[PAUSADA] You Don't Know What I Did To Forget You. |Frerard| .

1. Un amigo.

Holis nwn

Seguro me van a querer matar, porque no subí 18 Vidas, pero sí subí esto. Bueno NO.

Esto era un One Shot que tenía escrito hace como un mes, y lo terminé convirtiendo en un fanfic uwu

No sé qué tan largo sea esto, estoy desde el celular, pero bueno...

Es la primera historia Frerard que escribo, así que, si es una mierda, no me hagan bullyng ;-;

No saben lo nerviosa que me pone publicar esto. Osea, nunca escribí algo Frerard, y creo que es un desastre y snsnsmsjsnsns

Bueno, en fin, dejo el primer capítulo c:

La mañana era totalmente fría, y no había ni un alma en la calle, excepto por el pequeño Frank.

Sus pasos parecían ser el único sonido en aquella solitaria zona. Nisiquiera se oía el cantar de los pájaros.

El ñiño de apenas doce años, se detuvo un momento para admirar aquella soledad que lo envolvía. El aire frío, el cielo gris, las hojas que se mecían al compás del viento...

A cualquiera le parecería un paisaje triste y desolado. Pero no a Frank. Él, a pesar de su edad, sabía encontrar la belleza en la desolación, y la calidez en aquellas congeladas gotas de lluvia que habían comenzado a caer sobre él.

Siguió avanzando.

El pequeño, a pesar de parecer frágil, era un adulto atrapado en el cuerpo de un niño. Sus padres trabajaban siempre, así que había tenido que crecer muy jóven.

Ya sabía manejarse sólo por la ciudad, cocinaba para sí mismo, limpiaba la casa, y se preparaba para ir al colegio como un adulto para ir al trabajo.

Se podría decir que vivía sólo.

No era que sus padres no le quisieran. Al contrario, lo amaban, lo llamaban todos los días, iban a casa en cuanto podían, y le daban todos los gustos.

Pero, aún así, Frank se la pasaba solo.

Disfrutaba tener su espacio y hacer lo que se le plazca. Pero en el fondo, quería a alguien, porque tenía un vacío enorme en su interior que demandaba ser llenado.

Frank no tenía vida social, sabía que su apariencia era un asco últimamente.

Estaba demasiado delgado, pálido y ojeroso. Llevaba el cabello castaño cada vez más largo y alborotado, y los ojos color avellana estaban cada vez más enrojecidos y cansados, producto de las noches que se desvelaba pensando cómo sería un amigo.

Porque, a fin de cuentas, sólo eso quería: un amigo.

Pero no era solitario por su apariencia. Era una elección propia. Y en el colegio era donde más se notaba.

Un reducido grupo de chicos lo odiaba e insultaba. Pero nunca le habían hecho nada, porque Frank no les temía, y se defendía con palabras igual, o incluso más duras que las de ellos.

El resto del curso quería ser su amigo. Pero el chico se negaba, porque sabía que se le acercaban por lástima.

Y él no quería ser tratado con lástima.

Así fue como creó una especie de "barrera" con el resto de los niños. Sólo se hablaban si hacía falta para trabajos en pareja, o si era realmente necesario.

La presencia de Frank no era muy notada, pero aún así lo respetaban, y eso estaba bien para él.

Esa mañana se dirigía a al colegio, solitario y desaliñado.