SOUL MATES;;- Regulus Black

Estrellas y Quidditch

Regulus se había pensado en unir al equipo de Quidditch hacía unas pocas semanas, y la verdad, por fin sentía que sería reconocido más allá que por ser el hermano menor de un torbellino como Sirius.

Jugaba realmente bien al Quidditch, y el propio capitán tenía problemas para disimular lo impresionado que estaba de que Regulus jugase tan bien.

Juraría que hasta el propio Sirius le había sonreído levemente tras ver como volaba en las pruebas, incluso si se había esforzado en mantener la mirada sería e incluso rodar los ojos, se sentía un poco feliz. Solo un poco.

Claro que la esfera de calidez no había durado mucho. James Potter había aparecido de la nada, le había pasado su asquerosa mano por sus cabellos rizados y le había despeinado completamente mientras le felicitaba en tono algo sarcástico, aunque en el fondo quería pensar que les había impresionado tanto como a su capitán.

Buen trabajo, Mini Sirius.

Sintió ganas de freirlo a maldiciones ahí mismo, en el campo de juego, más aún cuando tanto su hermano como el mismo Potter comenzaron a reír a carcajada limpia por el estúpido apodo que el de gafas le llevaba poniendo desde primer año.

Sabía que a Sirius le encantaba molestarlo, pero por mucho que intentase odiar a su hermano, no podía. De nuevo se quedó mirando con aire resentido como ambos chicos se iban dándole la espalda mientras hablaban y reían de sus cosas.

Regulus solamente podía sentir celos de James Potter. Desde su primer año ya le caía mal, pues era esa clase de mala influencia que había hecho que su hermano acabase multiplicando su rebeldía por mil. También envidiaba su amistad, él jamás había tenido un amigo con el que tuviese tanta confianza, ni remotamente. Aunque, sobre todo, Regulus se sentía desplazado.

Antes solo eran ellos dos, y cuando Sirius se fue de casa ese mismo verano, fue demasiado duro para Regulus comprobar que James Potter había tomado su lugar: era el nuevo hermano de Sirius.

¿Para qué iba a querer un hermano como él cuando ahora tenía una familia que sí lo quería y un hermano igual de revoltoso que él? Sonaba ridículo.

Sin darse cuenta, se habia quedado con la mirada perdida en el suelo, y cuando levantó sus ojos grises hacia delante, ya no había apenas nadie allí.

Sintió unas manos abrazarlo por detrás, haciendo que diera un pequeño salto. Cuando se giró lentamente, se encontró con Rowan, que le sonrió radiamtemente.

—¡Aquí estas! Lo has hecho genial Reg, vamos a ganar todos los partidos gracias a ti.

La felicidad y confianza que irradiaba la chica le hizo sonreír un poco, asintió levemente lo más seguro que pudo y comenzó a caminar junto con ella dirección a los vestuarios.

—¿Tú crees que seré mejor que James Potter?

Preguntó de repente mirando fijamente hacia delante, casi arrastrando los pies. Ella simplemente lo miró alzando una ceja.

—¿Mejor que James Potter? Yo creo que le darías mil y una vueltas.

Dijo sonriente y ambos rieron. Rowan sabía lo mucho que Regulus ansiaba destacar en el Quidditch, y aunque ella no entendía mucho de ese deporte, trató de animar al joven.

—Yo no sé volar en escoba, ¿sabes? Cuando tenía cinco años traté de subirme a una escoba y me caí provocándome una herida de la cual aún tengo cicatriz.

—¿Trauma de la infancia?

—Pues de hecho sí. Recuerdo que mi madre se enojó porque "las señoritas no deben jugar a deportes violentos como el Quidditch". Supongo que desarrollé cierto miedo.