Después de haber comido las hamburguesas los papás de mis amigas me dejaron en mi casa, eso era lo maravilloso de vivir a una cuadra de distancia. Cuando por fin estaba lista para descansar y dormir, sonó una notificación en mi celular. En primera instancia me sorprendí, ya que yo jamas tengo el celular con sonido; pero luego, me sorprendí aun mas cuando vi el porque de la notificación: Julián me había mandado una solicitud de amistad. Exhalé abruptamente y puse los ojos en blanco, ¿que no entiende que no me cae?
Dudé unos cuantos minutos en si aceptar o no la solicitud, tenía miedo de que me hablara por privado o me pidiera mi numero; pero luego sentí que realmente estaba exagerando, no había manera de que fuera a hablarme porque sinceramente no lo traté muy bien en el restaurante. Dudé unos segundos más, pero al final acepté la solicitud. Me eché en mi cama boca arriba y comencé ver las estrellas pegadas en el techo; me sentía muy rara, pensé que seguro era el día, que estaba sensible o que también podía ser la regla. Y aunque intente darle un sentido a ese sentimiento, no lo logré, o por lo menos no lo logré en esos minutos; no fue hasta que volvió a sonar mi celular que entendí que me pasaba: Julián me había hablado.
No tenia sentido, ¿sabes? No entendía porque me hablaba, no entendía porque me sentía así, y mucho menos entendí porque le respondí ese mensaje cuando lo único que hice toda ese noche fue odiarlo en secreto. Pero eso hice, y comenzamos a hablar por Messenger de vez en cuando, y luego que pidiera mi número, empezamos a hablar mas seguido. Cada vez que hablábamos mi desagrado por el iba disminuyendo, hasta que un día me descubrí disfrutando nuestra conversación. Y de un momento a otro, empezamos a coquetearnos; habían pasado dos meses desde que nos conocimos y había llegado a quererlo.
Me dijo que quería verme, solo habían pasado dos semanas desde que dejamos de hablar como amigos y comenzamos a ser mas directos, por lo que me dijo que teníamos que hablar de lo que estaba pasando. Quedamos en que él pasaría por mi cuando acabará el colegio e iríamos a un parque a conversar. Yo jamás me había besado con alguien y estaba muy nerviosa al respecto; sentía que ese día seria el momento indicado, quería que fuera con el.
Creo que cuando hablas mucho con alguien por teléfono, puedes imaginar como es el otro en persona, sus actitudes, sus acciones, su forma de ser; pero cuando lo llegas a ver y ves a su verdadero yo, estas expectativas pueden no cumplirse y ocasionar una gran decepción. Cuando lo vi pensé que todo sería mas natural, pero no fue así; los dos estábamos nerviosos, no sabíamos como actuar y en algunos momentos nuestros movimientos hasta se veían torpes con el otro. Buscamos parques cerca de mi colegio para hablar, pero no encontramos; así que decidimos tomar un taxi y dirigirnos a su casa.
Cuando estábamos en el taxi me tomó de la mano y con el otro brazo me abrazó; se sentía un poco extraño, nunca había estado en una posición como esa con alguien y no se sentía como pensaba que debía sentirme. Pero no me moví, lo dejé abrazarme; cuando ya estábamos a mitad de camino sentí como empezaba a mirarme la boca, se me hizo un nudo en el estómago. ¿Quería que me besara? Ya no estaba segura. Pero no tenía tiempo para pensarlo, comenzó a acercarse hacia mi y de un momento a otro me besó. Fueron 3 segundos, los 3 segundos mas largos de la vida, en esos 3 segundos solo pensé: ¿que es lo que estoy sintiendo?. Y me alejé de el.
Le dije que me ponía nerviosa, y solo me oculté en su pecho. No puedo llegar a explicar lo INCÓMODO que fue eso; yo solo quería irme y no volver jamás. Sentí cosas que nunca había sentido, y esto no solo me incomodó, me dio miedo también. Llegamos a su casa, dejé mis cosas y me dijo para salir a caminar; acepté porque quería respirar aire fresco, pero todo empezó a empeorar. Cuando estábamos caminando me agarró de la mano de la manera mas dulce del mundo, pero lo primero que vino a mi mente es que no quería que me tocara. Busque una excusa para que me soltara, y aunque intente que esta no fuera evidente, lo fue.
Yo no quería hacerlo sentir mal, no quería hacerle daño, pero por razones que realmente no entiendo mi propia mente y cuerpo me estaban traicionando en ese momento. Llegamos a Starbucks y solo pensé, tengo que hacerle saber que no quiero nada con el. Así que saqué mi celular y comencé a ignorarlo, ¿de cobardes no? Pero funcionó a la perfección. Y fue aquí donde me cagó el autoestima.
- Caye - dijo visiblemente incómodo - creo que esto no esta funcionando.
- Lo se - dije apenada - creo que nos apresuramos a intentar algo mas allá de la amistad. Estábamos mejor como amigos, ¿no?
- Si - dijo un poco mas serio - la verdad es que hay una chica a la cual no he podido olvidar, y aunque intenté dejar de pensar en ella contigo no funcionó.Mi cerebro dejó de funcionar. Tengo que haber escuchado mal, ninguna persona sería capaz de decir algo así a la ligera. Yo lo quería, y aunque mis nervios, mis inseguridades, mi ansiedad estaban saboteando esta cita, eso no quitaba que en el fondo a mi me gustara y que claramente al decirme algo así me lastimaría. ¿Nunca le guste? ¿Me utilizo? ¿Quien es esa chica? ¿Estos dos meses hablando, siempre estuvo pensando en alguien mas? Opté por reírme y no decir nada más.
- Se llama Mariana - dijo el imbécil - es un año menor que tu y también estudia en tu colegio; intenté salir con ella el año pasado, llegamos a estar en algo pero no funcionó.
- Que hablas - dije muy seca - no la conozco
- Deberías conocerla, creo que que te caería muy bien - sonrío - Se parecen mucho - y ese fue el colmo.Le escribí en ese mismo instante a mi papá y le pedí que me recogiera. Me inventé la primera excusa que se me ocurrió para justificar el porque me iba antes de tiempo, no podía seguir allí. Jamás me había sentido tan dolida, utilizada y humillada. Yo en todo momento intenté proteger sus sentimientos, y el no tuvo la mas mínima consideración conmigo. Lo que más me dolía era que el fue la primera persona que se fijo en mi, y resulta, que realmente no se había fijado en mi.
Llegué a mi cuarto y lloré, lloré hasta quedarme dormida. Yo lo había alejado por el miedo que me dio al sentir esas emociones tan intensas, pero el jamás sintió eso por mi. Ese fin de semana tuve mucho que pensar, no entendía como me podía gustar alguien, pero al mismo tiempo me podía incomodar tanto con la proximidad. Ese día muchas inseguridades nacieron en mi, y aunque uno pensaría que después de eso me alejé de él, estarán muy decepcionados en saber que no fue así. Seguimos siendo amigos, y aunque a mi me gustaba, el no parecía sentir lo mismo por mi; pero eso no era lo grave, lo grave era que ni siquiera era un buen amigo: no me saludó por mi cumpleaños, coqueteaba conmigo cuando estaba aburrido, gileaba conmigo y luego se gileaba a otra en mi cara, y eso no fue lo peor que me hizo.
Lo peor que me hizo fue a finales de año. Lo invité a mi fiesta de promoción, la noche que mas había esperado desde que había sido una niña y vi mi película favorita en el cine: High School Musical 3. Soñé con esa noche toda mi vida, y aunque varias personas me dijeron que no lo invite porque me cagaría la noche, yo solo no me imaginaba esa noche con alguien mas. Yo estaba muy ebria esa noche, pero nada jamás logrará borrarme la imagen de Julián intentando besar a una de mis mejores amigas en la fiesta.
Cuando vi eso el mundo se me cayo en mil pedazos. Yo sabía que él no me veía como algo más, ¿pero querer besar a alguien mas en MI noche? Eso era lo mas bajo que podía hacerme. Me fui corriendo al baño y no salí de allí, lloré todo lo que el cuerpo me permitió y no paré. Intentó hablar conmigo, pero ya no había vuelta atrás; logré entender que no me quiso y jamas lo haría: ni como enamorada, ni como amiga, ni como persona. Esa noche sufrí mucho, lloré mi vida entera, y cuando pensé que nada podía hacerme sentir mejor apareció Carlos y empezó a consolarme.
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No me llames amor, a menos que realmente lo sientas
Romantizm"Esta es la última vez que vuelvo a tocar este tema Lucero. No importa si duele, no importa cual sea la verdad, por favor respóndeme con honestidad." Respiré hondamente. "¿Qué sientes por mí?" Te pregunté en el bar. "Amor" respondiste mientras me m...