Capítulo III

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Capítulo 1: Conociendo a los internos. (Parte 3) 

•Interno «147» 
-Nombre: Jacob Pitts. 
-Enfermedad: Desorden Paranoico y Trastorno explosivo de la ira.

Play // http://www.youtube.com/watch?v=eA7uB2dgscE // 

~Audio 023~ 

―Momento de ponernos serios―

―Frank, tienes que saber que este paciente no es como los otros― murmuro Natasha algo preocupada― Me temo que acabes como Jeffrey, y de tu comportamiento anterior... ¡En que pensabas! 

― ¿Qué? ― solté una risa y la mire fijamente- Te refieres a como me comporte con ese tal C.C... 

―Si― apretó la mandíbula― ¿Qué sucedía por tu mente?

―Estaba en una epifanía― hice un gesto con la mano― Recordaba mi "Yo" de antes. 

― ¿Tu yo de antes? 

―Algún día te lo contare. 

Abrí la puerta ignorándola, sonreí para mí mismo y avance por el largo pasillo el cual traía poca iluminación. Me acerque a la puerta 147 y se escuchaban murmuros de esta. 
―Deja de seguirme... ¡Deja de seguirme! ― gritaba constantemente― Cuando me libere te voy a agarrar a golpes, maldito hijo de puta. Me oíste... ¡A golpes! No te rías esto no es gracioso, acaso tengo cara de payaso... 

Abrí lentamente la puerta y me asome para ver por qué él estaba gritando. Dejo de mirar a la ventana y se concentró en mí. Sonrió pero esta se esfumo rápidamente. 

―Cierra la puerta- dijo― ¡Rápido! 

―Vale― dije dudando- ¿Con quién hablabas? 

―Con ese tipo― señalo a la ventana con la barbilla― Lo ves. 

―Em... No. 

―Eres un idiota― Y ya venía con lo mismo. Es un enojón―Un mismísimo idiota. 

―Ya cálmate Pitts― dije― No estoy para tus dramas. Solo he venido a decirte de que te vamos a cambiar de celda. 

―Como sea. 

Volvió a mirar a la ventana y siguió discutiendo con aquella persona que él veía. Salí sin más que decir y camine mientras observaba a los otros internos. Este me parecía especial. 

-Kellin Quiin... Demencia.... 


Abrí la puerta y lo encontré dibujando en las paredes. Un dibujo de una sombra estaba en el suelo. Volteo a mirarme y vi algo que no tenía el más mínimo sentido... No tenía ojos. Solo eran cuentas vacías llenas de pus y sangre coagulada. Sonrió de lado y volvió a lo que estaba pintando. Era una mezcla de horror con felicidad. 


―Aún puedes oírme― le pregunte― Digo... Sigues escuchando. 

―Claro que si Frank― murmuro― Que te parece mi apariencia. Es muy hermosa, verdad. 

―Si claro... ― loco de mierda-pensé- Bueno... Te dejo...

―Ojala tus trastornos se alejen― murmuro― No eres el único loco aquí. 

Volvió a su pintura y sentí algo dentro de mí. Algo que creí que había muerto. Voltee a verlo y lo tire contra el suelo. Me posicione sobre el e incruste mis dedos en las cuencas vacías de sus ojos, agarre una barrila de metal que encontré y empecé a metérsela por la cuenca derecha, sus gritos de dolor fueron aplacados ya que le cosí la boca. La sangre estaba esparcida por todo el lugar. Tire la varilla por la ventana y salí del cuarto. 


― ¿Que mierda me acaba de suceder?


~Narra Jake~

Me sacaron de mi confortable celda para meterme en una donde la compartiría con alguien más. Me pusieron una máscara de cuero y me ataron a una camilla. Sonreí para mi miso y continúe mi tour, 

-Oh por dios no sabía que teníamos cafetería- exclame- Y que teníamos baños… Omaiga y vamos a pasar por el cuarto de las chicas... ¿Me puedo quedar?

-Ya cállate Pitts, o si no te vamos a arrojar al horno. 

-¿Tienen horno? 

-Bah... 


Seguí con mi unilateral conversación hasta que me metieron a un cuarto. Note la presencia de otra persona, la cual me miraba con ojos de lujuria. Puse cara de asco y voltee mientras miraba como una enfermera entraba y se me acercaba. 

―Solo vas a sentir un piquete.

―Quiero sentirte a ti nena― sonreí de lado― Te parece si me quitas esto y me dejas ver tu hermoso sujetador con encaje. 


Ella se cubrió en el acto y yo solo reí. El chico que estaba al final me miraba y no apartaba su mirada de mí. 


- ¡Hey!... Tú. ¿Quién eres?

― ¿Yo? ― dijo señalándose. 

―No... Quien más― mi voz adquirió un tono sarcástico.

―Soy Ashley Purdy, y tú. 

―Jake Pitts. 


― ¡Oh por dios! ― hizo un gesto melodramático y se rio― No puedo creer que este con el loco que mató a más de cien personas en una conferencia porque creyó que planeaban algo en su contra. 

―Y yo no puedo creer que este con aquel tipo que se folló a toda su familia para saciar su sed de sexo desenfrenado. 

―Estas con el mismo, Mr. Pitts. 

―Ojala no lo estuviera. 

Se me acerco y desato todas mis ataduras que me mantenían atado a la pared ―Y que te parecería si experimentamos...

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