Tundra Nevada – Cercanías de la estatua.
El viento rugía como una bestia salvaje, una zona de más trescientas yardas había sido totalmente devastada.
Donde antes había nieve y rocas ahora estaba nada más que un cráter ocupado por un dragón que parecía estar gravemente herido.
A un costado del inmenso se encontraba un humano, comparándolo al dragón era como una hormiga, mientras que el escamado ocupaba al menos doscientas yardas el humano cabía en dos.
Sin embargo, las heridas del joven no eran para nada menores que las del inmenso dragón al contrario parecían ser incluso peores.
El joven no era otro más que Edward, este se encontraba en un estado crítico y su vida pendía de un hilo.
Todo su cuerpo se encontraba dañado sin embargo la peor parte se la llevo su parte izquierda.
Su pierna había quedado totalmente inutilizable el solo verla podría causar dolor, sus costillas estaban casi rotas en su totalidad y posiblemente habían perforado uno de sus órganos.
Luego de mirar su pierna Edward entro en pánico pero eso no era lo peor que vería.
Su vista aterrizo en su brazo izquierdo, eso diría si aún lo tuviera.
Donde debería haber estado el brazo ahora no había más que la nada, la sangre escurría sin cesar a través de la parte faltante, si no recibía un tratamiento pronto moriría sin lugar a dudas.
Edward era consciente de esto por lo que rápidamente intento moverse para poder tratar de parar el sangrado sin embargo su cuerpo no respondía.
Sintió como si su mente se hubiera separado de su cuerpo y no podría influir en el.
Aunque esto era así Edward siguió intentando, no podía permitir el morir en este lugar, no sabiendo ni siquiera que secretos ocultaba la misteriosa estatua.
Algunos minutos pasaron, Edward los sentía como horas, finalmente pudo lograr conectarse con el resto de su cuerpo, pero al instante se arrepintió.
Una inmensa sensación de dolor lo recorrió, podía sentir cada parte de su cuerpo, juro creer que no había ninguna parte que quedara intacta.
Soltó un grito desgarrador que pareció recorrer toda la tundra, luego de algunas respiraciones logro calmarse un poco pero el dolor seguía siendo insoportable.
La sangre que salía de su brazo comenzó a preocuparle mucho, podría morir desangrado en poco tiempo y eso sin contar las hemorragias internas.
Una fina capa de agua que surgía de su pecho comenzó a ir hacia su brazo herido, era su habilidad de defensa "armadura húmeda".
Sin embargo, no logro llegar y se desvaneció antes, el estado en el que se encontraba hacía imposible que pudiera usar la habilidad para parar el sangrado.
Edward siguió intentando sin éxito en varias ocasiones, luego de cuatro intentos no le quedaba energía para seguir haciéndolo.
Si no ocurría un milagro moriría en los siguientes minutos, pero justamente eso fue lo que ocurrió.
Intento forzar su cuerpo al límite una última vez, comenzó a circular toda su mana con intención de manifestar la armadura para que parara el sangrado.
Podía sentir como podría perder la conciencia en cualquier momento, su cabeza comenzó a doler en gran medida haciendo casi imposible concentrarse, pero aun así siguió esforzándose.
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Soberano del hielo
FantasyNacido con poco talento y en un pequeño clan, su destino era fracasar sin embargo esto cambio. A las puertas de la muerte logro encontrar la fortuna que lo llevaría a ser una leyenda, un pequeño pez que se convierte en dragón. Un trato con un antigu...