CAPITULO 0.1

252 10 9
                                    


Persecución


Es la segunda vez consecutiva que el lápiz se rompe, es de mala calidad pero es lo que hay.

No puedo hacer nada por ello porque mi padre no está en el país como para pedir que me compre algunos que si sean de buena calidad, También puedo tomar la tarjeta de crédito y comprar, pero no fuese yo si lo comprase.

Me gusta más comprarle los lápices al hombre ciego que está en una esquina cuando salgo de la escuela, mis amigas, Stacy y Mely preguntan por qué lo hago ellas prefieren ir al centro comercial para comprar todo,  pero me gusta más darle mi dinero a ese señor que si lo necesita,  que una tienda que tiene millones de compradores.

Me concentro en trazar las últimas líneas del paisaje, vivo en un pueblo grande, es un pueblo con más de 10 mil habitantes es uno de los lugares más turísticos de Arizona, por sus alrededores llenos de vegetación, hay kilómetros y kilómetros de bosque, para poder recorrerlo entero se llevaría por lo menos tres días  sin descanso, es un lugar lleno de montañas que te otorgan la vista de un hermoso amanecer y si llegas a tiempo un memorable atardecer, llevo toda la vida viviendo aquí, en la misma casa, en la misma calle, enfrente del mismo bosque.

Le he preguntado a mi padre incontables veces de por qué vivimos aquí, pero su respuesta son las que más molestan (porque me gusta o porque quiero) si así de comunicativo es él y no es que no me guste porque me inspira a dibujar mis mejores obras, si no,  es porque mi casa es la que más está alejada de todas las que existen en el pueblo, la más grande de todas o la mas tenebrosa de todas.

Los niños del pueblo le tiene un nombre a la casa, la casa de los hechizos, cool no? , y no lo niego yo misma le llamo así, esa casa no tiene vida y siempre está sola, solo  vivo con mi padre y el nunca está en casa siempre está ocupado con sus negocios y no lo culpo por no estar en casa, porque si estuviera es como una alma en pena, desde que mamá nos abandono ya no es el mismo, no lo culpo tampoco por eso yo misma tampoco soy la misma, si no tuviese a Sultán mi perro buldog me sintiera más que sola.

Mi dibujo solo le faltan algunos retoques y ya está, llevo viniendo dos días seguidos para terminar de dibujar, un árbol y sus alrededores ya que tiene una forma muy rara, pero lo raro siempre me ha gustado yo soy rara.

Deslizo mis lentes por mi puente, pero me paro en seco, mi lápiz queda suspendido arriba de los últimos retoques de mi dibujo, el sonido vuelve y se repite  y me obliga a levantar la vista, los arbustos que están al lado del árbol se mueven y no es la briza  es muy suave como para mover los arbustos con tanta brutalidad, me levanto.

Aprieto contra mí el cuaderno de dibujo,  aprieto los labios  nunca me he sentido valiente y no lo soy le tengo miedo a casi todo a mis dieciséis años.

Sigo mirando atentamente el arbusto es grande mide la mitad que el árbol de su lado, y lo que hay de tras debe de ser mas grande que yo , ahora que estoy pendiente de todo a mi alrededor se está nublando , el cielo tiene un densidad de un diluvio del arbusto veo unos pares rojos , no sé lo que es pero es hipnotizante, los pares se mueven hacia delante e inconscientemente lo doy hacia tras , el miedo me recorre , no sé lo que sea pero no quiero que me haga daño .

De repente un gruñido hace que salte en mi lugar no es cualquier gruñido, es uno fuerte imponente, escucho otro más fuerte, y mi cerebro hace click  doy otro paso atrás y la cosa que me acecha da dos más hacia delante lo único que veo es unos ojos rojos con ceño fruncido enseñando sus dientes, dientes enormes amarillos , sangre cae por sus comisuras, y el terror solo hace que retroceda mas. Mis ojos casi salen de su orvita, tiemblo, tiemblo mucho, el sigue gruñéndome, es negro muy negro tiene una raya  blanca en una de sus patas delanteras,  patas blancas, cuando sale por completo...

No lo puedo creer.

Un lobo

Un lobo que no puedo seguir viendo por que mis piernas suplican por no ser devoradas y correr, corro y no sé si tengo mis materiales a mano  no se nada solo se que esa cosa era mas grande que yo y no parecía cualquier animal, no, eso era mas que un animal, era enorme  mas grande que yo y no es que sea pequeña, tengo un tamaño con el que pueda sobrevivir, era algo anormal, corro y corro no me detengo.

Quiero vivir.

Quiero vivir.

Es lo único que pienso, no sé cómo no caigo ahora estoy poniendo en práctica las clases de gimnasia, pero ya estoy viendo mi casa.

Quiero llegar.

Quiero llegar.

Salgo del bosque choco mi hombro con el ultimo roble que encuentro en el camino a casa,  me arde el brazo si tengo una herida en este momento no es que me importe mucho, corro más rápido.

Que esto sea una pesadilla por favor Dios.

Cierro la puerta corrediza,  que da directo al bosque, a todo le pongo seguro y me permito respirar.

Apoyo mis manos en mis rodillas y me balanceo hacia delante, suspiro, mi reparación es un desastre solo quiero descansar.

Que era eso

Que era

Nadie en el pueblo nunca ha hablado que existan esas bestias, si lo hubiera sabido nunca abría ido al bosque y menos sola,  me enderezo y miro hacia el frente.

-AAAHHHHHHH-  un grito de puro susto deja mi garganta, esa bestia esta fuera de mi casa mirándome, atento, como si quisiera ver mi próximo movimiento, tomo un bate que hay en una esquina y lo pongo frete a mi cuerpo tomándolo con ambas manos.

Pero que quiere

-vete de aquí chuuu- agito el bate, no sé si me escucha, pero inclina la cabeza hacia un lado, como un niño perdido, como si me entendiese.

Esta frente a frente a la puerta corrediza, y esta se ve tan débil frente a este, que se que si quisiese lo rompería.

DIOS SALVAME TE LO PIDO

Si me salvas de esta no como más dulces compulsivamente te lo juro!

Este me mira con sus extravagantes ojos rojos se sienta y no se ve igual que como lo vi en el bosque, sigue teniendo sangre en su hocico, eso y sus ojos es lo que me da mas miedo pero su expresión facial es como si me estudiase, me dirán loca pero siento, como me mira y no es una mirada de un animal viendo su presa para comer si no un animal viendo su presa para entender.

Su mirada recorre mi cuerpo y se vuelve a levantar alzo mas el bate, tiemblo mucho...Jesús!.  esto no se compara con el miedo a la oscuridad o a las arañas o a las cucarachas o a los ratones o a los gusanos bueno a todo.

Pero que miedosa

Tu cállate conciencia de mierda

El adelanta los pasos, y esta frente a frente a mi ventana muy pegado a ella, como si algo lo atrajera.

-oye si es comida lo que buscas, no lo seré yo te lo aseguro eh – su mirada me sigue recorriendo, sus ojos caen en los míos un escalofrió me recorre entera, mis vellos se erizan.

MIA...

DEL ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora