Jugando a ser Dios

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Un año a pasado desde que su hermano y el líder de la Secta Lan, contrajeron nupcias y desde entonces Jiang WanYin ha estado viajando alternativamente entre Yunmeng y Gusu Lan, al igual que su esposo.

Al mismo tiempo la noticia sobre el alumbramiento del primogénito de su Shijie, y de ese insufrible marido suyo, le traen un poco de alegría su miserable vida.

Wei WuXian había estado viviendo en Los Túmulos Funerarios, esperando el momento exacto para poder sacar a todos los remanentes de la Secta Wen de esa miseria, ahora ninguno de ellos representa un verdadero problema para los cultivadores, hace tiempo que cambiaron su espada por un pico y un azadón, ahora cultivan la tierra y viven de su pocas ganancias.

Wen Qing incluso pudo colocar una pequeña clínica en las afueras de Yiling, dónde se dedica principalmente a atender a los pacientes de escasos recursos, cambiando sus servicios por un poco de comida.

Los días son tranquilos y todos se han acostumbrado a ese ritmo de vida, a estás alturas ya a nadie le preocupa salir o quedarse en aquel lugar por el resto de sus vidas.

Wen Ning entra corriendo a la Cueva de la Matanza de Demonios, en su mano lleva una carta dirigida a Wei WuXian, el remitente, su preciosa hermana.

—Joven Maestro Wei, alguien… alguien trajo esto para usted.

Wei WuXian toma la carta y comienza a leerla cuidadosamente, una pequeña sonrisa tira de las comisuras de su labios, es una invitación para celebrar el primer mes de vida de su sobrino Jin RuLan.

Mira a su amigo y asiente.—Vamos Wen Ning tenemos trabajo que hacer, si queremos tener listo a tiempo el regalo para mi sobrino.

Wei WuXian se mantiene trabajando en secreto en el interior de la cueva, y rara vez sale fuera, Wen Ning le dice a su hermana que está un poco preocupado por él, cree haberlo escuchado llorar un par de veces, a lo largo de las últimas noches, pero no se atreve a preguntarle.

Cuando finalmente llega el día de la celebración, Wei WuXian tarda baste tiempo en salir de la cueva, sus ojos están rojos y hay manchas negras debajo de ellos, aparentemente no ha dormido en semanas.

—J-joven Maestro Wei, ¿se encuentra bien?

El Patriarca Yiling mira a los hermanos en silencio, su cabeza no para de repetirle que si sale de los Túmulos Funerarios, solo traerá problemas, no entiende que es lo que le está pasando, cierra los ojos y respira profundamente antes de entregarle a Wen Qing una pequeña caja de madera tallada.

—Wen Qing puedes llevar esto a la Torre Koi.

La voz de Wei WuXian se quiebra, su entonación casi suplicante, su amiga enarca una ceja.

—¿No crees que deberías ser tu quién lo lleve?.

Inquirió Wen Qing, pero él no le responde, solo niega con la cabeza antes de darse la vuelta para volver a meterse en la cueva, todavía hay lágrimas en las esquinas de sus ojos, El Patriarca Yiling finalmente está comenzando a romperse.

Ni Wen Ning, ni su hermana entienden que es lo que le está pasando a su amigo, solo saben que, desde que Wei WuXian recibió aquella invitación el comenzó a actuar verdadera extraño.

De vez en cuando lo han escuchado gritando y maldiciendo, la energía resentida agolpándose cada vez más a su alrededor, extiende su mano como si quisiera tocar algo o… a alguien, murmura el mismo nombre en sus sueños, no come por días, no quiere ver a nadie, y a veces llora mientras toca una melancólica melodía con su Dizi, temen que él esté luchando contra si mismo, le dan gracias a los cielos por la existencia del pequeño A Yuan, él es único que consigue captar la atención de su amigo aún que sea por un momento, empuñan sus manos y emprenden el viaje.

El Vacío De Tu AusenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora