"Lo juro por mi vida, siempre intento. Pero en mis ojos puedo volar. Mejor suerte la próxima vez."
—4 morant -Doja Cat
La vista de un niño expulsando sangre por todo su rostro mientras se retorcía en un lecho que debería ser uno de sus lugares mas seguros, era horrible. No había forma que Lan Qiren pueda manejar eso sin tragar la bilis que subió por su garganta, horrorizado por unos minutos mientras sus oídos zumbaban.
¿Era el horror de la escena y no los llantos de dos niños que rogaban por que su hermano dejara de sacudirse de esa forma?
"¡Tío!" Lan Huan sacudió la manga de su tío con prisa, sus ojos estaban llorosos y horrorizados. "¡Tío toquemos el guqin!"
Dioses, el no debió traer a A-Huan aquí.
Lan Hui, el sanador que trajeron consigo, inmovilizó el cuerpo del niño con matrices hechas junto con los sanadores Jiang y le dio una mirada dura que exigía su colaboración en el asunto. Lan Qiren sacudió la cabeza y una vez en posición, empezó a tocar. No sabe por cuanto tiempo, pero las sacudidas del niño parecían durar una eternidad, los sanadores limpiaban la sangre que salía de sus ojos y oídos constantemente y en algún momento habían retirado a los niños y padres sollozantes. Sus propios dedos se acalambraban pero no estaba dispuesto a correr el riesgo de detenerse y al parecer su sobrino tampoco.
Cuando todo se calmo y el niño estaba en la dulce inconsciencia nuevamente, su sanador lo toco suavemente en el hombro. "Debes ir a descansar, Lan Qiren, debo hablar con los padres del joven maestro Jiang luego de un inspección mas."
Un sirviente tembloroso reverencio ligeramente, esperando a que se pusieran de pie y los dirigieran a sus habitaciones correspondientes. Lan Qiren volvió hacia Lan Hui. "¿El niño esta bien?" susurro mientras con una mano suavemente empujaba a su sobrino hacia el sirviente, no dispuesto a que escuche la respuesta.
Lan Hui sostuvo sus manos temblorosas, aun con restos de sangre y negó la cabeza. "Nunca en mi vida he visto... algo como esto. Qiren, este niño.." sacudió la cabeza negando para si mismo. "Lo siento, Líder interino, no puedo decírtelo, solo puedo decírselo a los padres del niño y será luego de comprobar que no me este equivocando."
Lan Qiren puede escuchar claramente el "ojalá me equivocara" del hombre, aceptó el rechazo a pesar de poder leer entre líneas lo que le diría a los lideres de Yummeng.
"Esta bien." contestó.
Lan Qiren tenía muchos lamentos en su vida, pero si en ese momento no hubiera estado tan estupefacto por la situación hubiera notado la mirada anhelante de su sobrino mayor le dirigía al pequeño cuerpo que descansaba tranquilo en la cama infantil. Entonces, habría recordado la mirada de un hombre encerrado en una cabaña rodeada de flores solitarias.
Habría un lamento más en su vida.
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"Lo siento" susurra un hombre, "realmente lo hago"
Jiang Cheng a estas alturas de su vida (¿Qué número de vida era esta?") ha aprendido como mantener su respiración tranquila, como si durmiera para evitar levantar sospechas, ha sido algo que tuvo que aprender a los 17 años en una secta destruida y poder burlar a los asesinos.
"¡No!" susurró furiosa una mujer. "¡Se supone que estas aquí para curarlo! No para decirnos...para decirnos que mi hijo..." hay un sollozo ahogado.
Jiang Cheng se pregunta si está maldito. Se pregunta si es un castigo por haberse dado por vencido tan rápido en sus anteriores oportunidades, que cuando realmente quiere intentarlo, es cuando el destino se ríe en su cara y le niega ser -probablemente- feliz.
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Grandes esperanzas (no son suficientes)
FanfictionJiang Cheng creyó que había llegado el momento de que el ciclo de la vida culminara para él, para los cultivadores morir en una caza nocturna no es insólito, pero ¿Por qué simplemente no puede morir y reencarnar como un ser humano normal? Tal vez al...