Día 5

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Género: Drama.

Tema: Pelea.


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—La neta no sé por qué tanto desmadre —comenta encogiéndose de hombros.


Mexico, I'm warning you (México, te lo advierto) —el estadounidense lo toma con brusquedad de la muñeca para arrastrarlo hasta una sala vacía, donde lo acorrala contra la pared— You don't know what you're doing and you can't trust him (No sabes lo que estás haciendo y no puedes confiar en él).


—Háblame claro cabrón —lo empuja, no lo suficientemente fuerte para alejarlo, pero sí para demostrar su descontento— si vas a decirme algo dilo y no te andes con mamadas —da un brinco al no esperar que el rubio estrelle el puño contra el muro, justo a un lado de su cabeza.


That fucking snake just want to mess with me (Esa maldita serpiente solo molestarme).


—No manches gringo, sólo voy a hablar del tratado comercial no me voy a aliar para declararte la guerra. Yo sé que es difícil pero bájale dos rayitas a tu paranoia porque si no... —otra vez se sobresalta al sentir el fuerte agarre sobre sus bíceps.


Shut up! (¡Cállate!) —exclama— You don't understand! (¡Tú no entiendes!) —el mexicano tuerce la boca, suspira pesadamente antes de volver a hablar.


—A ver, ándale pues, digamos que "yo no entiendo" —enfatiza lo último— ¡entonces explícame mamón que hablando se entiende la gente! —se cruza de brazos esperando. El estadounidense se muestra más relajado, al punto en que lo suelta, sin embargo, no elimina la corta distancia entre ambos.


—Él no quiere invertir en tu país, no le interesa, lo único que está buscando es molestarme —México le mira cansado, por un momento, en realidad creyó que le daría un motivo real y válido o mínimo lo que ha estado esperando por años.


—¿O sea que tú crees que para lo único que me quiere es para afectar tu puta economía porque mi país no tiene nada que ofrecer? —sonríe con amargura.


What? No, that's not what I mean... (¿Qué? No, eso no es lo que quiero decir...).


—Sabes qué, me vale verga —aprovechando la confusión del otro por interrumpirle, esta vez lo aparta por completo, liberándose para correr hacia la puerta— ¡Voy a hacer lo que se me dé la gana pendejo! —sin esperar emprende la huida, escuchando a su espalda los gritos del otro.


Wait!


Acelera el paso tratando de no perder la ventaja que tiene, sabiendo que su vecino posee una excelente condición física no tardará en atraparlo. Maldiciendo se dirige hacia la salida de la sede. Tiene que pensar en algo pues lo que menos quiere es pasar su tarde libre discutiendo. Para su suerte, distingue el característico traje oriental. Sonriendo corre hasta alcanzarlo, justo antes de subirse a un lujoso auto negro.

USAMex Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora