Pd: Las partes que escriba así, en cursiva, serán partes o diálogos en los que Jake no está presente. Para que no os confundais.
''Jake estaba en su habitación. Acabara de llegar de su encuentro con la Muerte. Parecía estar como en shock. Se sentó lentamente en la cama y miró hacia un lado. Allí había un espejo, no era nada fuera de lo común, pero lo que si le asombró fue lo que vió en el. Se levantó y se acercó al espejo. Estaba vestido con una chaqueta y pantalones negros bastantes anchos. Su pelo rubio ahora era de un color negro tan oscuro como la capa de la misma Muerte. Sus ojos seguían siendo azules, pero ahora eran un azul muy cristalino, tanto que de veces parecía que brillaban. Su pelo era largo hasta el cuello pero sin llegar a los hombros, y estaba como despeinado pero peinado a la vez, su pelo tenía una forma algo rara, mucho volumen, y el flequillo le tapaba completamente el ojo derecho y casi el izquierdo, pero sin explicación el veía igualmente. Su cuerpo también había cambiado. La Muerte le había otorgado fuerza, tenía unos músculos bien definidos y sentía como todo lo hacía ligero.
Estaba como en shock si...pero la verdad es que le gustaba. Se volvió a sentar despacio en la cama. No se había percatado en ningún momento de que Lizz estaba allí con él. Al hablar Lizz Jake desapampó de golpe y miró para ella:
Lizz- Oye...quieres que vayamos a tu entierro?
Jake no dijo nada, agachó la cabeza y miró un rato al suelo como pensativo. Después de unos instantes dijo serio:
Jake- De acuerdo... No veo porque no.
Podían ir sin preocupación alguna, pues, una de las ventajas que le otorgaba el ser mensajero de la Muerte era que si quería podía hacerse como un fantasma para el resto del mundo, es decir, teniendo su misma forma de humano, pero sin que nadie lo pudiese ver.(A esto le llamaré ''estar inmerso'').
Al llegar se sentaron encima de una alta tumba. Allí había mas gente de la que Jake se imaginaba. Estaba casi toda su familia, y algunas personas que el no veía mucho como amigos, pero que alfin y al cabo si que estaban. También estaban Linda y sus padres. Jake y Lizz estaban algo lejos y no escuchaban lo que hablaban. Linda se había puesto en el lugar del cura, iba a decir unas palabras.
Lizz- Quieres que nos acerquemos para escuchar?...
Jake- No... Prefiero que nos vayamos.
Lizz- De acuerdo...
Por el camino a casa le entró hambre, metió una mano en el bolsillo de su pantalón y encontró una cartera con dinero. ''La Muerte realmente ha pensado en todo...'' pensó para si con una casi innotable sonrisa. Pararon a comprar algo, y luego se fueron directos a casa.
Pasó el fin de semana sin ninguna novedad, y ya era domingo por la noche.
Lizz- Espero que sepas que mañana tienes insti...
Jake- Que eres ahora? Mi madre? LLevo mas de 10 años lliendo, no se me olvida.
Lizz- Tan solo te lo estaba recordando tranquilo...
Jake iba a ir al mismo instituto que Linda y lo sabía, en parte lo deseaba, y en parte le era diferente. Se puso a dormir, era raro porque no estaba cansado, pero igualmente.
Todo el mundo ya estaba entrando en clase, se sentaron, y llegó la profesora junto a Jake.
Profesora- Alumnos, este es un chico nuevo. Se llama Jake. Tratadlo con respecto y educación.
Jake se sentó en una de las mesas que estaban solas y una chica bastante guapa se levantó de donde estaba y se sentó a su lado. Era guapa si, pero tenía pinta de la típica ninñita pija y popular que siempre tiene lo que quiere y que es una mimada...pero bueno, a el no le importó, las apariencias pueden engañar, y quién lo iba a saber mejor que el que era una persona enviada por la Muerte. La chica, en voz baja y a escondidas de la profesora le dijo con una sonrisa:
Jelly- Hola, me llamo Jelly, encantada.
Jake tan sólo hizo un gesto de que la había escuchado y de indiferencia.
Jelly- No me vas a decir nada?
Jake la miró algo serio y le soltó:
Jake- Tienes nombre de caramelo.
Jelly reindo en voz baja- Eres gracioso, me estabas asustando al mirarme asi.
Jake le dijo con una sonrisa intencionada y con un suspiro- Las apariencias engañan. Ya ha timbrado para el recreo.- se levantó y se fue. Jelly se había quedado hablando con Linda a base del típico cotilleo coqueto entre niñas.
Jelly- Oye, que te parece el chico nuevo? Verdad que es mono?
Linda, algo desanimada,obviamente por el fallecimiento de Jake- Si...aunque algo me fastidia...se llama igual que....El...
Jelly- Ai lo se...pero...volviendo al tema, que te apuestas a que me lo ligo?
Linda- Ag, aveces ni se porque sigo hablando contigo...- se levantó mosqueada y se fue.
Jake estaba...bueno, realmente, para ellos, no estaba. No quería que nadie lo molestase, o le hablase, o cualquier cosa asi que estaba inmerso, y sentado en una alta barandilla de las escaleras del interior del insti. Vió a Linda salir de clase, y bajaar las escaleras, pero un grupo de 3 chicos la pararon. No había nadie mas por el pasillo, y Jake se quedó observando y escuchando.
Cristian- Oye Linda, nos acabamos de enterar de que el petardo ese la ha palmado, ya estas libre no?
Linda, con una expresión de asco- Déjame en paz idiota.- se disponía a irse pero el la agarró del brazo, se lo puso en la espalda y le dijo al oído:
Cristian- Que me has llamado?
En ese mismo instante Jake bajó de un salto de la barandilla y empezó a caminar hacia ellos.
Cristian- Y tu de donde coño sales?
Jake, haciendo caso omiso a sui pregunta, habló con total desniterés- Suéltala.
Cristian- O si no que?
Jake- Lo lamentarás.
Cristian- Vaya, eso quiero verlo.
Soltó a Linda y la echó hacia un lado, se acercó a Jake sacando una navaja, sin percatarse de que los ojos de Jake estaban cambiando. Eran de un color amarillo como las mismas llamas del infierno, como algunos réptiles, pero con la pupila aún redonda. Aquellos ojos mostraban una gran furia, ira, y poder dentro de él. Cristian se dispuso a decir algo amenazador pero ni le dio a tiempo a hablar cuando de repente la navaja estalló en sus manos. Se había quedado confundido, y antes de darse cuenta, Jake le puso una mano al cuello y lo lanzó contra una de las paredes. No había hecho casi fuerza y se notaba, pero Cristian había chocado contra la pared sin tocar suelo siquiera. Los otros dos fueron a atacarlo también, Jake los agarró y los tiró contra unas taquillas que estaban como a unos 20 metros de distancia. Se tranquilizó y sus ojos volvieron a ser de aquel azul cristalino. Linda le dijo gracias, pero el sin contestar nada, se marchó a casa, necesitaba una explicación de aquello...''