Capítulo 3 - Nuevos amigos

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Las personas que estaban en la mesa de Yoongi formaron una mueca en sus rostros, sus ojos reconociendo el dibujo de un pene en la hoja que Jackson le había dado.

Yoongi notó de inmediato las miradas acusadoras y apretó sus labios, las puntas de sus dedos clavándose en sus palmas para evitar la ansiedad. Incluso sus dedos estaban lastimados y sus uñas demasiado pequeñas, producto de sus constantes mordisqueos.

Yoongi sabía que lo rechazaban, lo percibía en las expresiones de todo aquel que lo rodeaba, de hecho esa fué la razón por la que su esposo lo había dejado. No soportaba los comentarios de la gente y la burla que recibía por estar con Yoongi.

Su corazón latió con fuerza y escondió su nerviosismo en su ira y mal carácter. —Ahora entiendo porqué se divorciaron de ustedes, montón de putos.—Gruñó

—Yoongi.—Advirtió Jackson. Los murmullos y las miradas de los compañeros que estaban sentados en otras mesas, fueron aumentando de volumen y acumulándose como un enjambre de mosquitos.

—No queremos trabajar con él.
—Espetó la mujer a su lado.

—Sí, que se vaya.—Añadió él otro.

Jackson suspiró y observó las otras mesas con intensión de cambiar a Yoongi de grupo. Sin embargo, él escritor notó las miradas de los demás, como ignoraban la mirada de Jackson como si con esa acción dejarán en claro que no lo querían cerca.

Sus nudillos se tornaron blancos por la fuerza con la que apretaba el lápiz entre sus dedos mientras los murmullos no cesaban. Seokjin observó con una mueca a los demás y decidió que eran una porquería.

—Puede hacerse con nosotros.
—Avisó Seokjin. Jackson exhaló como si hubiera estado esperando una guerra en medio de la reunión.

Yoongi lo observó de inmediato y Jungkook se levantó, se acercó y comenzó a recoger las cosas de Yoongi, pasándolas en silencio a la mesa en la que ellos se encontraban.

Yoongi apretó el lápiz entre sus dedos y finalmente, se levantó con su silla y la acercó a la mesa de Seokjin.

—¿Quieres colorearlo?—Namjoon señaló el dibujo del pene y extendió los colores que tenía, compartiéndolos amablemente.

Seokjin río y Jungkook se sentó, sonriendo mientras observaba el dibujo. —Una vez me pidieron tatuar un pene ¿Sabes?

Namjoon cubrió sus labios avergonzado mientras reía y Seokjin se carcajeo con fuerza. Los demás los observaban de soslayo y finalmente se enfocaron en sus propios asuntos.

Yoongi colocó temblorosamente su lápiz en la mesa y una pequeña sonrisa de alivio tiró de la esquina de sus labios. —¿Enserio?.

—Sí, tenía un amor extraño por las pollas. —Jungkook río.

Seokjin se sintió cómodo con sus nuevos amigos, pues habían demostrado ser diferentes a los otros hijos de puta desagradables.

Notó de soslayo que él escritor parecía más calmado. Usaba una camisa negra larga y unos jeans. Un tapabocas estaba debajo de su mandíbula y usaba un adorable gorro de lana.

—Muy bien.—Comenzó Jackson minutos más tarde. —Quiero que guarden estos dibujos hasta el final del programa. —Sonrió un poco tenso cuándo los presentes miraron a Yoongi. —Ahora discutiremos sobre el programa y las actividades que realizaremos mientras están aquí. Todas las mañanas...

Seokjin dejó de escuchar a Jackson cuándo Jungkook le dió un golpesito en el hombro. Lo miró y Jungkook señaló la ventana que daba al jardín.

Hotel para Divorciados - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora