SECRET || akabane karma

▌O1

GOT A SECRET, CAN YOU KEEP IT?

  A diferencia del momento en el que recién había hecho su primera aparición en aquel salón de clases, los estudiantes ahora se encontraban repartidos en distintos puntos de la sala, conversando en distintos grupos acerca de lo que podría haberle sucedido a su compañero de clase y presidente de curso de igual forma. No había ningún profesor dentro del aula, mientras que en el aula de al lado, el cual era el salón de ciencias, era ocupado como habitación de interrogatorios, donde en ese momento se encontraba el agente Hotchner con uno de los estudiantes pertenecientes al 3-A para conocer la última vez que vio a Gakushū.

  Murmullos, susurros y conversaciones en voz alta eran el bullicio dentro del aula. Un pequeño grupo conformado por tres personas, dos hombres y una chica, se acercaron al banco de su compañera de cabellos cortos castaños, donde fue un joven de cabello azul oscuro quien tocó su hombro para llamar su atención. La Mafuyu levantó su cabeza, la cual se encontraba recostada encima de sus brazos cruzados sobre su banco. Los tres hicieron una mueca para nada disimulada casi al mismo tiempo al percatarse del estado de la castaña, con sus ojos hinchados, con ojeras e inclusive un par de lágrimas secas rodeando sus brillantes ojos cafés. Aquellos tres adolescentes, eran el grupo de amigos de Mei, quien en esos momentos no quería hablar con nadie. Pero sus amigos estaban preocupados, por ella y por su novio.

  —Oye, Mafuyu —Tenko, quien había llamado su atención en primer lugar fue el encargado de hablar por sus otros dos amigos. Hizo un ademán para poder hablar nuevamente, donde estuvo a punto de preguntarle cómo se encontraba, pero no lo hizo y cerró la boca. Era demasiado tonto de su parte preguntarle eso, siendo que en su propio rostro tenía una expresión de querer matar a la primera persona que estuviese en frente suyo. Pasados unos segundos, donde recibió un suave golpe en la espalda de parte de Chika para que siguiera hablando, volvió a abrir la boca para hablar, pero fue interrumpido por la propia Mei.

  —No tengo ganas de hablar, chicos —ignorando totalmente la presencia de sus preocupados amigos, volvió a recostar su cabeza sobre sus brazos, restregando un poco su nariz contra la suave y gruesa tela de la sudadera gris que llevaba sobre la blusa del uniforme. Tenko se volvió hacia sus dos amigos, encogiendo levemente sus hombros, pidiendo algo de auxilio, ya que él era la persona menos indicada para tratar de hacerla hablar y que pudiese desahogar la preocupación que llevaba en su interior.

  —Mafuyu-chan, por favor, habla con nosotros —Daichi se acuclilló frente a su banco, y dirigió su mano hacia sus castaños cabellos, logrando solo rozar un poco su cabeza, puesto que rápidamente recibió un manotazo de parte de la fémina, quien realmente estaba muy ensimismada en querer aislarse de todo y todos. Sin embargo, Daichi no iba a detemerse ahí—. No puedes desquitarte con nosotros por algo que tampoco es nuestra culpa, ¿sabes? Al igual que tú, también estamos muy preocupados por Asano-kun, pero esto es algo que ya no está en nuestro rango de alcance.