Al ver la el sudor en frio comenzó a fluir y mis mejillas se tornaron de un color rojizo, intente correr y salir de ahí, pero mis piernas no se movieron la hermosa mujer frente a mi tomo el látigo, acercándose a mi , recorrió mi cuerpo con el látigo , mientras cada vez mi aspecto lucia más similar al de un tomate , sentí como su mano tomaba mi cadera y su boca se acercaba a mi oído para susurrar en el -En tu escritorio hay una dirección, te espero ...- yo un poco excitada por tal acción vería como pondría devuelta el látigo en la mesa y saldría de la oficina dejando un ambiente que se podría describir como ¿extraño? ... aún un poco impactada comenzaría a recoger las cosas del escritorio guardándolas en mi bolso, dudando de si iría a el lugar que me pidió... así que después de diez minutos tome la decisión.
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Cuentos para una noche caliente
Short StoryRecopilación de historias eróticas cortas, escritas por mi.