per tu putit ✦.ꜜ叛逆 ᴊɪʜᴏᴘᴇ

⊹ ִֶָ 6

dos semanas después.

—Hoseok, ven.

Luego de finalizar las clases, Jungkook tenía en mente hablar sobre su reciente recopilación de información referente a lo que habíamos escuchado aquél día en el restaurante.

Ambos caminábamos apresurados hacia las afueras del establecimiento, no teníamos que demorar demasiado; pronto debía volver a casa y Jungkook reunirse con sus amigos.

—Apresurate, aquí estamos bien, no hay nadie cerca. —Nos detuvimos a un lado del árbol en el patio delantero.

—Seré directo, ése imbécil está en la observación de los oficiales. Minho es un estafador y por lo tanto, cada trabajo que ha realizado, terminó por ser un fraude.

—Joder. —Me quejé soltando un notable suspiro.

¿En qué se había metido Jimin con ésa clase de gente? ¿En qué estaba pensando?

—Hyung, escucha. Sea lo que sea que Jimin intente concordar con ésa persona, terminará mal. Jimin no podría ser tan estúpido, posiblemente lo sabe; debes hablar con él y advertirle, ésas personas sólo pueden ver por sí mismas y su propio beneficio ¿De acuerdo? —Colocó su mano en mi hombro y apretó.

Asentí y tiré mi cabello hacía atrás.

Problemas y más problemas.
Comenzaba a creer que desde que Jimin entró a la industria de su tío, las cosas comenzaron a joderse muy lentamente. ¿Por qué había cambiado tanto? ¿Algo lo había molestado? ¿Se había cansado?

Las ideas se acumulaban, sólo quería que éstas inseguridades cesaran y ser felices de nuevo, lo ansiaba, lo necesitaba.

—Hobi, ¿Qué hiciste hoy? ¿Cómo fué tu día? —Jimin rodeó mi cintura desde atrás y me sostuvo con fuerza contra la mesada.

Tragué en seco, estaba nervioso aún por lo que Jungkook había averiguado.

—Vamos, sabes que mis días son iguales, nada relevante ocurrió hoy excepto por Choi y sus exámenes sorpresas. —Me quejé recordando lo mal que me fué en el test.

—Oh, ya veo. Entonces, ¿No hiciste nada más?

Confuso negué y sonreí continuando en mi labor de cortar las frutillas en partes pequeñas.

—¿Esperabas algo más? —Reí codeando suavemente al contrario.

—En realidad no. De hecho —Sentí una de sus manos abandonar mí cintura y acariciar mi brazo delicadamente desde el hombro hasta mi muñeca—, esperaba ésa respuesta. —Finalizó rodeando mi mano con la suya provocando que soltara el afilado utensilio.

Me estremecí.

Sus dedos tanteaban mi piel cual aguja, mi sangre se congelaba, la diversión en su tararear me paralizaba; me sentía inquieto con él tras de mí.

De repente algunos recuerdos parecían rasgar mi mente.

—Jimin, creo que necesito hacer una llamada. Vuelvo enseguida. —Hablé luego de empujar brevemente al contrario.

La respiraión me faltó por un segundo, de repente su presencia me sofocaba; no podía permanecer un segundo más allí con aquél recuerdo merodeando por mi cabeza, no estaba bien.
No quería que ésas memorias volvieran a mí, había cerrado el ciclo hacía mucho tiempo con Suga.
¿Entonces por qué algunas cosas me siguen recordando a él?

—Hobi, oye. —Me llamó.

¿Por cuánto tiempo iba a soportar sus mentiras, su actuar tan raro? Tenía tantas cosas por decir que cuando llegaba el momento, sólo quedaba en blanco.
Ahora hasta incluso mis recuerdos me hacían una mala jugada, las cosas me estaban superando y se salían de control.

¿Estaba al límite?

—Hobi, ¿Qué ocurre? Dime qué sucedió.

Por favor, Jimin. Ésto es injusto para ti, lo siento.

—Hoseok. —Volvió a llamarme con seriedad.

—¡Hoseok, ven aquí! —Exclamó cazando con su mano mi cabello y jalandome contra él, sus ojos eran aterradores.

—¡Jimin, no me sigas! —Exclamé girandome y enfrentando a Jimin.

Éste se veía preocupado, ¿Por qué? Éstos meses recogiamos más peleas que buenos momentos, incluso dudaba de nuestra actual relación; ¿De verdad sentía algo por mí? ¿Realmente estaba preocupado?

Todo ésto, todas éstas dudas y toda éstas inseguridades, tenían un nombre.

Minho.

Voy a acabar con él, voy a terminar con el problema por mi propia cuenta.