''Cuando aún intentábamos que esto fuera mejor , quererlo era suficiente, para mí era suficiente. Vivir con la esperanza de todo, cancelé planes en caso de que llamaras y dijeras: ''ven a verme detrás del centro comercial''.
Demasiado para un amor d...
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Narra Evan:
Me sentía horrible por Astrid, ella me quería y yo sólo me dedicaba a ser un idiota con ella. No me costaba demasiado mentir para poder cumplir mi panorama con ella, quería estar con ella, pero me daba pánico el hecho de que Chris podría descubrir mi secreto y eso sería algo terrible, me daba miedo, y eso me hacía creer que quizás no era suficiente para su amor.
Tomé mi teléfono móvil y no me quedó más remedio que escribirle.
Evan: Astrid, perdón por lo de la mañana.
Astrid: No debes preocuparte, es tu deber de amigo.
Evan: Pero si quería estar contigo.
Astrid: Podemos dejarlo para otro día, ya no hay nada que hacer, te has comprometido con él.
Evan: ¿Estás con él?
Astrid: Se ha puesto a hacer preguntas estúpidas , Chris piensa que volveré con él.
Evan: No quería irme y dejarte sola con él.
Astrid: Da lo mismo, nos vemos cuando se pueda.
Evan: Te quiero, no me odies por lo de hoy.
Fue lo último que escribí, pero no obtuve respuesta.
Tomé mi auto y conduje hasta la casa de Cole, me parecía curioso que él siguiera en Dellwood, por lo que tenía en mi recuerdo de hace dos días, Astrid me comentó de que él y Ellie no estaban en el pueblo, viajaban para pasar la navidad, y no entendía por qué él podía haber dejado que su chica se fuera sola.
Llegué a casa, pero antes pasé a comprar unas cervezas al almacén de la señora Meredith Graham. Era un almacén donde vendían bebidas alcohólicas de noche, y muchos jóvenes del pueblo se juntaban a beber alcohol en la noche y se iban al bosque cerca del río, recuerdo haberlo hecho un par de veces cuando era un chico de catorce años quizás, cuando me escapaba a fumar cigarros a la salida de la escuela. Entré sin pensarlo, pero un grito me asustó, era Janice, la hermana de Chris.
— ¡Evan!— gritó y corrió a abrazarme, yo me sentí ahogado por su perfume, pero no podía ser así de malo con ella, así que correspondí a su abrazo hostigante,
— Hola, Janice— me limité a decir.
— ¿Cómo estás? Supe que te verías con mi hermano y Cole— Ella me miraba coqueta, más atrás estaban sus amigas.
— Bien, sí, me juntaré un rato con ellos— sonreí, hablé tímido.
— Genial, quizás vaya donde Cole— Ella me mostró sus piernas desnudas, pensaba en el frío que debería sentir con esa ropa, estábamos en pleno invierno, con semanas enteras de nieve y ella vestía como para una fiesta de verano.
