𝒯ℋ𝒜ℒℐ𝒜 ℱℛ𝒶ℰ𝒩𝒜𝒶𝒶𝒶𝒶𝒶𝒶𝒶𝒶𝒶𝒶𝒶

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Grace phipps

Thalia grace─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─

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Thalia grace
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Las cazadoras subieron en tropel al autobús y se apelotonaron en la parte trasera para estar lo más lejos posible de Apolo y los demás varones (como si
fuésemos enfermos contagiosos). Bianca se sentó con ellas y dejó a su hermano con nosotros, en las filas de delante, cosa que yo encontré muy desangelada por
su parte, aunque a Nico no parecía importarle.
-¡Menuda pasada! -decía él, dando saltos en el asiento del conductor-.
¿Esto es el sol de verdad? Yo creía que Helios y Selene eran los dioses del sol y la
luna. ¿Cómo se explica que unas veces sean ellos y otras veces, tú y Artemisa?
-Reducción de personal -dijo Apolo-. Fueron los romanos quienes empezaron. No podían permitirse tantos templos de sacrificio, de manera que
despidieron a Helios y Selene y atribuy eron a nuestros puestos todas sus funciones. Mi hermana se quedó con la luna y yo con el sol. Al principio fue una lata, pero al menos me dieron este coche impresionante.
-¿Y cómo funciona? -preguntó Nico-. Yo creía que el sol era una gran esfera de gas ardiente.
Apolo se echó a reír entre dientes y le alborotó el pelo.
-Ese rumor seguramente se difundió porque Artemisa tenía la manía de decir que yo era un globo enorme de humo o algo así. Hablando en serio, chico,
todo depende de si quieres hablar de astronomía o de filosofía. ¿Quieres que
hablemos de astronomía? Bah... ¿dónde está la gracia? ¿Quieres que hablemos de
lo que los humanos piensan del sol? Ah, eso ya es más interesante. Ten presente
que casi todas sus apuestas dependen de cómo corra este cacharro, por así
decirlo. El sol les da calor, alimenta sus cosechas, produce energía, hace que todo
parezca más risueño: más soleado, vamos. Este carro está construido con los
sueños de los hombres sobre el sol. Es tan antiguo como la civilización occidental.
Cada día circula por el cielo, de este a oeste, iluminando la endeble vida de los
pobres mortales. El carro es sencillamente una manifestación del poder del sol tal
como los mortales lo perciben. ¿Lo entiendes?
Nico meneó la cabeza.
-Pues no.
-Bueno, entonces considéralo como un coche solar muy potente y bastante
peligroso.
-¿Puedo conducirlo?
-No. Eres demasiado joven.
-¡Yo, yo! -se ofreció Grover, levantando la mano.
-Humm... mejor no -decidió Apolo-. Demasiado peludo. -Miró más
allá (pasándome a mí de largo),y de paso a Annabeth que hizo un gesto con la mano dejando en claro que ella no queria, pasando sus ojos depues de Annabeth se fijo en Thalia.
-¡La hija de Zeus! -exclamó-. El señor de los cielos. Perfecto.
-Uy, no. -Thalia meneó la cabeza-. Muchas gracias.
-Venga ya -dijo Apolo-. ¿Qué edad tienes?
Ella vaciló.
-No lo sé.
Era triste pero cierto. Thalia se había transformado en un árbol a los doce, y de eso hacía siete años. Es decir, ahora tendría diecinueve, si se contaba año por
año.
Pero ella se sentía aún como si tuviera doce y, si la observabas, llegabas a la conclusión de que estaba a medio camino entre los doce y los diecinueve. Según
deducía Quirón, ella había seguido creciendo cuando era un árbol, pero mucho
más despacio.
Apolo se dio unos golpecitos en el labio.
-Tienes quince, casi dieciséis.
-¿Cómo lo sabes?
-Bueno, soy el dios de la profecía. Tengo mis trucos. Cumplirás dieciséis en
una semana, más o menos.
-¡Es verdad!, ¡es mi cumpleaños! El veintidós de diciembre.
-Lo cual significa que ya tienes edad suficiente para conducir con un permiso provisional.
Thalia se removió en su asiento, nerviosa.
-En...
-Ya sé lo que vas a decir -la interrumpió Apolo-. Que no mereces el honor de conducir el carro del sol.
Diablos lo quedaria porque Mabel este aqui conmigo.
-No, no iba a decir eso.
-¡No te agobies! El tray ecto desde Maine hasta Long Island es muy corto. Y
no te preocupes por lo que le pasó a mi último alumno. Tú eres hija de Zeus. A ti no te sacará del cielo a cañonazos.
Se echó a reír con ganas. Los demás no nos unimos a su regocijo.
Thalia intentó protestar, pero Apolo no estaba dispuesto a aceptar un « no»
por respuesta. El dios pulsó un botón del salpicadero y en lo alto del parabrisas apareció un rótulo. Tuve que leerlo invertido (cosa que, para un disléxico,
tampoco es mucho más complicada que leer al derecho). Ponía: « Atención:
Conductor en prácticas» .
-¡Adelante! -le dijo Apolo-. ¡Seguro que eres una conductora nata!

















      𝒶ℱℛ𝒪𝒟ℐ𝒯𝒜•✧─────•percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora