La semana paso, cada día me familiarizaba mas con todo, las calles, mi trabajo, los supermercados, encontré una librería calle abajo de mi edificio y a dos cuadras un pequeño café que tenia los mejores pasteles de calabaza de la existencia.
El martes a media jornada, estaba en el laboratorio realizando unas pruebas encargadas para el jueves, pero me gusta adelantar el trabajo, cuando tocaron la puerta de la sala adjunta, me levante quitando y tirando mis guantes.
-Adelante-
-Buenas tardes, la doctora Prescott?.
..... Esa voz
Me giro y oh amado creador, ojos de hielo me devuelve la mirada y me quedo pasmada, ya me estoy acostumbrando a esto. A parecer idiota me digo.
No sé cómo y gracias a que divinidad logro encontrar mi voz.
-Si?-.le respondo, el parpadea, parece confundido.
-amm.. Vine a realizarme unos exámenes para checar mi hemoglobina-.Me informó.
-Si?-.repetí como idiota.
-Sí, es un análisis de rutina para descartar el regreso de leucemia.
No sé que sucedió pero sus palabras me afectaron, se clavaron algo hondo, y mi corazón se comprimió por ese. Desconocido.
-Amm bien, soy la Dra. Alba Prescott, tome asiento.-logre decir.
Estoy actuando como una autentica chiflada, no lograba concentrarme, que poco profesional estaba siendo, que vergüenza, sentí el rubor subir a mis mejillas.
Empecé con el interrogatorio de rutina, mientras preparaba las cosas.
-Cuál es su nombre?-.pregunte
-Alec Talvot-. Respondió
"Qué lindo nombre, pensé atontada “Qué diablos estoy haciendo, concéntrate mujer”.
-Edad?- 31años-.dijo el.
"Mm solo me lleva 6 años, interesante, maldita acosadora, ten ética "me reprendí
-Desde cuando está en remisión?-. Cuestione.
-4 años desde que desapareció, este es mi examen anual.-contesto.
-Bien, saque su camisa por favor-. Dije ruborizándome.
Me coloque los guantes de plástico y luego los de látex, soy alérgica al látex, un inconveniente para mi profesión.
Cuando le pedí que se sacara la camisa no pensé que no llevara una playera interior abajo, lo tenía desnudo de cadera para arriba en esta pequeña sala.
Dios misericordioso... Sus abdominales parecían como literalmente una barra de lavar tenia un completo 8pack, perfectamente marcado, Cristo,,, sus entradas, eran las cosas más calientes y eróticas que he visto y sus pectorales fácilmente rellenaban una copa C casi tiene más pecho que yo y eso si es decir mucho. Tiene un ligero sendero de vellos que va del ombligo hacia el sur desapareciendo por debajo de la cinturilla de sus pantalones. Dios la temperatura se siente como si se hubiera elevado unos 50 grados en un día de mayo en Arizona.
No supe que tenía mi mandíbula en el suelo hasta que se aclaro la garganta y pude cerrarla "Dios míooo que vergüenza pensara que soy una maldita degenerada"
Tengo la cara parecida a un tomate.
Me aclaro la garganta -bien, permítame su brazo por favor-.
Dios esta duro como el concreto, "mmm que otra cosa estará dura?...""diablos Alba cálmate y concéntrate" alejo esos pensamientos de mi cabeza no sé que me sucede.
Procedo a sacar la muestra y cuando esta vestido de nuevo, no sé qué diablos decir me paralizo.
-Eso sería todo?-.pregunta el.
-Ehh no, digo si eso sería todo, sus análisis estarán listos el jueves.
-Mmm ansío que llegue el jueves-.dice con una voz ronca.
-Ha si ?-.tartamudeo.
Siento sus ojos devorarme, no se porque aparto la mirada, es demasiado intensa para mí, pero siento que me recorre el cuerpo con ella de una forma demasiado intima, suelto un jadeo ahogado, no tengo idea de lo que ocurre, calooooor , tengo mucho calor..
-Si Doctora, sabe usted que si-.contesta después de un rato
-Y eso porque?
-Pues es obvio no?, quiero salir de dudas-. Me dijo mirándome a los ojos con voz ronca mientras su lengua recorría su labio inferior, intuí el doble sentido de esa afirmación.
-Por supuesto, lo siento-.dije como pude.
-Bueno, que tenga un buen día, un gusto en conocerla-.dijo él. Extendiendo su mano hacia mí.
-Igualmente, un gusto-.dije.
Cuando toque su mano su contacto fue como una corriente directa de alta tensión.
-Me permite su tarjeta-. Dijo cuando me soltó.
-Disculpe?-. Dije confundía
-Su tarjeta de presentación-. Dijo él con voz divertida.
-ha si, por su puesto lo siento.. Dije buscando en mis cajones y le extendí una, podía sentir su penetrante mirada clavada en mi..
....
Cuando llegue al apartamento aun seguía pensando en él, no sé qué ocurre con mi cabeza, necesito alejar esos pensamientos, el es solo un paciente mas, no importa lo caliente que este, aparte estoy dedicada a mi carrera, no me puedo permitir involucrarme con ningún hombre y mucho menos uno como Alec Talvot, tan seguro de sí mismo, seguro tiene una fila de mujeres tras el o tal vez este casado, no se me ocurrió preguntarle, no recuerdo haber visto su alianza, alto eso es irrelevante, no cabe un hombre en mis pensamientos ya tuve suficiente con el desgraciado de Mark.
....Dónde estoy? Estoy en mi cama y tengo mi vibrador en la mano cuando entra el en la habitación, Alec Talvot, estoy jadeando, está casi desnudo con ese bóxer de seda negra que trae puesto, sube lentamente a la cama sin que su mirada se aparte de la mía, quita el vibrador de mi mano y lo hace a un lado se desliza hacia abajo y posa su boca ahí, ahí en mi parte intima, entonces su lengua empuja contra mi palpitante manojo de nervios y ahhhhhh......
Despierto jadeando con la mente en blanco por el arrebatador orgasmo.
Ese fue el primer día que soñé con Alec Talvot.
ESTÁS LEYENDO
Entre tus sueños
РомантикаAlba, una joven recien graduada de la escuela de medicina, es rechazada en el altar, despechada y con un profundo dolor en su corazon, aprovecha una oportunidad que le ofrecen en un prestigioso hospital de Nueva York Alec, un sobreviviente de leucem...