16.

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Capítulo 16.

Christoph
Al abrir la puerta pude ver por fin esos hermoso ojos, tan brillantes, aquella mujer que me volvía loco, a la que no podía quitar de mi cabeza, me abrazó y me dio un beso en la mejilla, saludandome, hice lo mismo, le dije que entrara, sonrió y lo hizo, al fin y al cabo era nuestro departamento.

-¿cuántos días han pasado?— pregunté riendo a lo que ella rió y negó con la cabeza.
-Solo cuatro días, Chris, no es para tanto— se acerca a mi y me sonríe.
-¿y?, ¿Qué tanto hiciste?... ¿él... cómo te trata?— le pregunté en verdad interesado, sé como es Till y la verdad no me gusta para nada su actitud con las mujeres... aquel personaje de las bandas... Ya se volvió realidad y eso me da miedo, debo admitirlo.
-Christoph, él me trata bien... Till, me trata bien, deja de actuar como si no lo conocieras.
-Zonja, no sabes de lo que Till es capaz...— la agarré del brazo jalandola hacia mi para que me hiciera caso, me vio con el ceño fruncido por hacer aquel acto algo brusco, me quitó su brazo con fuerza— sólo no quiero que te haga daño... No quiero... sabes lo que siento por ti y... Bueno, creo que no te importa eso ya, ¿verdad?, ya que estás con Till.
-Chris...
-Entiendo, entiendo perfectamente, Zonja— ahora yo era el que estaba molesto... Dios, es que Till es... es un hombre detestable, al que todos aman cuando debe ser todo lo contrario, él sabe conseguir todo y... yo la mayoría de veces no tengo ni una mierda...— ¿te irás de nuevo con él?
-No... bueno, no lo sé, me invitó a cenar— rodee los ojos y asentí con la cabeza— pe-pero podemos pasar todo el día juntos, perdóname, Chris...
— la vi y tenía una cara... ahg, soy tan débil con esta chica, no podría estar verdaderamente molesto con ella— Bien, podemos pedir comida y ver series— le guiñé el ojo y sonrió y me abrazó.

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Till
Debo admitirlo, estaba emocionado por esta noche, acordé con Zonja que nos veríamos está noche, le dije que sólo quería ir a cenar con ella, pero no es algo tan simple como suena, en realidad está cita tendrá mucho significado. Pude hablar con el encargado del restaurante, pedí que el lugar esté decorado específicamente como lo pedí, al igual que el lugar donde nos vamos a sentar, todo estará decorado con flores de diferentes tonos de azul y rojo, también habrán velas para que él lugar se vea más romántico, el menú de esa noche será especial, también me encargué de ello, quería que Zonja se sintiera como en casa, así que pedí que el menú tuviera comidas típicas de México y también de aquí, Alemania, para que podamos probar de todo un poco.

Tengo pensado decirle cuando me gusta, cuanto la amo y cuando la necesito en mi vida... este tiempo que pude estar a su lado me he dado cuenta de varias cosas... tal vez no sea la única mujer en este mundo, pero por fin siento que ella encaja perfectamente conmigo, que aunque tenga a cualquier mujer siempre la escogería a ella y a nadie más, que siempre la escogería a ella cuando tenga aquellas inmensas ganas de tirarme a alguien, que siempre será ella, ella y nadie más. Cuando Zonja está conmigo dejo de ser la persona que suele fingir conforme a su comportamiento y sentimientos, con ella siento que puedo ser yo mismo...

Es extraño y jamás había sentido tal cosa y por eso me cuesta trabajo procesar esto aún... pero debo aceptarlo, debo comprender que Zonja es mi verdadera debilidad.

Aunque aún faltaba mucho para la cita, estaba viendo los trajes que tenía en mi armario y al parecer ninguno me convencía, suspiré del fastidio que esto me traía y saqué mi celular del bolsillo de mi short, busqué el número se Emu y le llamé.

***
-¿Qué pasa Till?

-Necesito un traje, necesito uno algo... No tan común, quiero uno con el que me vea más que bien...

Pálido Infierno. | COMPLETA. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora