《Pero veo tus ojos, mientras ella pasa por aquí
Es un espectáculo para esos ojos adoloridos
Más brillantes que un cielo azul
Ella te tiene hipnotizado mientras yo muero》Lo veía en las noches en el patio trasero, él solo salía y se queda observando la luna sin emitir ningún sonido, Hinata podría llegar a creer que esta muerto si no fuera por el pequeño movimiento de su pecho, claro signo de su respiración.
Habían estando viviendo una semana bajo el mismo techo, su padre era amigo íntimo de la familia por lo que no había dudado en acoger al niño en lo que los procedimientos terminaban.
Él único que hasta el momento hablaba con él era Neji, quien lo trataba como aún hermanito. Incluso mejor.
Ella junto a Hanabi se habían sentido bastante tímidas a su lado. Lo saludaban y hasta el momento la menor le llevaba ventaja ya que ella había empezado a compartir pequeños momentos, principalmente cuando ella lo invitaba a pintar.
Hinata no tenía ni idea de que hablar. Se sentía muda a su lado. Sasuke no había sido grosero pero había dejado, a sus ojos, bastante claro que él no salía para nada de la casa en el día.
Naruto se la pasaba en el patio o en el parque así que sus encuentros entre ellos también eran mínimos.
Sasuke solo había saludado a Naruto cuando este entró porque necesitaba el baño.Estaban en la casa del rubio, eran muy contadas las veces cuando iban y todas eran porque Iruka (tutor) y Jiraya (padrino) insistían en involucrar a los niños que trataban bien a su querido Naruto.
Naruto vivía con Iruka ya que Jiraya por cuestiones de trabajo no podía quedarse y él no deseaba que Naruto se alejara de sus amigos. Aún así este siempre le mandaba cosas y apoyaba en todos los gastos para que no le hiciera falta nada.
Hinata se avergonzaba cada vez que alguno de los adultos insinuaba la bonita pareja que hacían.
-Aunque Naruto es muy tonto para la pobre niña- se burló el peliblanco.
-¡Sabio pervertido!- berrincheo el Uzumaki.
-¡Que dejes de llamarme así!
-¿Qué no pueden comportarse?- Iruka siendo paz.
-¡No!- contestaron al mismo tiempo.
O intentando ser paz.
-¡Yo soy un niño, tengo derecho!Un buen rato de pleito entre los tres, Iruka tratando de disimular y los Hyugas divertidos como siempre cuando iban a la casa de Naruto.
Regresaban a su casa, junto a Naruto quien se había colado ya que no quería quedarse a lavar los trastes.
Hinata se había pegado a él de manera tímida, sonriendo al ver que Naruto no se hacía a un lado, sino que también la veía feliz.
Su padre estaba en la sala y como él odiaba que se interrumpa en una charla decidieron entrar por la puerta de atrás. Hinata le había dicho que hizo una gelatina y le había invitado por lo que, más que emocionado entro detrás de los Hyuga.
Una voz. Una voz bastante dolida y quebrada que no dejaba de repetir incesantemente:
-Lo siento, lo siento, no quería... perdón señor Hyuga, perdón- Hanabi miro preocupada a su hermano, quien se había acercado apenas a la sala, aún sin mostrarse.
El corazón de las niñas se encogió, era como si un bebé se disculpara por llorar.-Tranquilo, Sasuke- le acaricio con delicadeza su cabeza -esta bien, tú sabes lo que viste. Yo confío en ti. Son ellos los que deben seguir con su trabajo, el tuyo ya está hecho.
-Perdón...
-Ve a tu cuarto, estate tranquilo.
Los ojos azules rubio escanearon al azabache que subía despacio y cansadamente las escaleras.
---
Hinata sabía que Naruto era un héroe.
Él constantemente se involucra con la personas que necesitan apoyo, de esa manera ellos se había conocido.Naruto era débil con las personas que sufren.
Así que no le extraño que después del incidente de hace tres días Naruto parezca más interesado por acercarse a Sasuke.
Neji y ella trataron de explicarle lo sucedido para que no cometiera alguna imprudencia, sin embargo, el rubio se tomó su tiempo hasta decidir acercarse al azabache.
A Hinata le pareció algo extraño la mirada de Naruto, él obviamente no era feliz con el sufrimiento ajeno, pero por alguna razón parecía diferente su reacción ante la situación de Sasuke. Su hermano le había dicho que muy probablemente él no conociera a nadie en la misma situación y se haya sentido comprendido, capaz de preguntarle cosas al Uchiha que le atormentaban; compartir más que una situación, un dolor.
Sasuke estaba solo y Naruto también.
Muchas veces ella quiso ignorar esas miradas heridas que adornaban al Uzumaki cuando veía una familia o incluso, cuando su padre se unía a sus juegos y tanto Neji, Hanabi y ella acababan encima de él.
Naruto sabía que esos padres y hermanos no eran de él, no eran su vida.
Miro con una pequeña sonrisa cuando Naruto saco casi arrastras a Sasuke.
-No quiero- el menor seguía forcejeando y el rubio insistiendo. Dulcemente se puso delante y sonrió con todos sus dientes.
-¡Nada va a pasarte porque estaré aquí! Y no te preocupes que tampoco va a pasarme nada- despacio se fue soltando del borde de la puerta y dejo que él otro lo guiara.
Jugaron un buen rato, hasta que la tarde se ocultó y fue la primera vez que pudo ver una sonrisa en el azabache. Una real y sincera, tenía razón. Todos los guerreros tienen una sonrisa hermosa.
Naruto se fue con la promesa de volver al día siguiente.
Ella se alegraba como nunca. Incluso Neji se sorprendió de lo ocurrido.
Pasaron los días y Sasuke se mostraba más relajado, aún había que trabajar en la situación pero al menos, habia aceptado tomar terapia.
Porque quería sonreír cuando pensara en ellos, en su familia. Tal y como lo hacía Naruto.
ESTÁS LEYENDO
Desearía ser...
FanfictionQuiere ser correspondida aunque la persona a la que ama ya está destinada ha alguien más. Perdón por la descripción, es mi primer fanfic. Me encanta el anime/manga de Naruto y tenía tiempo queriendo escribir una historia acerca de esta pareja. Me...