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Louis abrió los ojos, gruñó y los volvió a cerrar, quejándose internamente de haber despertado y no poder tener una vida normal.

El hecho de ser hijo del diablo tiene sus beneficios pero al crecer no tiene el cariño que se merece y consigo trae más consecuencias. Dando a Louis el problema de no saber amar.

Durante su niñez pudo tener una vida casi normal, si no hubiera sido porque provocó caos y terror en cada jardín infantil al que asistía.

El ojiazul sintió el calor corporal de alguien mas, abrió sus ojos alarmado y ahí vio una mata de rulos. Una inconsciente sonrisa se escapó de sus labios.

Sintió como Harry se removía incómodo entre sus brazos.

Louis se hizo el dormido para poder disfrutar de la compañía de Harry que seguía durmiendo a su lado.

A los segundos Harry se movió bruscamente.

Harry quitó repentinamente el brazo de Louis que rodeaba su cintura, sabiendo que el mismo había puesto el brazo de aquel demonio en su cintura. Louis recordó que no había cerrado bien la jaula.

Harry se paró y salió de la habitación, Louis por su parte se tumbó boca arriba, mirando el techo. Maldiciendo el hecho de haber sido un demonio, de no saber que es lo que siente cada vez que aquel chico lleno de rulos está cerca de él.

¿Será que su padre lo haya castigado y siempre que Harry se acerque a el, sentirá que su estómago se descompone?

Louis se levantó y a pasos lentos se dirigió a la cocina.

Extrañaba estar en la tierra con todos los mundanos, poder comer hasta el cansancio.

Cada cosa que hacía era reprochado por su padre, por lo tanto tenía prohibido todo lo relacionado a los humanos. Dio un gran suspiro y entró a la cocina.

—¿Necesitas algo de comer? —preguntó Louis con el semblante serio

Harry negó.

—No has comido nada, tienes que comer algo —reprochó el ojiazul

—Un sándwich —habló Harry y se sonrojó por su timidez

Louis tronó sus dedos y apareció un sándwich.

—Falta el avocado —se quejó Harry

—Que asco, fucking avocado —dijo Louis e hizo una mueca de asco—. No entiendo por qué lo comen, ni que fuera delicioso

Harry puso los ojos en blanco y empezó a comer su sándwich.

—Louis, ¿Cuántos años hubieras tenido si hubieras sido una persona común y corriente? —preguntó Harry inocentemente

—18

—Y realmente, ¿Cuántos tienes?

—118 —respondió Louis

Harry asintió, pensando que probablemente pudieron estar juntos en algún momento, si sus vidas hubieran sido diferentes.

Harry a pesar de ser tímido buscaba poder ser libre, expresarse y poder entablar una conversación con el ojiazul sin ponerse nervioso o terminar discutiendo.

No le gustaba ni nada, solo que esos ojos azules intentos le hacían mal, lo ponían nervioso y sus piernas temblaban.

—¿Qué haremos hoy? —preguntó Harry sin levantar la mirada

—Tú nada, yo debo ir a ver a mi mamá —habló Louis mientras salía de la cocina

—Mmh —Harry hizo ese sonido extraño para si mismo

Harry volvió lentamente a la habitación, cuando entró no había nadie.

Fue hasta su jaula y se sentó abrazando sus piernas. Una que otra lágrima caía lentamente, haciendo que sus ojos pesaran y se quedara dormido en cosa de minutos.

Louis ya estaba en su casa, con su familia humana, siendo abrazado por sus hermanas.

—Lou, ¿Y el chico con el que viniste el otro día? ¿Dónde está? —preguntó Lottie

—En casa. Mamá, ¿Podemos hablar? - preguntó Louis y su mamá asintió

Lou fue hasta la habitación de su mamá, ella iba pisándole los talones, cerraron la puerta y Lou se tiró a la cama.

—No se que hacer, hoy despertó a mi lado —soltó en un suspiro

—Amor, él es un bebé todavía, es un niño. Entiende eso, su vida debió ser muy diferente

Lou asintió.

—Primero pon una cama para él, tiene que estar cómodo y descubre algo que le gusta para que se distraiga, no queremos que entre en depresión o algo así —habló Jay mientras le hacía cariño en el pelo a su hijo

—¿Cuándo podría venir con el?

—Cuando quieras, incluso podrías quedarte unas semanas para pasar tiempo en familia —le sonrió a su hijo

—Gracias mamá, nos vemos —le dio un beso en la mejilla y desapareció








El Diablo Me Visita [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora