Nando se había sentado en la silla de la sala durante casi dos horas, jugando con su cabello negro y rizado. Eran más grandes de lo habitual y llegaban justo por debajo del cuello. Lo que hacía juego con sus pequeños ojos marrones en medio de esa piel oscura.
El suministro de alimentos se acabó hace 3 días, le temblaban las manos y se sentía mareado cada vez que caminaba. Quizás por eso era más fácil sentarse allí durante horas todos los días, esperando que sucediera algo bueno y lo salvara de la deplorable situación en la que se encontraba, al igual que sus libros de fantasía favoritos.
Este era el lado bueno de los libros de fantasía, cuando la vida en el mundo real era difícil, el personaje principal siempre se embarcaba en una aventura magnífica y encantadora, llena de criaturas fantásticas de magia incomparable. Una especie de sueño con el que casi nadie querría despertar. Lo mejor de todo es que el final siempre fue feliz, aunque las situaciones y las probabilidades mostraban lo contrario.
Pero Nando sabía que su historia no es una historia de cuentos de hadas, y si lo fuera, seguramente sería uno de los innumerables personajes que mueren al comienzo del viaje. Quizás este sea tu destino, descrito por el autor de la historia de tu vida. Tal vez no sea el buen tipo que salva a todos. Quizás esa persona ni siquiera exista, ante el mundo en el que vivimos este final feliz quizás ya no sea posible.
Había infinitos, quizás, donde cada uno llevaría a un final totalmente diferente, pero Nando ya había elegido el final de su narrativa. Se metió la mano en el bolsillo derecho, del que sacó un pequeño mechero dorado. El reloj de la pared del salón parecía faltar apenas unos segundos para las 7 de la tarde, pero el fuerte olor a gas que circulaba por el ambiente y el hambre que sentía desde hacía días estaban afectando su sistema nervioso, por lo que su visión ya no estaba. digno de confianza.
Pero Nando no tuvo que preocuparse más, mientras encendía su mechero, una fuerte llama se extendió hacia la cocina, donde se produjo una inmensa explosión que provocó que el reloj fuera tirado, así como su cuerpo que golpeó las paredes de la habitación. No era posible ver mucho de lo que sucedía a su alrededor, un humo fuerte llenaba toda la habitación, así como un calor que probablemente provenía de su cocina en llamas.
Nando sintió un fuerte dolor en el abdomen, con mucha dificultad pude poner mi mano y sentir una barra de hierro que lo había atravesado. La temperatura de la habitación estaba subiendo. Nando tomó sus últimos suspiros de vida, mientras pensaba que este era el momento adecuado para llegar a alguna criatura mágica, salvándolo de todas las pesadillas. Pero sabía que esta historia no tendría un final feliz.
No fue un cuento de hadas ...
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¿A dónde van las estrellas?
FantasyCuando todos los medios de comunicación se interrumpen y el planeta está al borde de la extinción, la humanidad se derrumba. Y en medio de todo este caos, la idea de enfrentar lo desconocido puede ser el mejor camino a seguir. Viaja entre mundos fan...