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εïз)¡Espero que les guste mucho!
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"La fuerza de una carta".
Había en todo el lugar una sola forma en cómo se podría encontrar al comandante del octavo escuadrón de bomberos, y esa era estar haciendo ejercicio en todo momento. Se le podía ver intercambiar algunas palabras con los demás miembros mientras se esforzaba por tonificar su cuerpo elevando un par de pesas, con esos ojitos curiosos que no parecían ser los de un hombre de poco más de treinta inviernos.
El comandante era bien conocido por esos aires de bromista y a la vez despreocupado cuando lo creía necesario, pero algo estaba fuera de su lugar la tarde en que Shinra necesitaba hablar con él. No lo encontró por los escritorios en donde él, Arthur y la nueva chica solían estudiar algunos papeleos para descubrir la verdad tras la combustión humana.
—¿Donde podrá esta? —se dijo, rascándose la cabeza.
—¿De quien hablas? —le respondió una cabellera rubia emergiendo pobremente de una montaña de cuadernillos.
Era Arthur, Shinra evocó una expresión de condolencia cuando lo vio estresado.
—Ah, Al comandante Obi —respondió Shinra, dejando ver la punta de sus dientes en triangulo, elevando sus cejas y desviando la mirada, todavía con esperanzas de encontrarse al castaño oscuro por algún rincón—. Quería hablar con él, pero no lo encuentro, ¿lo has visto?
Arthur asintió, y la chica que hasta entonces estaba a su lado y callada en una esquina del escritorio se encogió de hombros. Shinra la notó incomoda y con sus pómulos enrojecidos. Era igual de extraño verla así cuando suele ser una bomba en todo el cuartel, riendo y siguiendo el luego a las ocurrencias del comandante.
Llamó a su nombre y la castaña respondió con un sutil brinquito.
—¿Estás bien? —le preguntó.
¡Ella solo quería ser tragada por la tierra! Asintió con todas sus fuerzas, pareciendo más tierna de lo normal y Arthur tomó la palabra.
—Ah, lo he visto —dijo el rubio, haciendo gala de ese título de tonto al ser descaradamente honesto—. Vi que entró a su estudio poco después de que ella —apuntó a la joven y ella desvió la mirada—. Le dio una carta. Los dos se pusieron muy rojos, supongo que sigue dentro.
Shinra enmudeció por un momento. No lograba entender la situación hasta que, tras haberle agradecido al rubio, se encaminó a la entrada del estudio y con sólo asomarse se encontró con un Obi quieto. El mayor estaba sentado tras su escritorio, con las mejillas bien rojas y prestando total atención a la carta que la joven le había entregado.
Era sorprendente, Akitaru había dejado de lado su ejercicio por leer la misiva de la chica.
Shinra estudió un poco más el momento. Obi se llevó una mano a los labios mientras que su corazón comenzó a correr desenfrenado. Jamás se pensó que por medio de esas palabras se enteraría que era bien correspondido. Tomó aire y continuó leyendo la misiva, en el tiempo justo en que Arthur y la joven se unían a Shinra;
Para el comandante que me hizo ver que no necesito ningún otro tipo de amor.
¿Recuerdas cuando me preguntaste en broma, según tú, cuál era mi tipo de hombre?
Cuando me preguntabas en qué pensaba. O tal vez cuando llegaba a sentirme celosa de las mujeres que te buscaban y me alejaba, incluso la razón de mis sonrisas y mi repentino buen humor y gran valor como aprecio que tengo ahora por mi trabajo.
La respuesta a todo esto es un hombre con un sentido fuerte de justicia. Amor por la vida, y que tiene una sonrisa que me despierta todas las mañanas cuando tengo el corazón adormilado; ese hombre eres tú, Akita Obi.
Me gustas, feliz catorce de febrero.
Sin duda era una carta muy corta, pero con mucho peso que el castaño oscuro no pudo dejar de leer una y otra vez. Con este pedazo de papel que tenía en manos podía despejar sus dudas y miedos al ser mayor de la chica por cuatro años.
Terminó de leer por quinta vez. Quería gritar, salir corriendo a los escritorios, tomarla entre sus brazos y darle un enorme beso, pero estaba consciente que en horario laboral lo máximo que podía hacer era agradecerle.
Levantó la mirada, y en una orilla de la entrada encontró a tres cabelleras; Una corta y oscura, Shinra. Otra rubia y con una coleta por encima de la frente, Arthur. Y, la tercera, una castaña y rizada, la chica que le había mandado la carta guardando todos sus sentimientos.
Se dedicaron un par de sonrisas, y Obi enarcó sus cejar para hacerla enrojecer todavía más. Ahora tenían un tema qué hablar por la noche.
—¿Qué hacen ahí? —preguntó el comandante riendo, a la vez que guardando la carta en uno de los cajones del escritorio—. ¿Van a pasar o seguirán husmeando?
Una a una, las cabezas cayeron siendo descubiertas no solo por Obi, sino por Hinawa, quien apareció por detrás con una caja llena de cuadernos, seguramente les pondría más trabajo del que ya tenían.
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Línea azul ━ Fire force escenarios
De TodoEn donde encuentras pequeños drabbles tiernos y románticos con tus personajes favoritos de este anime/manga. Datos. ➤Portada hecha por Balban. ➤Prohibida la copia o adaptación del contenido. ➤Libro publicado el 03 de octubre del 2020. ➤Las imáge...