La mañana de la cosecha estaba tibia. Ni mucho frío ni mucho calor. El clima usual de mi Distrito.
Aun no ha amanecido, el cielo esta gris.
Salgo afuera a respirar un aire menos viciado. Me siento en el pasto del jardín de casa. Suspiro. Dejo la taza a punto de vaciarse a mi lado.
Son las 5a.m y no he dormido nada.
No se me da bien dormir desde que tengo uso de razón. Este mundo tenebroso atormenta mi bienestar y pensar no permite a mi cerebro apagarse ni 6 horas seguidas, lo máximo que duermo al día son 5 horas.
Cuando acabo mi té el sol amenaza con asomarse en medio de las nubes. Lo miró y pienso “quieres alegrar un día imposible” y me río entre dientes de mi misma.
Al entrar a mi casa observo a mi madre, quien prepara el desayuno con lentitud.
-Buenos días- me saluda sonriendo. Sé que ha estado llorando, tiene los ojos rojos.
-Buenos días- contesto y subo a ducharme.
Cuando salgo ya es momento de partir. Aguardo en el umbral de la puerta por mi madre y mi hermana, mi abuelo también vendrá.
No se me da llorar, pero en realidad no tengo estomago para esto.
Los veo salir y volteo, observo como en las demás casas las puertas se abren y la gente comienza su caminata hasta la avenida principal donde se realiza la cosecha de todos los años.
Mi abuelo llega hasta mi, me dedica una sonrisa cálida en la que me expresa todo sin la necesidad de hablar.
Noto como se me nubla la vista, y cuando me abraza por los hombros miro hacia abajo. Si me observa llorar me abrazará del todo y entonces estaré perdida.
Mi abuelo y mi hermana siempre han sido mis puntos mas débiles. Con mi madre hay poca comunicación desde el accidente de mi padre en una de las fabricas de la ciudad. Nunca lo ha superado del todo. No la culpo, es un mundo muy solitario.
Mi abuelo ha sido quien me ha instruido desde que tengo la edad suficiente para saber la realidad del mundo en el que vivimos.
Hace dos años una tarde, nos trajo a mí y a Tracey un aparato en forma de caja aplanada, polvorienta y plateada.
-¿Qué es eso abuelo?-preguntó mi hermanita haciendo una mueca de asco ante el deplorable estado de aquel aparato.
-Un reproductor de películas Tracey-le explicó- aunque algo viejo, no lo sé si funcionará. Tengo que examinarlo.
Al cabo de dos días, el abuelo conecto el aparato a la tele y puso un CD dentro. La primer película que vimos fue “Coraline y la cámara secreta” una película animada que si no mal recuerdo mi abuelo mencionó, fue estrenada cien años atrás. A Tracey por supuesto le encantó.
Caminamos bajo el cielo que por momentos da calor. Cuando llegamos a la avenida y debo separarme de mi familia para formarme miro entonces a aquel hombre que me ha acompañado siempre como un padre.
Sus ojos cansados permiten ver que tan lejos ha llegado en la vida. No es mas que un luchador.
-Lana- comienza y mi estomago se escurre como un trozo de tela- no los dejes pasarte por encima- me habla con toda la seriedad del mundo.
Yo solo asiento. Y me translado a aquella tarde de verano hace diez años. Yo tenia ocho.
-Abuelo ¿Por qué existen los Juegos?
Él suspira, un suspiro diez años mas joven y mirando fijamente al horizonte habla:
-Porque existió una rebelión. Una rebelión que tuvo suficientes razones, pero no suficiente poder.
ESTÁS LEYENDO
𝟱𝘀𝗲𝗰𝘀 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗵𝘂𝗻𝗴𝗲𝗿 𝗴𝗮𝗺𝗲𝘀 [not completed]
Ciencia FicciónAdaptación de "The Hunger Games" novela escrita por Suzanne Collins, incluyendo a 5 Seconds of Summer. -No apta para fans susceptibles.