¿Cuánto tiempo es «Para siempre»?

Capítulo 9. Algo diferente

-Contesta. Contesta. Contesta. ¿Por qué no me hablas? ¡Contesta!

Estaba tirada como un estropajo mojado en mi cama, mi mochila yacía en el suelo, mi laptop estaba conectada, había algunos papeles regados por el suelo de mi habitación y mi cama no estaba hecha pero más importante era hablar con Katterine y enterarme de su problema aunque tuviera que sacárselo con cucharita.

Le envié alrededor de ocho o nueve mensajes de voz a su buzón porque jamás me respondía la llamada. Tal vez no le ocurría nada, a ella y a mí jamás nos había pasado nada extraordinario, ni bueno ni malo. Siempre fuimos las típicas chicas normales y aburridas de clase media. Lo más sorprendente que queríamos que nos sucediera era conocer algún día en persona a Harry Styles y Niall Horan para casarnos con ellos; inclusive cuando el mundo entero se riera de nuestros infantiles sueños.

Pero esa podría ser la primera vez que algo diferente le sucedía, aunque quizás no fuera muy beneficioso.

Sin darme cuenta me había quedado dormida, cuando abrí los ojos el reloj de mi mesa de noche marcaba las siete. Me levanté de un respingo, cojí mi mochila, la tiré sobre mi cama, saqué mis cuadernos y libros, y abrí uno de ellos en la página ciento cuarenta y siete. Era hora de comenzar con la entretenida tarea de Álgebra. No es sarcasmo, siempre me gustó Álgebra.

Un cuarto para las ocho decía mi reloj cuando cerré mi libro y suspiré. Guardé mis cursos correspondientes en mi maleta, di gracias a Dios porque no tuviera ninguna tarea más compleja o laboriosa para el día siguiente, me quité mi feo uniforme y desnuda me lancé en mi cama deshecha.

Sentí cada bordado de mi edredón con las yemas de mis dedos, me sentí en un comercial de colchones por cinco segundos y me senté. Cojí una hoja de uno de los cajones de mi mesa de noche y un lápiz que hallé bajo mi almohada para comenzar a pensar en qué eacribir.

El teléfono comenzó a sonar. Levanté el auricular.

-¿Buenas noches?

-¡Señora Brandon, Nella no quiere hablarme! ¡Dígame qué hacer, por favor! -gritó un histérico dejándome casi sorda.

-¡¿Quién demonios es Nella?! -grité en el mismo volumen muy enfadada.

-¡Mi novia! -continuó con el repertorio de gritos desgarradores de garganta.

-¡Dígale lo lista que es por ignorarlo! -Se me rasgaban las cuerdas vocales.

-¡¿Quién mierda es usted?! ¿¡Cómo se atreve!? -Oí aún alejando el auricular unos diez centímetros.

-¡No soy la señora Brandon!

-¡¿Pues quién es?!

-¡Su hija, maldita sea! -grité con una voz ya irreconocible.

-Oh... -pronunció perfectamente tranquilo-. ¿Y usted es soltera?

Colgué y gruñí.

《No muy apreciado extraño,

¿qué tal? ¿Hace frío o calor en donde estás? ¿Estás arriba o abajo? ¿Puedes verme todos los días? ¿Me ves ir a la escuela y me cuidas para que no me pasen cosas malas? Cuéntame cómo te sientes, dime si puedes sentir.

¿Qué opinas de lo que estoy haciendo con mi vida? ¿Qué opinas sobre lo que están haciendo los demás conmigo? Supongo que fuiste testigo de que estuve enfadada todo el día porque un idiota comentó en mi blog y otro me empujó en mi salón. ¿Por qué algunos son tan brutos? ¿Tú crees que Nick sea diferente? Creo que estoy enamorada de él. Siento mi corazón acelerado cuando está cerca pero no sé qué significa porque nunca antes ningún chico me había tratado de esa forma y nunca he estado enamorada. A su lado me siento mayor. Y eso me gusta mucho, no soy una niña inmadura en realidad. ¿Me das permiso de salir con él? Jamás sabré si Harry es el indicado a menos que sepa cuando parece amor pero no lo es.