''Jake volvió a casa corriendo. Una vez en casa buscó a Lizz. Esta lo vio bastante alterado y le preguntó intrigada:
Lizz- Se puede saber que te pasa?
Jake, jadeando- Necesito hablar con la Muerte. Ya.
Lizz- De acuerdo, iremos a verla...
En un remolino de oscuridad desaparecieron, y aparecieron de nuevo en el Preámbulo, en aquel lugar tan gris y monótono de siempre. La Muerte se mostró y le preguntó a Jake con su grave voz:
Muerte Oscura- Que es lo que ocurre Jake?
Jake- No lo viste? No viste lo que ha pasado en el instituto? Se puede saber que era eso?? Porque yo en ningún caso he sido!
La Muerte se quedó pensativa un momento y luego le dijo- Ven un momento...
Jake se acercó. La Muerte le puso un dedo en la frente y Jake cayó de rodillas mientras la Muerte seguía allí con su dedo. Por la mente de Jake empezaron a aparecer visiones. Las visiones de su muerte, visiones entrecortadas de aquel momento. Se vió mientras caía hacia el infierno y que en medio de esa caída se había rozado contra una de las paredes de lava que había, y se había resquebrajado el brazo, pero debido a que obviamente en ese momento estaba preocupado por mas cosas y con razón, no le había dado importancia. La Muerte sacó su dedo de la frente de Jake y este se incorporó de nuevo. Miró su brazo, y efectivamente tenía una cicatriz, que ademas tenía un color un poco mas oscuro que el resto de la piel. Cansado, se puso en pie, y esperó una explicación. La Muerte le empezó a contar.
Muerte Oscura- De alguna manera...al cortarte contra una de las paredes le facilitaste a un alma entrar dentro de ti...
Jake- Y eso que tiene de malo?
La Muerte dijo un poco preocupado - Nada...si fuese un alma cualquiera... Pero lo que tu tienes dentro, es el alma de La Furia... Un ser diabólico que le provocó problemas al mismo Hades. La Furia causó demasiado caos y destrucción, y Hades decidió encerrarla en el infierno para siempre, La Furia pertenecería al mismo infierno al igual que tu me perteneces a mi... Su batalla duró dos días durante los cuales parecía que Hades perdería... Pero Alío intervino en su ayuda, y juntos le quitaron todo el poder a la Furia.
Jake- Alío?
Muerte Oscura- Alío es La Muerte del Cielo...o como los cristianos lo llaman, Dios.
Jake- Y entonces... Me tienes que matar para destruír a la Furia?
La Muerte río. Luego algo mas sereno dijo- No hará falta eso, La Furia no tiene poderes ya, utiliza los tuyos, y en ocasiones los aumenta. Si aprendes a controlarla un poco te puede servir como un arma mas.
Jake inconscientemente sonrió...cada vez le gustaba mas todo aquello.
Muerte Oscura- Ah, Jake. Te lo iva a mandar a tu lista, pero ya que estás aquí te lo diré en persona. Hoy matarás a tu primera persona.
Jake- Y no me vas a decir quien es ni donde? Como voy a hacerlo si no?
La Muerte sonrió- Cuando falte poco para su hora de muerte, tu instinto ya te llevará hacia aquella persona.
Jake asentió. Desaparecion del Preámbulo y volvieron a aperecer en la casa. Jake necesitaba algo de descanso, asi que se sentó a ver la tele un rato. Lizz apareció junto a él y se posó en su hombro.
Jake- Desde cuándo a las hadas les interesan la tele?
Lizz sarcástica pero con voz juguetona le dijo- Desde cuándo los hombres llevan el pelo como las mujeres? Eh nenaza?- le dijo sacandole la lengua.
Los dos se rieron. Era la primera vez que se reían juntos. Pasaron unas horas, los dos estaban dormidos, y Jake despertó de repente. La hora de su primera muerte se acercaba.
Jake- Vámonos.
Lizz tan solo lo siguió, pues ya sabía de que se trataba. Desaparecieron en la oscuridad, y aparecieron frente a una vieja casa de una ciudad cercana. Dentro había un señor de unos 50 años sentado en el sofá leyendo un libro. Jake entró atravesando la pared como un fantasma. Se situó detrás del señor. De repente de las mangas de sus brazos, como si estuvieran ocultas, dos espadas aparecieron en sus manos. No eran ni muy cortas ni muy largas. Y no eran de una hoja lisa, sino bastante dentada y de forma irregular. De un solo movimiento, y antes de que siquiera Lizz pudiera predecirlo, atravesó el pecho de aquel señor. La espada lo atravesó sin cortarlo, pero le provocó un infarto y como consecuencia la muerte. Las espadas desaparecieron, y Jake salió de la casa. Lizz, lo miró con algo de asombro.
Lizz- Te resultó un poco fácil no?...
Jake le contestó indiferente, sin mirarla, y mientras camniaba- Y porqué tendría que ser difícil?
Lizz- No lo se...a casi todos los mensajeros les cuesta un poco realizar su primera muerte...
Jake- Pues a mi no.
Lizz- Ya...eso ya lo vi...
Jake- Volvamos a casa.
Se difuminaron en la oscuridad y aparecieron frente a la entrada de su casa. Ya era de noche, las 12 menos cuarto concretamente. Así que se fue a dormir, mañana sería un nuevo día...''