eight

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-¡oh, míralos! ¡son tan lindos!

-como tú... -susurró.

la pareja de amigos se sentó en una de las lindas mesas de color blanco con decoraciones gatunas y esperaron que alguien los atendieran. mientras tanto, un pequeño gato de pelaje anaranjado se acercó al menor y se echó en su regazo esperando las caricias del humano las cuales no tardaron en llegar.

-¡bienvenidos a nuestro cat café! ¿qué desean ordenar?

-un té con dos purrr cupcakes y una limonada con una porción del fluffy cake de chocolate.

la mesera anotó todo en su pequeña libreta y se retiró del lugar para darle la orden a la cocina. hyunjin miraba con dos corazones en los ojos a jeongin quien solo jugaba con el pequeño felino.

-te gustan mucho los gatos, ¿no?

-vivo con minho como hace dos años y me ha pegado sus cosas así que sí. muchas personas dicen que los gatos son muy amargados, pero no las entiendo. los gatos son como masitas de pura ternura.

-oh y ¿por qué decidiste vivir con minho?

-nosotros somos de busan, pero decidimos venir a seúl juntos por la universidad. nos ayudan a pagarla, pero queremos independizarnos, es por eso que buscamos algún tipo de trabajo para que la señora lee y mis padres no se preocupen. por ahora vendemos sandías aprovechando el verano.

hyunjin estaba sorprendido. desde los quince años de edad, jeongin se alejó de su familia para interesarse en su futuro. era como una pequeña caja de sorpresas.

-aquí están sus pedidos, ¡que los disfruten!

-y bien, ya te he contado mi vida ¿qué tal la tuya? -dijo dándole un sorbo a su vaso de limonada.

-pues... vivo en un pequeño departamento para no incomodar a mis padres, tengo un perrito llamado kkami, me gusta mucho bailar y trabajo en una cafetería normal. nada interesante la verdad.

-y... ¿eres gay?

-¿qué?

-que si eres gay.

-uh, sí...

jeongin sonrió y volvió a cambiar drásticamente el tema con su color favorito o comida favorita del contrario.

hyunjin amaba la personalidad de jeongin, aunque era muy directo y no tenía miedo en decir lo que pensaba. eso era simplemente perfecto. hwang juraba que yang era el amor de su vida. también se dio cuenta lo mucho que el menor amaba las sandías. lo pudo notar por la case de su celular y la pequeña sandía que colgaba del objeto, además, su fondo de pantalla estaba lleno de sandías y luego pudo notar que tenía un collar con la pequeña fruta colgando de este.

se quedaron un rato más en el café jugando con los felinos, se tomaron varias fotos con y sin ellos y disfrutaron la compañía del otro. ya era hora de regresar y el mayor dejó a jeongin en su casa.

-me ha gustado salir contigo, hyunjin.

-a mi también, innie.

watermelon; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora