ii

141 17 0
                                    

falling

...

No se lo que soy ahora o que deberia ser, pero sé quién eres tú.

Eres alguien que quiero conmigo.



..




Te rompí la promesa, Lizy, lo siento mucho. Pero no creía que fuera necesariamente triste, porque a pesar de que en teoría no habiamos durado mucho como amigos cuando decidí dar un paso frente a mis emociones y decirte lo mucho que tus sonrisa me gustaba. ¿Era a eso lo que te referías, Lizy? Porque sinceramente se sentía mejor besarte y decirte novia que retraerme en impotencia y seguir siendo amigos.

No sabes lo mucho que mi pecho se apretó y lo tanto que me había costado por fin hablarte claramente. Siempre sentía que mis palabras sobraban de una manera abismal, era mi manera de replantearme creyendo que mi voz era un simple eco en una montaña lejana sin personas al rededor. Muchas veces escuché aquella tonta metáfora del árbol que caía en un bosque y la típica pregunta de; ¿realmente hacía un sonido? Sinceramente, poco me interesaba la respuesta lógica, cuando mi cerebro me obligaba a asociarme con el árbol. ¿Cual sería mi respuesta? Sí, si hacía sonido pero solo para el mismo, el sonido del árbol no era importante si nadie lo escuchaba, el caerse podía atesorarse a muchas situaciones de la vida cotidiana, pero siempre volvía al mismo punto. Si el árbol no era escuchado por nadie, todos acordaban que no había hecho ruido era tan simple como aquello, si me preguntan, así era como la desgracia ajena era desvalorada.

Seokjin me lo había explicado un par de veces, cuando me encontraba desmotivado frente al espejo, cansado y sudoroso. Tomo su tiempo libre para acompañarme en la fría noche.

— No seas el árbol, Jungkook. — detuvo sus ojos en mi, sabiendo cada aspecto de la situación que me tenía pensante; eras tú, Lizy, y mi incapacidad de decirte lo que sentía—. No esperes a caerte para que ella te diga que no hiciste ruido. — sus palabras fueron muy abstractas al principio y me había dejado con muchas dudas cuando me dejó en mi soledad. Me tomó un rato entenderle y poder tomarme de valor y dar el siguiente paso. El aconsejó lo suficiente como para hacerme ver que estaba perdiendo mucho tiempo en silencio mirándote desde lejos y deseando que me vieras cómo algo más que amigos.

Así que dos meses después de plantearme la idea, te lo dije. Te dije lo mucho que alegrabas mis días con tu voz, cada vez que te llamaba por teléfono, cuando me sentía pleno al sonreír solo para mí. Pero también te dije mi miedo de perderte y de deshacer nuestro lado por un capricho mío.

Me sentí tonto cuando te reiste de mí.

—¿En serio creíste que tú no me gustabas?

Dentro de mis diecinueve años de vida, por primera vez había besado a una chica, Lizy. Y eso era porque había amado por tanto tiempo que mi mente no podía mirar a nadie más. Así de idiota me traes. ¿Sabias lo mucho que los chicos se alegraron por mí? Sí, quizás no tenía permitido tener relaciones amorosas, pero era solo cuestión de tiempo para convencer a mi jefe con un par de excusas que estaba preparado a inventar si solo era para quedarme a tu lado. Cuatro años habían sido necesarios para mirarte y alegrarme por decir que eras mi novia.

Lizy, Lizy, Lizy...

Eras como la inyección de adrenalina que mi corazón necesitaba para poder vivir. No había un momento en que no pensaba en ti, en que no estaba preguntándome qué hacías o en qué pensabas. Me sentía tonto, bastante patético pero valía cada maldito segundo si eso significaba tenerte tomando mi mano.

Mi cuento de amor había empezado, mi primer cuento de amor. Donde tú, Hang Lizy, eras la protagonista de mis días a días. Siempre me apoyabas, me recordabas fechas importantes cuando mi cerebro estaba desgastado, me aconsejas y escuchabas mis llantos cuando no podía más. Te quedabas conmigo, abrazándome hasta el amanecer diciendo que todo estaría bien, que estarías para mí y que siempre contestarias mis llamadas si era necesario.

— No lo olvides, Kookie — acariciaste mi cabello después de besarme—. Estoy a una llamada de distancia.

Eso era lo único que necesitaba, tu seguridad, tus palabras diciendo que podía escuchar tu voz cuando quisiera.

Nunca supe con exactitud qué era una relación sana, después de todo está era mi primera experiencia con una chica, mi madre se sentía demasiado orgullosa cuando miraba la chica de la cual me había enamorado, encantada con su personalidad y la perfección que le adjudicaba fácilmente. Podía compararnos con las relaciones pasadas que habían sufrido Yoongi o Namjoon frente a mis ojos, les había visto llorar y estar desmotivados por las chicas que se habían cruzado por sus vidas, sin embargo sabía que algo bien estaba haciendo cuando ambos me miraban y me pedían que no te dejará ir, que tú lo vales.

Y ellos tienen razón.

Pero tenías miedo, yo había dejado de sentirme así cuando por fin me confesé a ti. Pero por el contrario, tú estabas en una cuerda floja. Sabía que no era por ti, tenías miedo de mi.

De mi vida.

Mis presentaciones empezaron a ser más constantes, las prácticas, grabaciones y ensayos empezaron a ser más abundantes. No tenías miedo del tiempo, tampoco de la falta de visitas porque entendías perfectamente que era mi trabajo, por sobre todo siempre tratábamos de mantener contacto. Pero sabía que algo te preocupaba cuando tus manos jugaban con mis dedos mientras mirabas más allá de tus pensamientos, pensé que estaba haciendo algo mal, pensé que estabas dudando de nuestro amor.

Pero supe cuál era tu verdadero miedo cuando me miraste bajo la luz de los reflectores de la sala de ensayo.

—Jungkook...

— ¿Si?

—¿Me prometes algo?

Siempre pediste que te prometiera cosas, sin saber que lo haría con los ojos cerrados. Ante ti, Lizy, prometía ir a la luna y volver solo si significaba verte sonreír.

Tomé tu rostro para que me miraras mientras asentía seguro.

Prométeme que no cambiarás.

Sonreí plenamente al escucharte decir eso, sabía a qué te referías. Ya me habías dicho antes que el cambio es parte importante de la vida, pero siempre y cuando sea para bien. Pude leer entre letras su verdadera petición, promete mantener sincero a ti mismo. Asentí ante su promesa y tomé tu rostro para besarte y sellar un nuevo pacto que duró toda la noche de caricias y nuevas experiencias.

... Lo siento mucho, Lizy, porque esa fue la segunda promesa en romperse, ¿es por eso que no me contestas ahora?

"Hola, te haz comunicado con Lizy, por los momentos no me encuentro disponible. ¡Deja tu mensaje después del tono! Te responderé enseguida, adiós."



.




Se que te he dedicado mucho de mi arte, pero sigo preguntándome.

¿Soy alguien de quién hablarías? ¿Soy alguien a quien necesitas?

i swear  |||  bts; jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora