1-Me metí en un lío.

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La habitación era algo amplia y acogedora. Sus paredes eran todas blancas y en una esquina había una mesita pequeña con un florero arriba y flores, verdaderamente, hermosas. Ambientaban el lugar. En.verdad.era.fabuloso.

Frente a la puerta, en la pared opuesta, se observaba un estante de madera, vacío. Supuse que ahí irían mis libros con los cuál estudié estos últimos cuatro años. 

En las paredes restantes habían dos estantes mas, uno en cada pared. En verdad, los admiraba.

En el medio de la habitación no había nada más que  una gigantesca alfombra roja. El piso era de madera. 

-Aún.más.fabuloso- Me dije a mi misma. Me encontraba hablando sola, todo mi alrededor en verdad era genial. 

El día empezó genial, fabuloso, hasta podría decir que perfecto.

Mamá y yo ayudabamos a el flete a bajar las cosas; mis libros, mi escritorio, mis muebles etc...

La señora Gloids, una mujer regordeta amiga de mamá, era diseñadora y a la vez hacía trabajos en marcos y pinturas y todo eso... entonces diseñó para mi un pequeño cuadro de mármol que tallaban una letras bastantes gruesas; "CONSULTORIO WATSON". 

Me encontré colgándolo al lado de la puerta de dicho consultorio. Trataba de ponerlo, parada de puntillas, ya que mi altura no era lo suficientemente justa para llegar a donde quería ponerlo. 

Traté de saltar para poder llegar y colocarlo, pero cuando flexioné las rodillas para elevarme y tratar de colocarlo caí empujando a uno de los hombres que ayudaba a mamá a bajar las cosas, haciendo caer todo lo que llevaba hacia adentro. Era una caja enorme.

Lo quedé mirando como una tonta. Era un apuesto chico de ojos celestes, parecía tener mi misma edad. Medía cerca del metro ochenta. Era musculoso y atractivo

Cuando me levanté vi todos mis libros tirados en el piso, y al pobre hombre debajo de ellos.

-Lo lamento muchísimo- Pude decirle, un poco roburizada.- Lo ayudaré a pararse- Extendí mis dos brazos para tratar de levantarlo, dejando caer todos los libros que tenía él encima. Pero lo único que logré fue caerme devuelta ensima de él, dejando que se me levantara, sin querer, la falda que traía puesta y dejando a la vista de todos mi ropa interior.

Me ruboricé aún más. 

Estaba claro.

Me metí en un lío. 

Lo miré a los ojos e inmediatamente me ruboricé:

-¡Hay no! ¡Lo siento muchísimo!- Vi que en su remera había un bordado que indicaba su nombre "Laros Gentile"- Laros. 

-No, no. No es su culpa señorita- se detubo al ver mi nombre en la placa- Matson

-Catrina, mi nombre es Catrina, Catrina Watson.

Me hpnoticé en sus ojos, cuando en un momento escuché a mamá decir:

-¡Hija! ¡Catrina! ¡tus pantaletas! ¡levantate del suelo! ¡se te ve todo!

-Oh, oh. 

Me levanté de repente y acomodé mi falda.

-¿Que... que hacias arriba de este muchacho tan...- se detubo para mirarlo de pies a cabeza- ...tan guapo?

-¡Mamá! Sólo tropecé.Y caí sin quererlo encima de él.

Mamá ayudó a Laros a levantarse.

-Un gusto, Laros.

-Igualmente...-esperó a averigüar su nombre.

-Elena- respondí por mamá- Elena Zampini.

-Entonces, un gusto Elena, Elena Zampini.

-Puedes decirme Ele o Elena, como  se te sea mejor, caiño.

-¡Mamá deja de coquetear! Podría ser tu hijo. Esta obvio que le llevas más de veinte años- Le dije entre dientes, evitando que él oíga.

-Recuerda que soy libre, puedo coquetear con el que se me de la gana.

-¿Y papá qué? ¿Deseas olvidarlo así porque si?

-Aaaaahg. ¡No me hables del descarado de tu padre! 

-¡Mamá!- La regañé.

-¡Tu padre nos abandonó! Catrina. Es parte del pasado para mí.

-El echo de que nos abandonara no significa que deja de ser mi padre, mamá.

-No, claro que no, sólo te estoy diciendo que no pertenece más a mi vida amorosa. Para mi ya está muerto.

Una gota gruesa, muy gruesa, salió de mi ojo derecho, luego del izquierdo, y así unas cinco gotas más salieron.

-Ca... Catrina... catri lo siento, me probocaste, sabes que permanezco muy enojada con él.

-Para mí no está muerto, mamá. Comprendo que estés muy enojada con él, pero él, muerto no está.- Dije con un tono muy enojado, mientras me secaba las lágrimas.

Terminé enamorada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora