5 días han pasado desde que Josuke se había ido de aquella manera de casa de Jotaro. Cinco días que habían sido eternos para el adolescente; por su cabeza solo pasaban las imágenes del rostro de Jotaro mirándolo decepcionado, enfadado y triste.
¿Qué había hecho mal él? ¿Acaso pedir consejo a sus amigos era malo? Muchas preguntas llegaban a su cabeza mientras terminaba la tarea en su casa. Eran cercanas las 8.30pm, el cielo comenzaba a oscurecerse, otro largo día en el que no tenía ninguna noticia del adulto. Se limitó a ir al instituto ese día, ya que era lunes, a hacer tarea, y pasar algo de tiempo con su madre, lo cual le venía bastante bien, sin embargo, el pertinente pensamiento se adueñaba de su mente más a menudo de lo que le gustaría admitir:
Le echaba de menos.
No podía renegar de ello, era cierto; le extrañaba.
Los abrazos de ese hombre lo hacían sentir lleno, seguro de cualquier adversidad a la que pudiera enfrentarse. Tampoco podía negar que por las noches era complicado no pensar en esa mañana en la que se enredó en las sábanas con su mayor, jamás olvidaría la manera en la que el señor Kujo alteró sus sentidos y lo llevó al mismísimo cielo usando su aura natural y su cuerpo.
Cerró los ojos durante un momento imaginando aquel día, y un bulto se hizo presente en su corto pantalón de pijama. Su madre estaba trabajando aún, había avisado de que seguramente llegaría después de las 12 de la noche, así que decidió lidiar con el problema.
Así y con un bote de lubricante, papel higiénico y una erección razonable, comenzó a masturbarse. Los recuerdos de Jotaro haciéndolo suyo hacían de aquella experiencia deliciosa a la par que tormentosa; deseaba estar con el adulto ahora mismo, sentirlo dentro de él, gimiendo su nombre mientras este le repetía a quién pertenecía,...
Estaba a punto del clímax, cuando algo lo interrumpió, un sonoro aporreamiento de puerta llegó a sus oídos.
Su erección disminuía bastante poco a medida que bajaba hacia la entrada principal, donde preguntó antes de llegar a la puerta de quién se trataba, ya que como es obvio, no esperaba visitas. Y ahí estaba.
La persona a la que hasta escasos segundos le estaba dedicando su placer y disfrute; Jotaro Kujo.
-¿Josuke?- el nombrado había quedado en blanco y solo miraba en estático a el adulto.- ¿Estás ahí?- Jotaro sacudió su mano en el rostro del contrario.
-¿Q- qué hace aquí?- y automáticamente se dio cuenta de que su erección persistía en sus pantalones, con lo que trató de taparse.
Pero poco podía hacer, ya que sus pantalones eran bastante cortos y llevaba una camiseta de tirantes. Además, tenía el pelo al natural, con lo cual no tenía su peinado característico, con lo que el adolescente estaba muriéndose de la vergüenza.
-Perdón p-por la apariencia, no esperaba n-ninguna visita...De verdad lo lamento...- la cara del menor se volvía cada vez más roja.
-No es nada, esperaba que fuera una sorpresa, de hecho.- la vista que tenía Jotaro era idílica, no esperaba encontrarlo de esa manera, pero prefería no mantener demasiado contacto visual estando este así, o algo más que su ánimo se levantaría.- Rápido, vístete. Tienes que acompañarme.-
-¿Y q-qué le hace pensar que voy a acompañarlo a donde usted crea conveniente? ¿Recuerda nuestra última conversación acaso? - Los nervios se estaban apoderando del menor.
-Lo siento, pero si no lo haces tú lo voy a hacer yo, y tengo un sentido de la moda bastante diferente y pésimo en comparación al tuyo.-
-¿Debería tomar eso como una amenaza?-
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Looking at the stars ☆ [Jotasuke]
FanfictionJotaro sigue haciendo vida en Morioh a pesar de que hagan meses desde que Kira no merodea por el lugar, pero cree tener una buena razón para hacerlo, aunque solo sean corazonadas. Este fic tiene contenido s3xual, por si a alguien se le hace un prob...