¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Éso crees? ¿Me crees de ésa clase?—Pregunté sin retirar mi agarre de su pálido brazo.
Su mirada parecía inquieta sobre mí, en sus ojos se reflejaba una pequeña porción de tristeza pero la furia parecía absorber lo poco que había de ella. Ésta situación calaba en lo profundo de mi corazón.
—Hoseok, ¿Qué es lo que hiciste? —Detonó refiriéndose a un todo abstracto.
Sentía el ardor en mis ojos esperando por expulsar las lágrimas retenidas que me veía forzado a retener.
—Jimin, basta. —Pedí respirando de manera irregular.
No desnudaría mi dignidad ante él de ésta forma, no en ésta situación. Prometí jamás volver a pasar por ello, pero ésto estaba desesperandome, sentía miedo de que todo lo vivido en el pasado se repitiera.
—Tú-...
pum.
El estruendo de una puerta de coche siendo cerrada cortó lo que Jimin estaba a punto de decir.
El contrario miraba por sobre mi hombro derecho con completo enojo mientras cerraba sus manos en puños.
—Ho.
El aire se escapó de mis pulmones por un segundo, mis piernas parecieron perder estabilidad y mi cuerpo se tensionó logrando quedar estático.
Ésa voz.
Giré mi cabeza hacia la tercera voz y retení nuevamente el aire.
Yoongi estaba allí, parado a un lado de su auto mientras le daba una calada a su cigarrillo mentolado, metiendo una de sus manos a su bolsillo.
Su mirada se alineó con la mía, mi respiración se fué por su cuenta una segunda vez, sin embargo; un aroma, el aroma tan peculiar que solía traer impregnado mi novio, me inundó por completo; jimin siempre me traía a la realidad.
Giré mi cabeza ésta vez hacía él y éste notó mi titubeo.
Sonrío ladino mirándome con aquellos opacos ojos. Su mirada no tenía brillo alguno pero su sonrisa estaba retandome.
—¿Qué está ocurriendo? —Me dirigí al recién llegado. La confusión me tenía a flor de piel.
Ambos chicos estaban aquí. ¿Cómo Yoongi nos encontró?
—Hmm, ¿Por qué no se lo preguntas a tu novio? O tal vez —se aproximó dos pasos—, amigo.
Volví mi vista de Yoongi a Jimin, quien se notaba sumamente molesto.
—Métete en tus asuntos, Suga. Aún no he terminado con él.
Mi corazón dolió, solté el agarre que aún mantenía firme desde el comienzo en su brazo.
Quise retroceder pero fué él mismo quien me detuvo en ésta ocasión.
—No te preocupes, Hoseok. No me refiero a ése terminar. —Aclaró tras al parecer, haber visto mi expresión de angustia.
Él era honesto y aunque su apariencia pareciera de enojo, todavía estaba ésa tristeza y preocupación en su mirada.
—Desagradable —Miré a Yoongi ansioso y cohibido—. Ho, éste chico dice no terminar contigo pero es conciente de las muchas peleas que han tenido éstos últimos 6 meses. ¿Aún piensas que ésta relación puede avanzar? —Dió la última calada y tiró su cigarrillo al suelo para luego pisarlo.
Él no había cambiado absolutamente nada.
Suspiré mareado y miré a Jimin desesperado por un milagro que me sacara de todo ésto.
—Jimin. —Llamé.
—Hoseok, vámonos de aquí. —Se giró intentando llevarme con él.
Me planté en mi lugar con la mirada baja.
Él se giró confuso.
—Hoseok, ¿Qué esperas?
Una pequeña risa maliciosa se escuchó detrás de mí.
—Yo-...
—No tengo tiempo para ésto, andando. —Tomó nuevamente mi brazo y me llevó con él.
Fueron cuatro pasos adelante y volví a plantarme.
—¿Qué crees que haces, Hoseok? —Jimin se giró en su lugar a observarme molesto— ¿Qué te sucede?
—¿No es obvio? Su respuesta es más que clara.
Yoongi sonaba como un completo meloso disfrutando de cada sílaba pronunciada.
No quería que ésto terminara así entre los tres.
—Cállate. Hoseok, dime qué es lo que sucede. —Acarició mi brazo sostenido.
Levanté la mirada hacia él e intenté calmar mi nerviosismo. No tenía absoluta idea de lo que quería hacer, no me comprendía; ¿Por qué no puedo irme? ¿Por qué no dejar a Yoongi atrás y caminar hacia adelante con Jimin? Yoongi está en el pasado, un pasado oscuro que debe ser olvidado, pero en el fondo, quiero arreglar todo ésto y acabarlo en buenos términos a pesar de toda la basura acumulada por el pelinegro.
—Ho, ven conmigo. —La voz de Suga, su voz sonaba como un susurro dulce y atrayente.
Mi corazón comenzó a ejercer presión en mi pecho.
—Suga, cierra la maldita boca, deja de dirigirte a mi novio.
Mi novio.
Mi corazón se calmó y pude concentrarme en Jimin.
Ésto es grave, es injusto para Jimin.
—¿Vas a culparme de lo que le ocurre? Mira cuan confundido está con unas simples palabras mías. —Su amarga risa retumbó en mis oídos.
Lo último que escuché, fué la puerta de su auto siendo cerrada y las llantas de su vehículo derrapando en el pavimento.
Se fué.
Me encogí con ansiedad en mi lugar, rogando el no llorar en éste momento delante suyo.
—Tranquilo, Hoseok. Todo va a estar bien. —Sus cálidos brazos me rodearon con fuerza.
Correspondí al instante sintiéndome preocupado por lo sucedido.
Aunque Jimin me apoyara emocionalmente en éste momento, aún teníamos una seria charla pendiente sobre nuestra pelea.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
