Capitulo 3 - Herencia

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-*Tu deseo de venganza es fuerte, te daré una oportunidad...*

La voz resonó en la cabeza de Edward, esta voz era insondable no se podía identificar si pertenecía a un hombre o una mujer, lo único que se pudo identificar es que esta voz no pertenecía a este tiempo.

Cuando la voz se detuvo Edward abrió los ojos  pero ya no se encontraba en el bosque nevado.

Ahora se encontraba en una inmensa tundra cubierta totalmente de nieve, sin embargo antes de poder seguir mirando el lugar...

El frió recorrió todo su cuerpo, Edward se había acostumbrado al frió al venir de una zona con bajas temperaturas pero esta helada era algo que nunca antes había sentido.

Edward sintió la temperatura y no pudo evitar compararlo a la sensación de ser atravesado por una espada, era incluso peor que eso, sintió que su cuerpo era atravesado por miles de espadas.

Luego de que pasaran unos momentos pudo adaptarse a la terrible sensación pero aun así el dolor era persistente, miro a su alrededor.

La tundra no poseía ningún tipo de vegetación, las condiciones del clima parecían hacer imposible que la vida prosperara en ese lugar.

Miro hacia el cielo pero todo esta cubierto por unas inmensas nubes negras de las cuales caían rayos azules, Edward tembló al ver las nubes, podía darse cuenta que esos rayos poseían un poder inconmensurable si uno cayera en el clan fácilmente podría destruir la mitad.

Bajo la mirada para lograr divisar a lo lejos, lo que vio lo sorprendió aun mas que las nubes.

En las lejanías había una inmensa estatua construida totalmente de un hielo blanco, la estatua parecía ser de un antiguo ente que existió cuando aun no había humanos habitando la tierra.

Esa figura era tan magnifica que no había palabras para describirla mas que perfección, lo que mas asombro a Edward fue el inmenso tamaño que poseía, fácilmente superaba los cuatro mil metros.

Edward aun no se atrevía a moverse, el frió seguía penetrando su cuerpo, sintió que si perdía la concentración incluso su alma podía ser congelada.

Mientras pensaba en como contrarrestar el frió la misteriosa voz volvió a sonar en su cabeza.


.-*Humano, veo que tu cuerpo no tiene nada de talento, sin embargo tu esfuerzo es algo que se hace notar, te daré una oportunidad para cambiar tu destino..*- Ahora la voz desprendía una presión que se dirigía al cuerpo de Edward esto sumado al frió hizo que apenas pudiera respirar.

.-*Si logras llegar hasta la estatua del antiguo dios tendrás la posibilidad de recibir su herencia, lograrlo o no depende completamente de tu voluntad, no te ayudare mas humano...*. A la misma velocidad que apareció la voz de desvaneció, fue como si nunca hubiera existido.

Edward se puso a pensar en lo que había dicho este misterioso ente, si esto fuera real no dudaría en tomar la oportunidad pero aun existía la posibilidad de que sea solo una ilusión creada por su mente a las puertas de la muerte.

Luego de unos momentos finalmente se decidió, aun si fuera una ilusión intentaría llegar a la estatua, esta podría ser la oportunidad de cambiar su destino y no tenia intenciones de desperdiciarla.

Con emoción decidió comenzar a caminar hacia la estatua.

*Paso* *Paso* *Paso*

Antes de lograr dar el cuarto paso todo su cuerpo colapso, la sensación de frió comenzó a penetrar dentro de su cuerpo, juro que podía sentirse como si sus órganos se congelaran y la sangre dejara de circular.

Soberano del hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora