capitulo 26

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Cade no era el único pensando sobre el futuro. En SideBar, hicimos nuestra buena celebración y bebimos y comimos, pero la conversación pronto se volvió sentimental. Compartimos recuerdos de nuestras primeras presentaciones, clases que habíamos tenido juntos, fiestas que habían salido terriblemente mal. Rusty sugirió que podíamos tener otra fiesta de besos, y fue atacado por servilletas y trozos de papel e incluso un rollo caliente.

Justo como en el teatro —la vida a veces tiene momentos perfectos cuando todas las estrellas se alinean, y tú estás exactamente donde quieres estar con gente genial, haciendo exactamente lo que quieres hacer.

Salir de la universidad parecía imposible.

Nunca había sido tan feliz como en los cuatro años que había pasado aquí. Miré alrededor de la mesa mientras la gente se reía y gritaba (sólo teníamos un volumen —realmente alto). Estas personas eran mi familia. Ellos me entendían y me conocían en maneras que nadie más lo hacía.

No podía imaginar mi vida sin ellos.

—¡Uh-oh! ¡Alerta de lágrimas! —Exclamó Kelsey—, ¡_______ se está poniendo llorona!

Limpié mis ojos, y vergonzosamente, ella tenía razón.

—¡Cállate! Es sólo que los amo chicos, ¿de acuerdo?

Los brazos de Kelsey se envolvieron en mí primero, luego los de Rusty, luego los de Cade, y luego perdí la cuenta.

Rusty dijo—: Deja de actuar como si no tuviéramos un mes más juntos. No se ustedes chicos, pero tengo una enorme lista universitaria de cosas que hacer antes de morir que necesito que me ayuden a cumplir. Comenzando con emborracharme en mi última noche de apertura. Así que, vamos a empezar.

Comí y bebí, sólo escuchando las historias y conversaciones a mi alrededor, absorbiendo todo. La vida era buena, y si por mí fuera, estaba a punto de ponerse aún mejor.

Era más difícil de lo qué pensé que sería el excusarme después de que la cena terminara. No porque estaba nerviosa sobre lo que planeé para esta noche, de hecho me sentía feliz sobre eso, era porque no quería dejar a mis amigos.

Era algo gracioso el extrañar a la gente incluso antes de que las habías dejado, pero eso era lo que estaba sintiendo ahora.

Un poco de melancolía se quedó en mí todo el camino fuera del bar y dentro de mi auto. Pero no pasó mucho tiempo para que desapareciera tomando en cuenta hacia donde me estaba dirigiendo. No le escribí a Luke cuando estaba en mi camino como le había dicho que haría, porque quería un poco de tiempo para preparar las cosas.

Tomé una rápida ducha, y luego dejé mi pelo suelto para que se secara en rizos, porque a Luke le gustaba de esa forma. Me hacía pensar sobre aquella noche en el club, y mi corazón latía más rápido al recordarlo.

Encontré la bolsa de Victoria Secret en el fondo de mi armario que contenía la ropa interior que había comprado específicamente con esta noche en mente. Me la puse, tratando de imaginarme de nuevo lo que Luke podría pensar o sentir exactamente cuando me viera.

Mirándome en el espejo, me sentía sexy, como él siempre había dicho que yo era. Me puse de nuevo el vestido que había usado después del show, no queriendo mostrar nada aún. Arreglé mi habitación, me aseguré de que hubieran condones en la mesita de noche, y luego me senté en mi cama.

Estaba haciendo esto.

En serio estaba haciendo esto.

Iba a tener sexo con Luke… esta noche.

Algo brotó en mi pecho. Primero pensé que eran nervios, pero luego lo reconocí. Era el mismo tipo de sentimiento que tuve cuando me di cuenta que había sido escogida como Fedra y luego de nuevo cuando el show había ido tan bien. Era algo más haya de emoción, algo mejor.

Porque podía, me subí en mi cama, y salté. Se sentía muy bien así que lo hice de nuevo. Agité mis brazos porque parecía lo correcto de hacer, y luego cubrí mi rostro con mis manos y dejé escapar el grito más silencioso que pude manejar.

—¿Qué estás haciendo?

Luke estaba a los pies de mi cama, una sonrisa divertida se extendía en su rostro. Chillé y me dejé caer en la cama.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Le pregunté.

—Vi tu auto afuera, así que vine. No me había dado cuenta de que habías comenzado la fiesta sin mí. ¿Doy por entendido que estás emocionada por cómo el show salió está noche?

Me bajé de la cama con tanta gracia como pude (es decir, con cero gracia). Debí haber esperado algo como esto. Parecía que no era capaz de tener un momento íntimo con Luke sin hacer algo supremamente vergonzoso. Al menos esta vez sucedió al principio.

—El show estuvo genial, pero me alegro de estar en casa. —Puse una mano en su pecho y él envolvió sus brazos alrededor de mí en un abrazo.

—Estuviste genial y ahora puedo tenerte toda para mí.

No había realmente pensado en la mejor manera de abordar lo que quería hacer esta noche. Había pensado sobre la ropa interior y los condones y el probable dolor, pero no tanto sobre la “Oye, estoy lista para tener sexo” conversación.

Quiero decir, él es un chico, así que dudaba mucho que él se preocupara sobre cómo se lo diría, pero aún así… quería hacerlo bien.

—¿Cómo estuvo la celebración? —Me preguntó.

—Bien, realmente bien. Voy a extrañar a todos cuando nos graduemos. Es un poco loco pensar que sólo queda un mes.

—Un mes. —Él sonrió, y se inclinó para besarme. 

Creo que él sólo quería un beso rápido, pero realmente no le di una opción en el asunto. Enrollé mis brazos alrededor de su cuello para mantenerlo a mi nivel, y presioné mis labios más firmemente sobre los suyos. Él murmullo suavemente, y las vibraciones estremecieron mis labios. Sus manos se enroscaron alrededor de mi caja torácica, y yo quería más, mucho más. Quería que me tocara por todas partes.

Cuando él estaba yendo más lejos, abrí mi boca y tracé la comisura de sus labios con mi lengua. Él me dejó, y su sabor era tan adictivo como siempre. Con cada roce de su lengua en mí, me sentía más segura.

Quité mis brazos de su cuello, y deslicé una mano por debajo de su camisa, presionando mis dedos en su espalda. Sus manos permanecieron en lugares seguros, mis costillas y mi cuello, pero las sentí temblar y apretarse ligeramente al contacto de piel con piel.

Él siguió besándome… lentamente, con seguridad.

Puse mi otra mano debajo de su camisa, sintiendo los músculos en sus abdominales, y hacia su pecho. Yo esperaba que él tomara la indirecta y moviera su propia mano como correspondía.

No lo hizo.

Frustrada, lo moví ligeramente hasta que mi cama estuviera presionada en la parte posterior de sus rodillas y luego lo empujé. Él se dejó caer en la cama, y yo no perdí tiempo para subirme en su regazo, presionándome contra él de la misma forma que lo había hecho la primera noche que casi tuvimos sexo.

—________, —susurro. Era casi una advertencia, pero no tanto.

Probablemente debería decirle lo que quiero, pero la manera en la que me besaba, o más acertadamente, la manera en la que no me estaba besando me hacía sentir insegura, desesperada. Él aún me quería. Esto me lo decía. Y yo lo creía. La mayor parte. Yo sólo necesitaba un poco más de afirmación.

Me hice hacia atrás, y esperé a que abriera sus ojos, a que me mirara. Cuando sus ojos se encontraron con los míos, eran un poco más claros, demasiado centrados para mi gusto. Bajé mis manos y tomé el borde de mi vestido. Él hizo un sonido con su garganta cuando comencé a tirar de él hacia arriba, pero no me detuve hasta que lo tuve sobre mi cabeza. Al principio sus ojos se mantuvieron firmemente en los míos, pero cuando me incliné hacia delante, teniendo cuidado de rozar su pecho contra el suyo, él miró hacia abajo.

Su ingesta de aliento era exactamente lo que había estado buscando.

El sostén negro sin tirantes era tan apretado que tenía posiblemente el mejor escote que alguna vez he tenido o que tendré. Y las bragas, bueno, a penas sí podías llamarlas así.

—________, —esta vez, había definitivamente un tono de advertencia—. Estás sobreestimando mi auto control.

—Oh, estoy bastante segura de que estimo tu control perfectamente.

Me incliné hacia delante hasta que estaba presionando con fuerza contra sus caderas. Mis labios se cernían sobre los suyos, esperando a que él me besara. Había acabado con lo de estar a la ofensiva. Era su turno de venir a mí.

Como siempre, la sola anticipación era suficiente para excitarme. Su mirada se movía entre mis ojos y mi boca, y ahora que yo me había reducido a sólo ropa interior, sus manos encontraron mi piel sin importar dónde las pusiera. Una ya estaba calentando mi espalda baja, y la otra estaba en mi pelo. Sacudí mis caderas contra él, y la mano en mi pelo se apretó.

—_______. —Su respuesta estaba entrecortada, como si estuviera en sufrimiento.

Yo sonreí. Esto era bastante divertido.

—Luke, —repliqué, con los ojos muy abiertos y tan inocentes como los pude hacer.

—Esto es lo opuesto a ir lento.

Exhalé, balanceándome hacia delante para que mi labio inferior apenas lo rozara. Me froté contra él, deteniéndome al ritmo más lento que pude. Le dije—: Creo que ya hemos ido lo suficientemente lento.

El brazo en mi espalda tiró de mí, hasta que mi pecho presionaba contra el suyo. Él aún tenía su camisa puesta. Quería que se la quitara.

—¿Qué significa eso? —Ah, ahí estaba esa mirada que me encantaba —oscura, un poco desenfocada.

—Significa, —dije mientras mis manos encontraban la parte inferior de su camisa—, Que ya me cansé de ir lento.

Tiré de ella, y sus brazos siguieron de forma automática, dejándome tirar de su camisa sobre su cabeza antes de que sus manos fueran justo de vuelta a sus posiciones anteriores. Nuestros pechos se encontraron, piel deslizándose entra piel, y él gimió. Dijo—: Voy a necesitar que estés muy segura de lo que estás diciendo en este momento, _______.

Muy bien, era hora de simplemente decirlo. Y sin eufemismos como la bestia de dos espaldas o el tango horizontal o algo ridículo. Sexo. Si iba a tenerlo, podría seguramente decirlo. Me incliné y lo besé con valentía. Al diablo con hacerlo venir a mí. Eso tomó mucho tiempo. Cuando me alejé, sus labios trataron de seguir. Lo calmé con otro beso rápido y dije—: ¿Me haces el amor?

Todo en él se tensó ,sus manos en mi, su hermoso rostro, y su cuerpo debajo de mí.

—_______, no tienes que hacer nada que no quieras hacer por mí.

—¿Qué tal que esta noche se ha sentido como si estuviera siendo forzada a hacer algo? De hecho, me siento un poco como que te estoy obligando.

Sus labios se aplastaron contra los míos ,dientes y lenguas y calor. Era suficiente para hacerme temblar con deseo, y luego se acabó.

Luke estaba jadeando cuando respondió, —No me estás obligando a hacer nada. Yo sólo quiero que estés segura. Puedes parar en cualquier momento. —Sus labios se ampliaron—. No necesitas inventar una nueva mascota.

Esa sonrisa… era tan exasperante y sexy al mismo tiempo.

Coloqué mis manos en sus hombros y me alejé, poniéndome de pie.
—Si vas a seguir tratando de convencerme de ello…

No había dado ni un paso antes de que me agarrara, y se volviera para que mi espalda golpeara el colchón. Mi aliento abandonó mis pulmones en un segundo, y el verlo rodando por encima de mí hizo que el calor ondeara abajo en mi vientre.

—No estaba tratando de convencerte de alguna cosa. Estaba tratando de ser un caballero.

Huh. Él también había tratado de sacar la tarjeta del caballero la primera noche. Aún estaba cernido sobre mí, y yo enrosqué mis dedos en sus vaqueros, y tiré de él hacia abajo, sobre mí.

—¿Me haces un favor? ¿Serías un caballero mañana?

Estaba muy segura de que él dijo—: Sí, señora, —pero luego me estaba besando, y no podía importarme menos.

Like a Virgin -TERMINADA-(Luke Hemmings y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora