Capítulo 1. Teke-Teke

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Akira se encontraba en su instituto, era la última clase del día y, a pesar de sus intentos no podía prestar atención ni al profesor ni a su explicación.

-¿Por qué no puede pasarme nada interesante?- Pensaba ella mientras miraba a una pareja de ruiseñores que se habían posado en una de las ramas del cerezo que había frente a su clase.

Si bien Akira era conocida en su clase por sus buenas notas y ser una persona servicial carecía de amigos. Por culpa de las chicas más populares, que habían extendido el rumor de que ella trabajaba como chica de compañía, alejando así la posibilidad de que alguien se acercara. Tampoco tenía familiares con los que contar, casi nunca estaban en casa, prácticamente vivía sola. Si algo le pasara nadie lo sabría.

Riiiinnnnggg

Sonó la campana indicando el final de la clase. Mientras todos sus compañeros se retiraban Akira iba al cuarto de la limpieza, pues era tu turno de limpiar la clase y, como de costumbre, el compañero que tenía que ayudarla se había ido a casa. Mientras volvía a clase con los productos de limpieza podía escuchar como las demás alumnas de su clase se reían de ella a causa del maldito rumor.

- Pobre Kira, tiene que quedarse a limpiar sola otra vez- Dijo una compañera mientras se aguantaba la risa.

-Tendrá pocos clientes esta tarde- Dijo en voz alta otra compañera con un claro tono de burla.

Ese y otros más eran los comentarios de las chicas que Kira tenía que aguantar a diario. Estaba harta, no sabía por cuanto tiempo podría seguir aguantando todo esto. Lo que más le asustaba es que el rumor se extendiera fuera del instituto. Entonces sería su fin.

- Daría lo que fuera porque todo esto acabara- Pensaba constantemente. lo que ella no sabía es que esta noche todo esto se acabaría para ella.

...

A las ocho de la tarde, Akira ya había terminado de limpiar la clase. Nada más salir del colegio pudo ver que ya era de noche y que no había nadie por la calle, por lo que se dispuso a ir rápido a su casa. Tras cruzar varias calles pudo divisar la estación de tren y suspirar con alivio, pues el tren de las 20:10 aún no había llegado. Akira aceleró el paso y entró en la estación para coger el tren de las 20:15. Cuando ya había comprado el billete el tren acababa de llegar.

- Al fin. Hora de ir a casa- Dijo Kira aliviada. Pues volver a casa significaba esconderse del mundo y olvidar por unas horas el rumor que circulaba en su colegio.

Sin perder tiempo, subió al tren. Tras cinco minutos de espera este se puso en marcha. Mientras miraba por la ventana pudo apreciar que ya era noche cerrada, lo cual no le gustaba. Pues significaba que tendría que usar la linterna del móvil para poder andar por la calle, dado que su casa se encontraba en una calle sin farolas. Mientras pensaba en los problemas que podría tener por llegar a casa en esas condiciones escuchó algo.

tsk tsk tsk tsk tsk ...

Kira se asustó, miró por la ventana del tren y por unos segundos le pareció ver una figura que se arrastraba por el suelo a una velocidad sobrehumana. Tenía un mal presentimiento.

...

Ya eran casi las 20:45, el tren había llegado a la estación. Kira se había bajado y hacía el camino de vuelta a casa. En el momento que se había alejado de la estación dejó de oír aquel sonido que le ponía los pelos de punta. Aunque se sentía a salvo lejos de la estación aún seguía teniendo un mal presentimiento. Solo faltaban unos pocos metros para llegar a su casa cuando se encontró con el camino cortado por obras en la entrada a la calle de su casa.

-No, no puede ser. Se supone que la obra estaría acabada esta mañana- Kira estaba asustada. Si la calle estaba cortada significaba que tendría que pasar por el paso a nivel que hay cerca de la entrada de su vecindario. A ella no le gustaba no porque a esas horas pasasen muchos trenes y la barrera de seguridad estuviera rota. Sino porque hace cinco años una estudiante de su instituto murió arroyada por un tren mientras huía de las chicas que la acosaban.

A pesar de haber pasado los años ella aún recordaba el suceso a la perfección:

 "Era en una noche cerrada como esta y las chicas populares de último curso estaban persiguiendo a su compañera de clase (la más introvertida del instituto). Mientras la pobre chica huía llegó al paso a nivel y su pie quedó enganchado en uno de los raíles "móviles" para que los trenes hicieran el cambio de raíl. A pesar de sus intentos la chica no conseguía desenganchar su pie. En ese mismo momento pudo oír como un tren se acercaba a toda velocidad, estaba muy asustada. Cuando el tren llegó al paso a nivel un grito desgarrador se escuchó en el lugar . Cuando las otras estudiantes llegaron encontraron el cuerpo de la joven partido por la mitad y con una expresión que mostraba odio y dolor."

A pesar del miedo que provocaba aquel suceso en todo su ser, a Kira no le quedaba otra alternativa. Se armó de valor y ando hasta el paso a nivel. Una vez allí respiró hondo y se dispuso a cruzar, cuando ya llevaba la mitad del paso escuchó mismo ruido que en el tren, pero más claro.

tsk tsk tsk tsk teke teke teke teke ...

Sintió un escalofrío. El sonido se oía cada vez más cerca.

teke teke teke teKe TEKE TEKE TEKE TEKE TEKE TEKE

Lo último que sus ojos vieron al darse la vuelta fue a la chica que murió en aquel paso a nivel, sin piernas, mirándola fijamente con sus ojos inyectados en sangre. En un segundo se abalanzó sobre ella y, con sus manos, la partió por la mitad. Al día siguiente los vecinos encontraron el cuerpo sesgado de Kira Yagami, con una mirada que denotaba el terror que vivió en sus últimos segundos de vida.

Cuando la policía comenzó a investigar recogieron la misma declaración de los vecinos que vivían más cerca del paso a nivel: la noche de la muerte de Kira no pasó ningún tren, pero todos escucharon el mismo sonido, el cual era: teke teke.

Japón negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora