Invernalia. Los hombres que quisieron matarla y cuandp lucho codo con codo al lado de Jon, pero, obviamente, no le era algo agradable. Pensaba en las familias de aquellos e intentaba no pensar en como seria su muerte. Seria algo dulce, ya mayor en un castillo habiendo disfrutado sus años de juventud, o seria agrio, sintiendo como la vida se escapa entre sus dedos sin poder cumplir sus sueños, ver otros lugares, conocer mas gente.

Rezaba a cualquier Dios que escuchase que fuese la primera opción.

Alli en Invernalia no rezaban a los mismos dioses que en Desembarco, y sabia que Lady Catelyn habia renunciado a sus antiguas creencias por estas. Por que queria a Lord Stark; Porque amare a Robb, se repitio intentando convencerse a si misma.

Pero ella no sabia como era creer en algo, rezaba en Desembarco y no sentia nada. Habia visitado el arciano varias veces y todavia no sentia nada, quiza eso no era para ella pero cuando no queda nada a que aferrarse, parece que la religion siempre es lo mas fácil.

"Rezaba" por aquellas almas que habia arrebatado, para que tuviesen una mejor vida allá donde estuviesen, y que estuvieran en paz, a pesar de los horribles crimines que habian cometido.

Por su septa no rezaba, no se lo merecia, se habia llevado la poca esperanza que le quedaba.

Oia como alguien se le acercaba por detras y no tenia ganas ni de mirar para atras, asi que dio gracias a que Robb se puso de cuclillas enfrente de ella y tuvo la iniciativa de empezar la conversación.

—¿Ahora le rezas a los dioses antiguos?

Pero Catherine no respondia, habia preocupado a todos con su escene la otra noche y se sentia inservible, una niña que necesitase proteccion. Ella no era asi, todos lo sabían.

—Princesa, nos tienes preocupados, tan solo dime algo.

Habia seguido parado de echarle aquel frasco a Robb en su copa, no se sentia capaz de aquello.

Queria que alguien se diese cuenta de que lo unico que necesitaba era un abrazo, una caricia, no que nadie se preocupase, con aquello bastaba, eso era suficiente.

Y Robb alcanzo sus expectativas con creces, porque desde que se conocian no habian estado tan cerca uno del otro.

Catherine seguia mirando al suelo, pero si alzase la mirada veria los preciosos ojos azules del mayor de los Stark, que parecia brillar mas fuerte que nunca, un cumulo de sentimientos. Preocupación, empatia pero sobre todo pasion, porque lo unico que deseaba era probar esos labios que estaban morados por el frio.

Y asi lo hizo, tomo a la leona de la mejilla y junto sus labios en un beso suave, no se movian en absoluto, pero esa suficiente. No hacia falta decir nada, se habian transmitido todo.

Catherine sintio un poco de calor desde hace varios dias, y Robb por fin hizo lo que llevaba queriendo hacer tanto tiempo.

No era un beso de pelicula, era torpe, inexperto y quiza poco interesante, pero para ella habia significado un antes y un despues, y esperaba que para el tambien. Era el primero de ambos, asi que no sabian muy bien como seguir, el lobo se separo y se levanto.

Where the phoenix rises •Robb Stark•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora