Muerte- JA JA JA JA. Tú?? Un simple humano que un poco de suerte logró escapar la primera vez antes siquiera de haberse adentrado? Te advierto, el camino no es el mismo...
Jake- El camino no será el problema, el problema lo tendrá Hades.
Muerte- Qué necio eres, morirás antes de decirle ni dos palabras...
Jake- Bueno, qué? Me dirás por dónde tengo que ir o tengo que averiguarlo yo mismo?
Muerte- De acuerdo, suerte.
Y diciendo esto, La Muerte alzó su guadaña y seguidamente la golpeó contra el suelo. La tierra se abrió formando un círculo, y unas escaleras de piedra en forma de caracol aparecieron. Jake empezó a bajar y la tierra se volvió a cerrar. Se detuvo un momento y miró por en medio de las escaleras abajo. Las paredes de piedra tenían un suave tono rojo, pero no conseguía ver el final, el suelo. Lo único que pasó por su mente en aquel momento fue Lizz, ella necesitaba su ayuda. Sin pensárselo se lanzó al vacío. Ya en el aire desplegó las alas y dió una batida para descender aún más rápido. Iva a gran velocidad y empezaba a deslumbrar el suelo. Poco antes de llegar frenó la caída con sus alas, pero aún así el impacto hizó que se levantara un gran polvo que enseguida desapareció. Empezó a caminar lentamente observando lo que delante tenía y se detuvo. Estaba a unos pasos del borde de lo que parecía ser un precipicio. Luego recordó lo que aquello era, el Río Estigia, aunque aquello no parecía agua, sino aire con un toque de color, pero muy transparente. De cuando en vez se podía observar como hombres parecidos a unos renacuajos surcaban el río y se oían sus lamentos. ''Genial, y ahora tengo que esperar al payaso que rema'' pensó Jake.
Caronte- Puedo leer tus pensamientos muchacho, y prefiero dignarme a creer que dices eso tan sólo por los nervios, dado el hecho que has venido a hacer. Como verás estoy informado, y no querrás saber como...
Jake se vio sorprendido, pues no lo vio aparecer ni a él ni a su barca, pensó que debía de haber surgido de las nieblas. No se intimidó, y con razón, dado que la voz de Caronte sonaba a una mezcla de voz de viejo con un hobbit de el señor de los anillos, y por muy zombie que pareciese por fuera, mucho miedo no le daba.
Caronte- Yo estoy muy bien informado...pero por lo que veo tú no tanto. No has traído la moneda que debes pagarme...pero dadas tus necias intenciones tan sólo tendré que hacer contigo un viaje de ida, pues de vuelta no habrá...ja ja ja ja... asi que, sube muchacho.
Jake subió a la barca y Caronte empezó a remar.
Caronte- Sabes? Yo...
Jake- No lo sé ni quiero saberlo, tu trabajo es remar, haz lo tuyo que yo ya me encargaré del mio.
Caronte se disgustó, pero dado que sabía que Hades acabaría pronto con él, se limitó a remar. LLegaron a la otra orilla y Jake se bajó.
Caronte- Suerte muchacho... ja ja ja ja - Y desapareció entre la niebla del Río Estigia.
Jake miró frente de él y vio una puerta roja que era diez veces más grande que él. A los lados había dos minotauros con una especia de lanza como protegiendo la puerta. Jake se empezó a acercar. Su colgante estaba brillando pero él no se daba cuenta. Los minotauros bufaron y se pusieron en posición de ataque decidos a avanzar hacia el. Las espadas de Jake aparecieron en sus manos, pero no parecían las mismas, eran algo más grandes , tenían un aspecto mas rojizo, y entre el mango y el filo tenían enganchadas unas cadenas que iban alrededor de su cuerpo.
Los ojos de Jake cambiaron de color, y lleno de furia lanzó el filo de una espada contra un minotauro cortándole la cabeza, que luego retrocedió hasta el mango mientras en el mismo momento daba media vuelta arrojando el otro filo contra el minotauro que quedaba. En menos de cinco segundos había acabado con ellos. Las espadas desaparecieron y sus ojos volvieron a ser normales.
Jake- Vaya...esto es nuevo.
Caminó hacia la puerta y nada mas rozarla se abrió...
Epílogo:
Jake empezó a bajar y la tierra se volvió a cerrar. La Muerte dio media vuelta y abrió un portal al mundo de Hades.
Muerte- Supongo que ya estás al tanto de la rebeldía del nuevo, verdad?
Hades- Por supuesto, pero hay qué decir que es valiente, necio, pero valiente. No durará ni cinco segundos, pero me apetece ver de qué es capaz con un poco de poder. Puedes ayudarlo un poco si ves que está en apuros para ver hasta dónde es capaz de llegar, yo también le dejaré un poco de margen, ja ja ja.
Muerte- Muy bien.