ℳ𝒶𝒷ℯ𝓁 ℋ𝒶𝒸ℯ 𝓊𝓃 𝒶𝒸𝓉ℴ ℋℰℛ𝒪ℐ𝒞𝒪

502 40 0
                                    

"El subdirector saca un lanzamisiles"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"El subdirector saca un lanzamisiles"

"El subdirector saca un lanzamisiles"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El subdirector saca un lanzamisiles
Yo no sabía qué clase de monstruo sería el doctor Espino, pero rápido sí que era.

Tal vez podría defenderme si lograba activar mi escudo. Sólo tenía que apretar un botón de mi reloj. Ahora bien, proteger a los Di Angelo ya era otra
historia. Para eso necesitaba ayuda, y sólo se me ocurría una manera de conseguirla.
Cerré los ojos.

-¿Qué haces, Jackson? -silbó el doctor-. ¡Muévete!

Abrí los ojos y seguí arrastrando los pies.

-Es el hombro -mentí con aire abatido-. Me arde.
-¡Bah! Mi veneno hace daño pero no mata. ¡Camina!

Nos condujo hasta el exterior mientras yo me esforzaba en concentrarme.
Imaginé la cara de Grover; pensé en la sensación de miedo y peligro. El verano
pasado Grover había creado entre nosotros una conexión por empatía y me había
enviado varias visiones en mis sueños para avisarme de que estaba metido en un
apuro. Si no me equivocaba, seguíamos conectados, aunque yo nunca había
intentado comunicarme con él por ese medio. Ni siquiera estaba muy seguro de
que funcionara estando Grover despierto.

« ¡Grover! -pensé-. ¡Espino nos tiene secuestrados! ¡Es un maníaco
lanzador de pinchos! ¡Socorro!» .
Espino nos guiaba hacia los bosques. Tomamos un camino nevado que apenas
alumbraban unas farolas anticuadas. Me dolía el hombro, y el viento que se me
colaba por la ropa desgarrada era tan helado que ya me veía convertido en un
carámbano.

-Hay un claro más adelante -dijo Espino-. Allí convocaremos a vuestro vehículo.

-¿Qué vehículo? -preguntó Bianca-. ¿Adónde nos lleva?
-¡Cierra la boca, niña insolente!
-No le hable así a mi hermana -dijo Nico. Le temblaba la voz, pero me admiró que tuviese agallas para replicar.

El doctor soltó un horrible gruñido. Eso ya no era humano. Me puso los pelos
de punta, pero hice un esfuerzo para seguir caminando como un chico obediente.
Por dentro, no paraba de proyectar mis pensamientos a la desesperada, ahora
cualquier cosa que pudiese atraer la atención de mi amigo:

      𝒶ℱℛ𝒪𝒟ℐ𝒯𝒜•✧─────•percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora