Querido diario:
Anoche después de que escribí tuvimos la reunión del equipo de niños, con otra chica somos las encargadas y a la actividad vamos 11 misioneros.
Teníamos que reunirnos para hablar lo que íbamos a hacer hoy, así que con ella nos pusimos a llamar a los 9 que faltaban, recién el día anterior había conocido a varios, pero ya me sabía los nombres de todos los que estaban en la actividad conmigo, así que cuando me cruce a Simón me animé a hablarle.
-Simón en 5 minutos reunión de niños!!
Estoy casi segura que se sorprendió, por saberme su nombre, que estaba en niños y hablarle con tanta naturalidad. Aunque admito que estaba re nerviosa de hacerlo y él solo me respondió que en un rato iba, mi cabeza siguió pensando si estaba bien lo que hice, pero estoy intentando no pensar tanto en eso.
La reunión salió todo bien e hice todo lo posible para imaginar que él no estaba ahí o que su presencia me era indiferente, casi sin mirarlo, por si acaso.
La actividad se trata de ir a pasar tiempo a un barrio humilde y darles cariño y diversión a los chicos.
Hoy con los niños, Simón y yo nos llevamos un poco mejor, no compartimos tantas palabras, pero si esas miradas, sonrisas y compañía.
Aunque lo que más me llamó la atención es que él se había quedado charlando la noche anterior con su amiga y me propuso que me sume con ellos esta noche, no estoy tan segura de que la chica quiera eso, pero supongo que es más fácil decirme de pasar tiempo juntos así, osea fue un comentario a la pasada, pero que me gustó mucho la idea, aunque no estoy segura de que luego se dé ese momento, todavía no me animo a recordarle esa charla que me debe.
Pero después lo único que puedo decir es que me siento algo trabada, con la confianza o las ganas de compartir de verdad con los demás, es como si tuviera una barrera que me frena a pensar más en profundidad y si lo hablo con alguien es todavía peor, porque tendría que admitirlo, espero que pueda sentirme cómoda con los demás y conmigo misma como para serme sincera.
Y el plus del día es que los bichos me atacan, siempre me pasó lo mismo y estos días no van a ser la excepción. Igual viendo el lado positivo cuando le cuento a los demás nos reímos juntos y sirve para sacar tema de conversación hasta con los chicos que no me llevo.
Cande
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¿Y qué nos falta?
RomanceCande es una joven de 18 años, enamoradiza y con muchos sentimientos y emociones escondidas. Toda su vida había soñado con su príncipe azul, pero sólo unos pocos sapos habían querido besarla. Lista para darse por vencida en el amor, conoció a Simón...