Still the one [KawaSara]

Fireworks punch

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Agradecimientos especiales a mi Beta: Hikari Takaishi Y

Espero que la lectura sea de su total agrado.

Summary: Aún con los fuegos artificiales de fondo, ella no desaprovechó la oportunidad de intercambiar puños con su chico preferido.

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Day 2: Festival/ Training together/ Genderbender.

Fireworks punch.

Esquivó el puño aterrador de Sarada a duras penas, pero aún no podía bajar la guardia porque él le lanzó una bola de fuego. Kawaki se alejó de un salto, sin embargo, eso no evitó que su largo cabello se viera afectado.

—¡Ten más cuidado con lo que haces, bruto, me quemaste el cabello!— vociferó furiosa, mostrándole el mechón que le había chamuscado el jutsu de su compañero.

—Lo siento mucho— Sarada se acercó a ella con una expresión afligida.

—Ni modo— se recogió el cabello y con el mismo kunai que estaba usando para defenderse, lo cortó, dejándoselo tan corto como el del Uchiha.

Sarada contuvo un jadeo, a él le gustaba el cabello de la chica. No es que ya no se vea bonita, ¡peroooooooo...! Sus hombros cayeron con resignación, es obvio que eso estaba pasando por su culpa.

—Estoy cansado, me iré a casa— suspiró con pesadez.

—Pero todavía no me enfrenté al chidori— replicó ella —, sin mencionar que no activaste tu sharingan en todo el combate.

—Mañana será— sentenció él —, tengo hambre.

—¿Para qué vas a irte a tu casa si tus padres no están? Nadie te hará de comer— señaló.

—Yo mismo puedo hacerme de comer— se encogió de hombros.

—Como quieras— chasqueó la lengua y desapareció dejando una nube de humo.

Sarada puso los ojos en blanco, esa fastidiosa chica lo único que hace es sacarlo de quicio. Le gusta mucho, eso es un hecho rotundo, pero no deja de ser una molestia cuando se lo propone.

Regresó a casa con las manos metidas en los bolsillos, atrapado en sus pensamientos. No tenía muchas ganas de regresar a esas cuatro paredes llenas de soledad. Sus padres se fueron juntos de misión desde hacía semanas y la falta de noticias lo pone en ansiedad, por eso se mata entrenando y divagando por la aldea, para distraer la mente de su angustia.