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Los finales de otoño solían ser bastante duros por allí, llovía y hacía frío. Parecía que el medioambiente les estaba preparando para lo que realmente venía a continuación.

No es como si el frío estuviese mal, o eso pensaba Midas. El problema realmente era que no tenían estufas dentro de la agencia. En el despacho donde trabajaba Midas era el lugar donde más se podía notar el frío, incluso se podía asimilaba al frio de un congelador, podía jurar que hacía más frío dentro que fuera. Midas era bastante ambiguo y no le solía poner mucha importancia a ese problema.
Hasta que finalmente se resfrío, es ahí cuando empezó el verdadero problema.

Miaúsculos a veces se pasaba por su despacho para visitar a su novio y ver qué tal estaba, luego se iba, y así diariamente. También a veces le traía dulces o pájaros muertos, bonitos detalles por parte suya.
Hasta aquel día donde vio a su novio más decaído y con menos fuerza, estornudaba y tosía constantemente.
Era uno de esos días donde Miaúsculos se tumbaba en la cama de su novio por todo el dia, esperando y haciendo compañía a Midas, hasta la hora de sus acaricias y mimos diarios.
El jefe de la agencia intentaba mantener en secreto los síntomas que tenia para que el felino no se preocupase por él, y mucho menos resfriarlo.
Pero nada de eso sirvió por que Miaúsculos ya se había percatado del resfriado que tenía.

La vista del gato se centró en Midas cuando ya llevaba el séptimo tosido en tan solo un cuarto de hora. El chico notó la mirada y se tensó, volviendo a lo que estaba haciendo.
El gato no ignoró el estado en el que se encontraba su pareja, se notaba a quilómetros de que él estaba enfermo. Así que el felino se levantó de la cama y agarró a su novio en brazos (el cual estaba sentado en su silla de jefazo) y lo puso en su cama con cuidado.

-C-Cariño, de verdad que me encuentro bien-. Midas intentó convencer al gato con su voz nasal y unos cuantos tosidos entre medio, pero el gato no era estúpido.
Resistirse era una opción, pero sabía que forcejear para intentar salir de su propia cama no iba a funcionar y tampoco es que tuviese la fuerza suficiente como para hacerlo.
Miaúsculos se subió encima de él y le acarició la mejilla, al notar lo caliente que estaba se acurrucó lo mejor que pudo para intentar producir calor (algo que realmente consigue). Y finalmente, Miaúsculos se tapó, con su hermoso novio, con la sábana que incluía la cama.

Midas suspiró y abrazó, con mejor ángulo, la espalda del musculoso gato, produciéndole un ronroneo. Tenía que admitir que sus ronroneos le tranquilizaban mucho, le hacía pensar que todo estaba bien.
Miaúsculos era una manta de pelo y empezaba a producir más calor de lo necesario, pero no le importaba. El gato apoyó su cabeza entre el cuello del enfermo y lo lamió. Midas gimió, era físicamente más sensible por culpa del resfriado por lo que tenía menos defensas en su cuerpo y esa era la principal razón por la que se haya estremecido por el tacto de su lengua.
Midas estaba más rojo que antes.

-No querrás que se me suba más la fiebre, verdad?-. Midas preguntó sarcásticamente. Miaúsculos acarició sus caderas por debajo de las sábanas y el de debajo suspiró pesadamente, dándole pequeños besos en la boca.
El gato no se quedaba quieto, sus manos recorrían por los muslos del otro chico, produciendole suspiros.

-Eres un buen gatito-. Midas afirmó, agarrándole de los dos cachetes a su novio y volviendolo a besar, esta vez fue un beso más largo y significativo.
Se separaron por falta de aire.

Midas recorrió con la mirada todo el cuerpo del felino, realmente pensaba que era muy atractivo, cualquiera mujer se interesaría por él. Después de más de un año de relación aún sigue pensando el por que lo eligió a él antes de a cualquier otra. Midas tenía una visión bastante pesimista de si mismo, estaba día y noche trabajando y no se preocupaba mucho por como alimentarse adecuadamente o de que actividades físicas hacer. Mucha gente le decía que deberia cuidarse mejor, estaba muy delgado y tenía la piel bastante pálida, no le solía hacer mucho caso a las opiniones constructivas de la gente, principalmente de Skye o TnTina.

Midas se quedó pensando en eso y no se percató que el gato le había levantado la camisa para hacerle un camino de besos y lamidas.
Midas miró hacia abajo y se sonrojó al encontrarse al gato lamiéndole los pezones seductoramente. Tenía que reconocer que manejaba bien la lengua, estaba lamiendo en círculos alrededor de sus pezones y a veces simplemente succionaba como si de allí tuviera que salir algo.
Después de unos segundos, el gato levantó su cabeza y contempló su cuerpo, le parecía tan hermoso que estaría viéndolo por horas. Notaba como su pecho subía y bajaba recogiendo suficiente aire y soltandolo convirtiéndose en suspiros. Midas era hermoso desde ese ángulo.

-Te quiero mucho, bebé-. Midas bostezó y apartó la mirada de su gato y cerró los ojos, quedándose dormido.

Miaúsculos le dio un último beso en el moflete sonrojado y caliente de su novio y se durmió junto a él.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2020 ⏰

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Onshots midausculos (midas x meowscles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora