El jueves estuve en mi consultorio, no me cruce con Alec cuando fue por sus resultados.
Sábado por la mañana, mmm estoy algo perezosa pero en general hoy me siento genial, creo que llamare a Cinthya, mi mejor amiga del Instituto, no separamos cuando después de terminar la escuela de leyes se mudo a Nueva York como habíamos planeado desde siempre, pero yo, pues ya saben lo que planeaba hacer...
Le prometí llamarle una vez que me instalara y ya pasaron 2 semanas.
Cuando llego al Starbucks ella está sentada esperándome ya con dos café en la mesa exterior, cuando me ve salta de su silla.
-Oh por Dios Alba Eliza estas bellísima amiga, te he extrañado, no te he visto desde...-. No era necesario que completara la frase, ya sabía a qué se refería, al desastre de la boda.
-Yo también te extrañe pequeña perra-.le dije, ella sabe que solo bromeo, siempre nos decimos pequeños insultos con cariño.
-Jaa, lo dice la mujer que prometió llamar y que dejo pasar dos semanas-. Reclama ella frunciendo el ceño.
-Lo siento con todo lo de la mudanza, el hospital, y adaptarme a todo esto.. Te extrañe mucho..-. Le dije en un susurro.
-Lo sé, tonta-. Dijo con los ojos algo húmedos.
Cinthya, mi mejor amiga es un poco sensible, pero a la veces la mujer más luchadora y fuerte que conozco, salió adelante sola cuando sus papás murieron en ese trágico accidente de tráfico, la amo, es una de las pocas personas que siempre ha estado ahí, es tan modesta a pesar de tener un aspecto de modelo de Victoria secrett , con su largas piernas bronceadas, su bien definido busto , y cara de muñeca, cabello, rubio fresa, y unos ojos verde agua, es muy hermosa pero jamás se ha valido de su aspecto para conseguir nada, es la persona más bondadosa que he conocido.
-Entonces que te ha parecido esta pequeña isla hasta este momento?-. Pregunto Cinthya.
-Para ser sincera, bastante impresionante, tantas personas y tanto movimiento, algo abrumante pero en si genial anqué no he tenido tiempo de ir a explorar.-Le confesé.
-Por suerte tienes una mejor amiga que ha estado aquí por un par de años para hacerte de guía.- Me animo sonriendo.
....
Después de salir de la vigésima boutique, tenía ya mis pies doloridos, como si hubiera tenido una guardia de 72 horas.
Fuimos a un restaurante que se veía muy elegante y sofisticado.
-Amm, Cinthya, estás segura que no necesitamos hacer reserva? -le dije algo insegura.
-No cariño, no te platique lo siento, el hombre con el que estoy saliendo, como que es el dueño de este local, así que tenemos vía libre-. Dijo guiñándome un ojo.
La mujer de la entrada tenía cara de padecer un severo estreñimiento, eso o comió algo muy amargo, no sé porque me mira con aire de superioridad, si de hecho siento que me veo con muy buen aspecto hoy, me puse con un vestido de punto color granate hasta la rodilla y zapatillas de punta y hasta me esforcé con el maquillaje.
-Hola Carol, mesa para dos por favor,-le pidió Cinthya.
-Señorita Rivers, adelante en un momento la llevo a su mesa-. Dijo ella con la sonrisa mas falsa que he visto.
Nos llevo a nuestra mesa y se marcho.
-Creo que ella tiene algunos problemas de actitud, eso o tiene atorados muchos gases-. Le dije riendo.,Cinthya se destornillo de risa
-No amiga, ella es solo una autentica perra-. Me confió Cinthya en voz baja.--Oh mira aquí viene Javier, se dulce.- Me instruyo bastante ruborizada.
Javier era un hombre realmente atractivo, con ojos color caramelo y cabello marrón con un toque duro en sus rasgos.
Después de saludar a Cinthya me tendió la mano
-Es un placer conocerte al fin Alba.- saludo Javier.
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Entre tus sueños
RomanceAlba, una joven recien graduada de la escuela de medicina, es rechazada en el altar, despechada y con un profundo dolor en su corazon, aprovecha una oportunidad que le ofrecen en un prestigioso hospital de Nueva York Alec, un sobreviviente de leucem...