Capítulo IV

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Capítulo 1: Conociendo a los internos. (Parte 4) 
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•Interno «669» 
-Nombre: Andrew Biersack 
-Enfermedad: Personalidad Múltiple y Borderline 

//Play: http://www.youtube.com/watch?v=PytsiiQxmTk&sns=fb // 

~Audio 1678-A~ 

No es momento para estupideces Simms— le grite mientras ella me observaba desde la esquina del cuarto 

— Nosotros no nos vamos a tomar esas mierdas de medicamento que tienes. 
— ¿Nosotros?— pregunto ella— Pero si solo te las tomas tu, cariño. 
—Sí, nosotros— dije— Alexandr y yo— murmure—Que acaso no lo ves, él ha convivido contigo durante dos años y aun no notas su presencia. 
—Andy... Cariño... Me asustas. 
— ¿Andy? Él no se encuentra, me presento, soy Alexandr. 
— ¿Eh? 

La rubia nos miraba con asombro y con horror. Di un le paso hacia ella y le sonreí— Que pasa cariño, acaso no me reconoces— a ella parecieron afectarles mis palabras. Corrió a abrazarme pero le incruste un cuchillo en el tórax— Lo lamento querida, pero no me vas a delatar, no eres nada ni nadie para delatar a mi amado Andrew. 

Deje yacer su inservible cuerpo y me di una larga y placentera ducha. Andrew nunca se enteraría de esto. 

—Ya era hora—dijo él. 
—Hora de que— pregunte. Sacudí mi cabeza y me di cuenta que estaba en la regadera— Alexandr, que has hecho. 
—Sal y averígualo tú mismo. 

Enrolle una toalla en mi cintura y salí con rumbo a la sala de estar. Encontré el cuerpo de mi prometida el cual yacía sobre la cama... Muerta. 

—Que has hecho Alexandr. 
—Que has hecho tú, Andrew... Acuérdate que… Yo solo ando en tú mente. 

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No lo soporto más, no más— decía constantemente. Tener a Alexandr es como tener un parasito. Golpee mi cabeza repetidas veces contra la pared, cuando comenzó a salir sangre de esta me detuve. Agarre un gorrito con motita y me lo puse. Salí del departamento rápidamente sin que nadie se diera cuenta. Me subí a mi motocicleta y conducí hasta el hospital más cercano. 

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—A ver si entiendo señor Biersack— dijo la pelirroja—Usted se quiere internar aquí. 
—Sí. 
— ¿Por qué?
—Si se lo cuento no me va a creer— ella me miro sorprendida—He matado a mi prometida y escucho voces en mi cabeza. 
—Solo eso—dijo ella y se rio. 
—Usted no entiende, maldita zorra hueca de los cojones—mi Borderline me estaba afectando, era momento de desquitarme—Quiere ver de lo que soy capaz— Salte sobre el escritorio, agarre un lapicero y se lo incruste en la yugular. La sangre salía a borbotones de este, agarre su rostro entre mis manos y le quebré el cuello—No, no soy Biersack, soy Alexandr. 

*** 


—Bien, Andrew o Alexandr, te vamos a confinar a esta celda— dije. Este tipo no se veía tan amenazante como los demás pero igual no bajaría la guardia— Tu compañero llegara dentro de poco. 
—No hay problema con eso— dijo— Solo decime algo... 
— ¿Qué cosa? 
— ¿La pelirroja termino bien? 
—Tú que crees— dije y reí— ¿Crees que termino bien después que le clavaste el lapicero en el cuello?

—Mis victimas siempre viven. 

*** 

—Vamos Biersack, mueve tu delgado y huesudo trasero de aquí— dijo Alexandr. 
—No quiero, no le voy a hacer daño a otra persona. 
—Vamos, no seas niña. 
—No, dije que no y no es no. 
—Eres un marica. 
—Cállate. 
—No soportas nada—dijo y rio. Quiero sacarlo de mi mente. El me hace daño, hace que haga daño a la gente a la cual amo. 

Unas sombras se empezaron a mover. 

—Joder tío—exclamo un chico—Acaso no te puedes callar. 
—Perdón—murmure— Soy Andy. 
—Y yo soy Jeremy Ferguson, para servirle— hizo una reverencia y nuestras miradas se conectaron. ¡A él lo había visto pero no es en donde! 
—Que haces tú aquí. Digo... ¿Por qué estás aquí?
—Problemas, y más problemas... Apenas puedo recordar mi nombre. 
— ¿Amnesia?—pregunte. 
—Tal vez. Bueno... Si no te molesta, me gustaría seguir durmiendo. 
—Lo lamento Jeremy.


*** 
Me rehusó a comer eso— dije. La enfermera me miraba con una cara triste. Dejo el plato de comida y salió de la habitación— Enfermera sin cerebro, se le olvido ponerle sal a las patatas fritas—refunfuñe. Tire el plato de comida y me senté en el catre al cual ellos llaman cama. 

—Así que... Katherine fue quien te atendió— voltee y era Jeremy. Me saludo con la mano y dirigió su mirada a mi plato— ¿Te lo vas a comer?— pregunto esperanzado. 
—Toma—nuestras manos rozaron y sentí un leve cosquilleo—Em, a las patatas le falta sal—dije. Él me sonrió y se tornó algo colorado, mire hacia la ventana que había allí y me puse a ver el estrellado cielo. 
—Esta hermoso, verdad—dijo él. Voltee a verlo y asentí. Se puso a mi costado y rozo sus dedos con los míos. Di un respingo y el soltó una risilla. 
—Si... Esta hermoso—dije y entrelace nuestras manos


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