Kimetsu no Yaiba | ~One shots~ |

|☀️ Rengoku Kyojuro ☀️|

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Contiene spoilers del manga
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-Espera por favor Kyojuro, resiste hasta que llegue- Mis súplicas eran arrastradas por el viento, corría lo más rápido posible, lo máximo que mis piernas podían dar, mi respiración agitada después de correr por un largo tiempo ardía en mis pulmones y garganta, mis piernas dolían, pero necesitaba estar con él.

En qué momento había sucedido todo ésto?

Kyojuro y yo nos conocimos siendo cazadores de demonios, él siempre fue un chico amable y que nunca parecía estar triste, siempre manteniendo una sonrisa en su rostro, a cambio de mí, que solo era una chica que quería vengar a su familia. Cegada por el deseo de venganza perdí el rumbo al que me quería dirigir... Siendo Kyojuro quien me ayudara a mejorar, a tomar la espada y ser alguien que quiera proteger a los demás, no solo por simple impulso u odio, sino por amor. 

Había recibido un informe, acerca de una luna superior rondando cerca de donde pasaba el tren en el que viajaba Kyojuro, pero al parecer el cuervo que me llevaría el mensaje había tardado más de lo usual, seguramente ya habría acabado su misión, notaría la presencia del demonio y pelearía contra la luna superior.

A esté paso no llegaría a tiempo, y en lo único que podía pensar era en el bienestar de todos, pero más en el bienestar de Kyojuro, aunque conociéndolo, sabía que daría todo de él y ganaría... siempre lo hace, pensaba mientras me acercaba al lugar, pero no podía dejar de sentir esa presión en el pecho que me decía que algo no estaba bien.

Cuando finalmente llegué me quedé pasmada, no podía creer lo que sucedía, las lágrimas, ira e impotencia llenaron todos mis sentidos nublandolos por completo, mi cuerpo no reaccionaba. Enterré mis uñas en mi mano, confirmando con el dolor que nada de lo que veía era un sueño.

A lo lejos podía escuchar a Tanjiro maldecir a alguien, seguramente al demonio que había causado todo esto, pero mi mente no lo procesaba,
no podía asimilar lo que mis ojos tenían enfrente... verlo de rodillas ahí, casi sin aliento, y con una gran herida en su pecho, no podía aceptarlo.

Mis sentidos estaban totalmente aturdidos, no podía escuchar bien, mis ojos cristalinos no podían aceptar lo que veían, mis piernas no se movían, necesitaba acercarme pero mi cuerpo me lo impedía.

Solo podía atinar a mirar a lo lejos, con la vista perdida en aquel chico de cabello tan peculiar, que ahora hablaba con Tanjiro pidiendole que se acercara a él, le contó cosas sobre el baile del dios del fuego, sobre su padre y en la fe que le tenía a Nezuko, habló con los demás, y depositó su confianza en ellos, de repente se quedó callado e hizo su mejor intento para poder levantar un poco la voz para que pudiera escucharlo.

-Se qué estás aquí ____, por favor acércate- Aún que mis piernas no reaccionaban, hice todo lo posible por llegar rápidamente a su lado, sentándome sobre mis rodillas para mirarlo a los ojos.

-Discúlpame por no haber podido ganar esta pelea y morir de esta forma, deseaba tener una vida a tu lado, tener una familia, y hacerte feliz, no sé si hice lo correcto como pilar y cazador de demonios, pero sé, que lo único perfectamente correcto que he hecho, es amarte, y tener la vida que me hizo ser quien soy ahora, que me hizo conocer a todos los que formaron parte de ella- hablaba con su sonrisa, esa sonrisa que siempre recordaría, que me dolería, pero a la vez me llenaría de calidez.

-Por favor, te lo suplico no te vayas de mi lado, aún no hemos hecho todo lo que planeamos- Intentaba sonreír, pero solo salía una voz entrecortada y sin fuerza de mi garganta mientras caían lágrimas de mis ojos, haciendo un recorrido por mis mejillas hasta desaparecer en el suelo -Por favor no hables, aún pueden curarte, podemos salir de esto, hiciste un trabajo asombroso, y lo seguirás haciendo, así que por favor resiste-

-Retrase mi muerte para poder hablar contigo, eres mi luna y mis estrellas, mi universo entero, yo siempre estaré a tu lado– puso una mano en mi mejilla mientras me miraba con esos ojos que irradiaban calidez –haré que brilles desde donde yo esté, así que por favor nunca te apagues, vive con orgullo y la frente en alto, hazlo por mí-

Tomó mi mano y me miró por un segundo, pero poco a poco esa mirada se perdió hacia un punto detrás de mí, apagándose por completo. Tardo unos segundos en irse de mi lado, siempre con su sonrisa, su hermosa y cálida sonrisa, sin él no podría continuar, ya nada tendría sentido, todo lo que soy fue gracias a él, por sus enseñanzas, solo quedaría vivir para cuidar lo que el dejó y no sabía si sería lo suficientemente fuerte como para lograrlo.

Lo abracé tan fuerte como pude, y comencé a llorar como una niña pequeña, la luz que estaba en medio de mi oscuridad se había apagado.

Inosuke fue el que nos hizo entrar en razón, aunque él también estaba llorando, Tanjiro y Zenitsu me ayudaron a levantarme, y guiarme para salir de ahí.

-Rengoku-san luchó con valor y orgullo, hasta el final mantuvo su sonrisa- Decía Tanjiro para poder levantar mi ánimo.

-Lo sé, pero pensé... yo solo creí que él ganaría, como siempre lo hace, él siempre gana- comencé a recordar todo lo que tuvo que pasar para poder convertirse en pilar, y lo que pasó en su prueba para ser cazador, -Él tenía esperanzas en ti Tanjiro y en tu hermana, lo motivaste en cierto sentido, y ahora me motivas a mi, tú eres su legado, y siendo así, también serás el mío, haré todo lo posible para volvernos más fuertes y poder derrotar a todos los malditos demonios, lo haré por todas las muertes que han ocasionado, lo haré por mis compañeros cazadores... lo haré por él, lo juro-

Mientras caminábamos pude sentirlo, pude sentir que caminaba a mi lado, juntando nuestras manos en señal de que habíamos hecho una promesa, una promesa que cumpliría a cualquier costa, aunque tenga que dar mi vida para lograrlo.

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