🩸SERENDIPITY🩸 -YOONMIN-

2. Orígenes

Yoon Gi se empieza a despertar, nota que está abrazado a algo, se siente un poco desorientado. Abre poco a poco los ojos y ve que tiene al lado a alguien mirándole, alguien a quien está abrazado y suelta rápidamente dándose cuenta que está cubierto por un ala. Vale, no ha sido un sueño. Yoon Gi se frota los ojos y mira la hora que es, las seis de la tarde, probablemente esté empezando a anochecer, podría quedarse durmiendo un rato más, pero vuelve a caer en la criatura que tiene al lado.

—Creía que habías sido un sueño, —dice Yoon Gi en tono ronco debido a que acaba de despertarse.

—No, has debido de tener una pesadilla, pero no he sido yo, o eso creo al menos, —comenta Ji Min con una pequeña sonrisa dibujada.

—Tú nunca podrías ser una pesadilla, —se limita a decir Yoon Gi volviendo a recostarse con los ojos cerrados—. Siento haberte... agarrado, —se disculpa avergonzado incapaz de decir: abrazado.

—Estoy para que tus pesadillas no te atormenten, no te disculpes por eso, —susurra Ji Min al sentir cómo se empieza a quedar dormido.

—La verdad no recuerdo haber soñado nada, —dice Yoon Gi cogiendo el sueño otra vez.

—Que tú no lo recuerdes, no significa que yo no pueda sentirlo, —susurra una última vez antes de que Yoon Gi vuelva a caer dormido.

Ji Min se queda el par de horas que duerme observándole, en ocasiones hace pequeñas muecas, que lo hacen parecer adorable, puede sentir cómo vuelve a soñar, pero esta vez con algo bueno, agradable, podría llegar a decir reconfortante. Tiene tantas preguntas... Quiere saber quién es, qué es, quiere saberlo todo de él. Por lo general, al crecer junto a un niño humano, aprende los hábitos y las necesidades de estos, pero ¿qué hace un vampiro?

Yoon Gi vuelve a revolverse, no tarda en despertarse de nuevo y vuelve a mirar extrañado a Ji Min, riéndose al darse cuenta de que no ha sido sólo un sueño.

—Esta vez sí he soñado contigo, —dice con una sonrisa que se calca en el rostro de Ji Min al oír esas palabras.

—¿Y qué has soñado? —pregunta curioso y, se atrevería a decir, que hasta nervioso.

—Acariciaba tus plumas, eran suaves, —responde con los ojos cerrados, una vez más, vuelve a sentirse avergonzado.

—Son suaves, —aclara Ji Min moviendo el ala que estaba cubriendo el cuerpo de Yoon Gi para que la acaricie—, puedes tocarlas cuando quieras.

Yoon Gi, de poder, se hubiese sonrojado como si le hubiera dicho la cosa más indecorosa del mundo, lo que le hace sentir bastante estúpido porque sólo le ha dicho que le toque las plumas de las alas. Desde luego todo esto suena surrealista.

—¿De verdad puedo? —pregunta dudoso haciendo que Ji Min se sienta nervioso también.

—Sí, —responde mordiéndose el labio dejando ver sus nuevos colmillos, Yoon Gi siente que se podría haber quedado sin oxígeno de haberlo necesitado.

Yoon Gi mueve despacio su mano y duda en rozar con la yema de sus dedos las plumas de Ji Min, quien, ante la duda del otro, la mueve haciendo que estas rocen toda la palma de su mano. Yoon Gi ha podido sentir perfectamente cómo su corazón ha dado un respingo a pesar de ser imposible. Continúa acariciándolas, provocando que un cosquilleo recorra todo su cuerpo, cosquilleo que también puede sentir Ji Min solo que este es por las caricias del otro.

—Yoon Gi... —susurra Ji Min haciendo que el nombrado pare de golpe—. No, no pares, —pide haciendo un puchero, Yoon Gi vuelve a acariciarle agradecido porque ese cosquilleo le gusta demasiado—. Quiero saber de ti, quiero saber qué haces, cuándo comes, cómo funcionas...