Marqué ||OffGun|| Omegaverse

32

Tay sentía como su cuerpo se había calentado y seguía, el celo que debería tener en unas dos semanas se adelantó por la presencia del alfa, suspiro y gimió entre el beso que el mayor le estaba dando.

La habitación se llenó de las hormonas, el olor era tan pesado y glorioso para el alfa quien aventó al menor a la cama.

Los labios sobre los otros eran agresivos, demandantes, amaba a su omega y lo necesitaba.

Ambos se necesitaban.

Las manos del mayor cuidadosamente trataban de tocar todo el cuerpo de su omega quien se desasía en gemidos, lo besos seguían, sus lenguas se conectaban, sus respiraciones juntas, sus cuerpos pegados.

Las prendas desaparecieron lentamente, los besos en el cuello del omega dejaron marcas, marcas que durarían en desaparecer.

El más alto beso profundamente al omega, le beso más abajo hasta llegar a su falo, el cual beso, lamio hasta que el menor se corrió en su boca.

Joss quien ya estaba ansioso por entrar en su omega, le beso, le volteo y dejo el hermoso y muy voluminoso trasero ante él, le abrió y lamio, estaba muy listo, sonrió y primero le preparo con sus dedos, le besaba la espalda al mismo tiempo.

Finalmente se introdujo en su omega cuidadosamente, el menor gemía, casi gritaba, estaba muy excitado y feliz de al fin tener a su alfa, y que él estuviera en su celo.

Su nudo se formó, todo su semen lleno al pequeño, quien gimió de gusto.

Al terminar el menor estaba cansado, pero quería seguir, era el celo, el mayor le beso, le cargo y le llevo en la tina, la lleno, la preparo y se metieron los dos, con sus manos limpio a su pequeño, le enjabono, el menor estaba feliz, muy feliz, podía olerlo, le hacía sentir orgulloso, sonrió, limpio, el menor se le frotaba, quería más, sabia.

Sus colmillos fuera estaban cuando decidió acercarse al cuello del omega, recién lavado, le beso y lentamente introdujo sus colmillos, marcándole, su omega al fin, ante todos.

Tay gimió, el placer era demasiado, no sexual, era algo mejor, sonrió, el mayor saco sus colmillos y lamio, la marca se curó un poco, pero ambos sabían que necesitaría cuidados y para ellos estaba bien.

Y esa no fue la única vez que ellos estuvieron, unidos, el mayor llenando al menor, en la tina, besándose y amándose, siendo al fin, omega y alfa, juntos.