Te recojo el viernes a las 8

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Josuke había pasado por una situación muy vergonzosa y reaccionó de una manera incluso peor, así que caminaba rápido hacia casa.
Realmente quería que le tragase la tierra,  pero sus pies fueron más rápidos; acababa de llegar a la entrada del hogar.

Saludó rápido a su madre, la cual quedó algo perpleja ante la actuación de su hijo.

-¿Ya volviste? Pensé que tardarías más bebé.- Tomoko trató de empezar una conversación, y ya que no se veía muy animado intentaba hablar con cariño, pero Josuke solo le contestó diciendo que sí con una sonrisa nerviosa para cerrar la puerta de su cuarto y tumbarse en la cama, habiéndose quitado los pantalones y chaqueta a desgana.

Se cubrió la cara con una almohada mientras hablaba para sí:

-Joder... ¿Por qué reaccioné así?¿se habrá enfadado?¿ Y si ahora piensa que me da miedo cuando es todo lo contrario? Agh...este hombre me volverá loco.

Tres horas más tarde dormía abrazado a la almohada que antes protegía su rostro, pero se despierta por el sonido de la puerta; Su madre esperaba la respuesta de Josuke para abrir.

-¿E-eh?Mmh... pasa, mamá.- Dijo el de ojos semicerrados, pensando qué podía ser tan importante como para despertarlo de un sueño en el cual Jotaro tenía su...aparición, digámoslo así.

-Oh, disculpa Josuke, no sabía que dormías. Bueno, es que ha llamado Jota-- y antes de que pudiese terminar de pronunciar su nombre, los anteriores ojos lilas llenos de sueño y con ganas de seguir en ese efímero paraíso, se abrían cuales platos.

-¿Jotaro? ¿Llamó? ¿Y qué dijo?- Se acomodó el pelo mientras preguntaba ansioso por respuestas.

-¿Qué mosca te ha picado?...En fin, preguntó si te encontrabas mejor, y no supe a qué se refería. ¿Pasó algo? Cuando llegaste a casa también reaccionaste extraño.- Tomoko posaba su delicada mano en el muslo de su hijo, se veía preocupada.

-Oh, perdona mamá...No, solo estoy muy cansado. Estudiar para las pruebas de biología me dejaó bastante cansado y además tuve el extra de dejarle a Jotaro un sándwich para agradecerle la ayuda. Pero gracias por preocuparte, en serio.- El más pequeño soba suavemente la mano de su madre, agradecido por el gesto.

Ya dispuesta para irse y después de darle un beso en la frente para verificar que no tenía fiebre, Tomoko se levanta pero se para en el marco de la puerta.

-Ah, se me olvidaba, también me dijo que vendría a buscarte el viernes a las 8pm. Y me voy a trabajar ya, que se me hace tarde, ¡sigue descansando Josu!

Ya habiendo cerrado la puerta de casa el menor sigue tal cual se quedó al escuchar las últimas palabras de su mamá; boquiabierto.

-Va a venir...a buscarme...después de haberme ido de su casa sin decir ni adiós? No entiendo a este hombre. Además, ¡tampoco es culpa mía! ¿Por qué me agarró de esa manera, tan de repente?...- Andaba dándole vueltas al tema, confuso por la decisión del mayor al querer venir a buscarle y dar por hecho que Higashikata diría que sí.
Prefirió no pensar en eso hasta que dicho viernes llegara.

A la mañana siguiente, se duchó y vistió con el uniforme de siempre, y agarró su amado peine para seguir su rutina de pelo diaria. Un poco de máscara de pestañas, un beso de despedida a su madre, y el joven Josuke salía por la puerta, manteniendo la tranquilidad.

De camino, se encuentra con Koichi y hablan como hacen de costumbre. Sin embargo, su amigo nota algo diferente en el comportamiento del más alto.

-Oye Josuke, ¿te ocurre algo? Puede que suene estúpido, pero siento tu aura diferente, como si estuvieras intranquilo...

-¿Eh? No, no es nada Koichi, solo estoy algo nervioso por la prueba de biología de hoy, están muy pesados haciendo tests...

Looking at the stars ☆ [Jotasuke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora