Llevábamos todos los cursos juntas, todos. Tenias mas amigos, y yo también comencé a hacer mas amigos por mi cuenta; pero era inevitable, las dos hacíamos todo juntas. Eramos juntamos en todos los trabajos, ahora éramos parte del mismo grupo, y grata fue la sorpresa cuando descubrimos que vivíamos cerca de la otra. Tu mamá me dejaba todos los días en mi casa después de clase, y cuando teníamos algún trabajo que hacer, las dos íbamos a mi casa y luego ella pasaba por ti.
Comenzaste a quedarte en mi casa hasta las 12:30 muy seguido, en un inicio era para hacer trabajos, pero luego no importaba que tuviéramos que hacer o que no tuviéramos que hacer, igual venias a mi casa y estábamos juntas. Te conté que amaba ver películas o ver series, tu me dijiste que no tenías ese habito, pero lo hacías por mi. Cada vez empezaste a disfrutar de mis hobbies, y yo de los tuyos. Cocinábamos juntas, bueno, cocinaba yo mientras tu me mirabas y te ibas comiendo la masa; agarrabas tomates, los lavabas y te los comías sin pelar, como si fuera una manzana.
En esas 4 horas que pasábamos juntas yo solo no podía parar de reír, siempre estabas haciendo una locura y desde el día uno que viniste a mi casa entraste en confianza instantáneamente. Recuerdo al inicio sentirme un poco incomoda, ninguna de mis amigas era así, ni una sola; todas siempre me preguntaban antes de agarrar algo, no se echaban en mis sillones, mucho menos se echaban en mis piernas. Pero tu eras así, libre, confiada y feliz.
- Bruno esta celoso - dijiste riendo, estabas echada en mis piernas mientras veíamos una película. Ya estábamos en el mes de setiembre, 7 meses de clases y nuestra amistad era cada vez mas fuerte
- ¿Por que? - pregunté sorprendida
- El siempre intentó ver películas conmigo pero nunca acepté - dijiste mientras comía canchita
- Soy tu favorita pues. Que no intente competir que pierde - dije riendo. Agarré canchita y comi.Bruno. Complicada historia. En este entonces salías con Bruno, casi 3 años de relación; claro, 3 años entre terminar y volver. Yo sabia que lo querías, sabia que era alguien muy especial para ti. ¿Pero lo amabas? Siempre tuve mis dudas. No era un tema muy recurrente entre las dos, pero hablábamos de eso de vez en cuándo. Se veía que el era una gran persona, lo había visto unas cuantas veces cuando pasaba a recogerte de la universidad; pero algo que me llamaba la atención, era que nunca vi ese cariño, ese puro amor entre los dos. Nunca te lo dije, no era mi asunto, solo sabia que quería que fueras feliz y que te defendería de todo mal. Eso hacen las amigas, ¿no?
Pero lo curioso de esto, es que yo sentía que las dos ya éramos cercanas, pero al mismo tiempo sentía que algo faltaba. No eras de contarme cosas intimas, no conocía mucho tu relación con Bruno, no sabia si estabas bien o mal; era raro, éramos muy amigas, pero no tan confidentes. Y por ese mismo motivo, yo tampoco era de contarte cosas muy privadas, aunque mi vida era realmente 0 emocionante.
No fue hasta un día que hice algo muy malo, que me carcomía por dentro que nuestra amistad avanzó ese último peldaño hacia la mas íntima amistad que he tenido. Fui a una fiesta, estaba borrachísima, y un chico que yo sabia que tenia una hija y vivía con su enamorada intentó algo conmigo. Yo no pensaba muy bien las cosas, yo no voy a excusarme en el alcohol, no voy a decir que esa no era yo, por que si lo era; pero no tenia dos dedos de frente que me ayudaran a tomar una buena decisión. Mariano era el mejor amigo de mi primo, era como familia para mi; almorzábamos todos los domingos juntos por que era vecino de mi primo, era realmente prohibido para mi. Me llevaba 7 años, me había visto crecer, simplemente era algo imperdonable.
Subí para irme a dormir, el me acompaño a mi cuarto y cuando el estaba por irse le pedí ayuda con mis zapatos; estaba tan borracha que sentía que si me agachaba me iba a caer de la cama. El también estaba borrachisimo, intento sacarme el zapato desatándolo pero no pudo. Nos comenzamos a reír y me dijo que mejor me lo sacaba de una; no dejábamos de reírnos, no era tan gracioso, pero no parábamos de reír. Me saco los dos zapatos y se sentó en la cama, puso una mano en mi pierna para apoyarse, se había mareado. Nos miramos, me miró a los ojos, le mire la boca, nos besamos. Se paró y cerro la puerta, la fiesta seguía abajo. Algo dentro mío decía algo, pero yo no lograba escucharlo, no lograba entender que me decía.
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No me llames amor, a menos que realmente lo sientas
Romance"Esta es la última vez que vuelvo a tocar este tema Lucero. No importa si duele, no importa cual sea la verdad, por favor respóndeme con honestidad." Respiré hondamente. "¿Qué sientes por mí?" Te pregunté en el bar. "Amor" respondiste mientras me m...