produkt der phantasie | song yuqi & wong yukhei [adaptación]

fünf

Yuqi nunca antes había escuchado a las personas que habitaban en su cabeza hablar sobre familia o contradecir su realidad, esa realidad en la que ellos no existían.

Pero con Yukhei todo había cambiado.

—Yo... Aún no se tu nombre.— musitó suave el moreno.

—Song Yuqi.— respondió suavemente.

—¿Y tu qué haces por aquí?— preguntó con algo de curiosidad. —¿No estudias o trabajas?

Yuqi negó levemente.

—No hago mucho. Mi vida aquí es aburrida, Yukhei. No puedo salir de casa, estudiar o trabajar.— respondió cabizbaja.

—Al menos tienes comida.— soltó él chico restándole importancia.

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Aunque podía hablar de cosas triviales con el joven moreno, Yuqi no dejaba su rutinario aburrimiento, en especial porque todas las conversaciones con Yukhei terminaban en algo relacionado con comida. Ese chico estaba hambriento la mayor parte del tiempo.

Por primera vez en el día, la niña morena apareció en la mente de Yuqi, mirándola profundamente como siempre.

—¿Qué ves?— preguntó el chico con la boca llena de migajas de pan.

—A la niña.— soltó mirando a Yukhei, quién la miró confundido. —¿Tú no la puedes ver? Porque tú tambien eres de mi mente, ¿puedes verla?

Yukhei negó levemente, tratando de tragar lo que tenía en su boca.

Entre sus alucinaciones, nunca se habían cruzado varias al mismo tiempo. Por ejemplo, jamás habían estado la niña y la albina en el mismo lugar. Quizás su mente era buena imaginando cosas, pero no tenía la capacidad de poder poner dos de esas cosas en la misma situación.

Yukhei decía no verla, pero no podía preguntarle a la morena. Nunca había hablado y no haría una excepción por el muchacho.

Yuqi ignoró la mirada de la niña y fue por el ordenador de su madre, ese que tenía dos usuarios, uno especial y el otro con contraseña, para colocar algo de música.

—Esa canción es bonita.— comentó Yukhei cuando había terminado con la comida. —¿Cual es su nombre?

—Butterfly.— respondió Yuqi para seguir la letra y dejarse llevar por la música.

Si había algo que Yuqi podía disfrutar como una chica normal era la música. El psiquiatra decía que las melodías suaves incentivaban a la tranquilidad en su cerebro.

Yuqi era sensible a ese tipo de musica, le producían un gran deseo de tirarse a llorar por horas.

Aunque la chica no tenía grandes recuerdos, como ver una estrella fugaz, un viaje en avión o simplemente una salida a un parque de diversiones, todas las canciones la hacían sentir nostálgica, quizá era por eso que le daban ganas de llorar cada vez que las escuchaba.

Yukhei observó a la chica que se sentaba en el sofá mirando hacía el techo. Decidió apreciar lo bonito del momento y disfrutar la melodía de la canción.

—“Can you please stay with me?”— canturreó Yuqi perdida en la música.

—¿Cómo se llama esta?— preguntó el moreno abrazándose a sí mismo.

—“Just one day”.— respondió la chica sin dejar de mirar al techo. —¿Te gusta?

—Me gusta si te gusta.