4- Ruptura.

507 22 0
                                    

Había pasado un mes desde su último encuentro, ambos se habían distanciado después de esa noche donde olvidaron sus puestos. Dónde entregaron más de lo que se tenían que dar.

Jimin está de camino al apartamento, saliendo de la escuela fue que comenzó a tener un mal presentimiento, es por ello que apresura el paso hasta llegar al apartamento que comparten. Los zapatos de su mayor están en la entrada al igual que su saco.

El apartamento está en silencio a excepción de una habitación en particular.
La sala de juegos. Jimin cierra los ojos con pesar cuando ve un maletín extra en la casa, camina hasta la sala con mucha prisa, está cabreado. Realmente está enojado por lo que no se inmuta al abrir la puerta con violencia.

Sus ojos encontrando la escena que haría a su corazón parar por un segundo. Es ella, es esa mujer.
— ¡¿Que mierda esta pasando aquí?!, ¡Min YoonGi!— el pálido quien se encontraba embistiendo a esa mujer contra la pared, voltea a mirarlo. No hay ni una pizca de arrepentimiento en su rostro, inclusive toma el cabello de la chica y lo jala mientras da una embestida fuerte, la chica gimiendo alto por eso y Jimin tiene que taparse las orejas.

Ya lo ha entendido, es por eso que sale de la habitación con un nudo en la garganta, toma sus maletas que desde hace unos días ya había preparado. Sabía que tenían que separarse, pero nunca creyó que aquel hombre que le susurraba cosas lindas en las noches, fuera el mismo que se había encargado de romper su corazón.

Jimin toma las llaves de su auto, tiene todo listo. En la casa se siguen escuchando aquellos sonidos pecamisonos, tan sucios que le dan arcadas de tan sólo escucharlas.
Sube a su auto, conduce durante una hora hasta la casa en la que anteriormente vivía.

La radio suena con The Break Up Song.

Habíamos roto para siempre hace una hora atrás.

Jimin aprieta el volante con fuerza, recarga su frente contra este y cierra sus ojos. No sabe en qué momento las lágrimas ya han salido de sus ojos, tampoco es consiente de que sus hombros se mueven con tal violencia por los llantos que salen desde el fondo de su garganta.

La pantalla de su celular está brillando, tiene una llamada entrante. "TaeTae" brilla en el aparato. El moreno trata de tranquilizarse, Kim Taehyung es uno de sus compañeros de universidad. Mismo chico que le ha estado coqueteando últimamente, Jimin respira antes de contestar, su voz sonando agrietada.
¿T-tae?, ¿Que pasa?—
Vine a buscarte en el apartamento que compartes pero me han dicho que no estás allí. No sabía que vivías con un hombre mayor y muy guapo por cierto.— dice el sonrisa cuadrada.

Este se encuentra caminando hasta su auto, subiendo y esperando a que el chico del otro lado de la línea le responda. Pero solo se escuchan sollozos y una respiración agitada. El alto se preocupa y vuelve hablar. Jimin decide darle la dirección de la casa en dónde ahora se encuentra. Kim Taehyung no tarda en conducir hasta la dirección que le fue dada, su auto se aparca detrás del otro.

Sale del vehículo y está por tocar a la puerta cuando se da la vuelta para ver el auto y se da cuenta de que Jimin está ahí, se van tan mal, tan enfrascado en lo que sea que le está pasando y el pecho de Taehyung se llena de una angustia grande. Camina a paso apresurado, abre la puerta de copiloto y le quita el cinturón de seguridad, lo atrae a su cuerpo y se encarga de abrazarlo y de darle consuelo. El no sabe porque el chico está llorando, no lo entiende hasta que entran a la casa.

Jimin le cuenta todo, le cuenta que hace unos años había iniciado con esta clase de relación con este hombre conocido en la app.
Entonces...¿Cogías con el hombre del apartamento?, ¿Pero después se fijaron en algo más?, Pero si es algo mutuo como es que estás aquí llorando, miel.—
Dice el alto, que ahora se encuentra sentado enfrente suyo, mismo que tomó las mejillas del moreno, limpiando sus lágrimas.

Nuestro contrato terminaba en una semana, en este último mes nos distanciamos... Y hoy al llegar a casa... Lo encontré con alguien más. Dejó claro que ya no me quiere más ahí.— dijo, sus manos tapando su rostro por la repentina ola de llanto que le ahogo. Taehyung abrazo al chico, le consoló, besó sus penas y desde ese día se dispuso a cuidar de él.

El menor no volvió más a ese departamento, YoonGi no volvió a buscarlo. Quizás tenía que ser así, quizás no estaba destinado a ser algo más. Pero ahora ya no importaba, los corazones rotos sanan, aún si están más pisados que la mierda en la calle, siempre llegará esa persona para recoger los pedazos y unirlo en pasos pequeños.

Y está persona, este chico que va a renovar el corazón de Jimin.

Es Kim Taehyung.

Sadistic gamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora