Capítulo 16.

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—¿Se puede saber qué es esto? —Draco salió de los vestuarios y empujó con todas sus fuerzas a Oliver.

Se limitó a contestar, era el más grande de los presentes y no se pondría a su altura.

—¿Y vos? —me señaló con el dedo. —¿Acaso ya tenés un nuevo mejor amigo y hacen viajes en escoba?

—Draco, te estás confundiendo. —intenté acercarme a él pero me tiró al piso de un empujón.

—No la toques. —Oliver se paró en frente mío.

—Das asco, ____. No quiero verte nunca más. —salió a paso acelerado y le pegó un puñetazo a la pared.

Las lágrimas comenzaron a asomarse por mis ojos, Oliver ayudó a levantarme y limpió mis mejillas húmedas.

—Ven, te acompaño al castillo. —pasó su brazo por encima de mis hombros e intentó animarme todo el camino.

Apenas llegué, me despedí de él y corrí hacia mi habitación. En la sala común se encontraban Blaise, Goyle y Draco.

—Hey, chiquita. Ven con nosotros. —ignoré los llamados de Blaise y subí rápidamente.

—¿Y a ésta que le pasa? —miró a Draco. —¿Qué es lo que hiciste? —golpeó su hombro.

—Peleamos. —escondió su rostro entre sus manos. —Y arruiné su cita.

Goyle suspiró y se levantó de su asiento, haciendole señas a Blaise para dejarlo solo en sus pensamientos.

Zabini palmeo un par de veces a Draco en el hombro y ambos amigos se encaminaron al Gran Comedor.

(****)

Narra Draco:

Corrí con todas mis fuerzas hacia los vestuarios del equipo pero ya era tarde. Ambos bajaron de la escoba, ____ se veía tan feliz. Un sentimiento de odio brotó por mi cuerpo y explotó al verlo rozar sus labios.

Mis malas intenciones invadieron mi mente, no era consciente de mis acciones. Me di cuenta de eso cuando la vi tirada en el suelo con lágrimas en los ojos, había sido yo el culpable de eso. Decidí escapar de aquel maldito lugar.

No pensé volver a verla hasta que entró por la sala común y escapó hacia su habitación. Tomé mis cosas y me dirigí a clases, teníamos con ese tal Remus Lupin, clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.

—Llega tarde señorita (ta). —dijo el profesor mirando a _____.

—Lo siento. —se paró junto a Hermione y ésta le dio la mano.

Sus ojos estaba enrojecidos e hinchados por el llanto. Solo quería abrazarla y pedirle disculpas por ser un imbécil.

—Hoy veremos un nuevo hechizo. —comenzó diciendo Lupin. —¿Alguien sabe qué es un Boggart?

—Un ser de forma cambiante capaz de transformarse en la imagen de lo que más teme su espectador. —dijo alguien desde el fondo.

—Así es, con el hechizo Riddikulus podrán defenderse y la criatura tomará un aspecto gracioso. —todos soltaron un sonido de interés.

Comenzaron a pasar los alumnos hasta que llego el turno de _____, no se la notaba nada bien.

Narra _____:

Mis manos temblaban y aún no me había respuesto de lo pasado hace unas horas. El profesor se acercó sigilosamente al ropero, dándole paso a mi Boggart.

Una mano se tomó del marco de la puerta y su rostro salió a la luz. Era Draco.

Vestía un traje completamente negro de pies a cabeza, su mirada se encontraba perdida con un toque extra de brillo en sus ojos, colocó su varita en mi garganta y dijo:

"Das asco, ojalá nunca te hubiera conocido. Todo este tiempo perdido en una amistad como la tuya, hazme un favor y déjame tranquilo. No quiero verte nunca más".

Con ambas manos el Boggart me empujó hacia el suelo, mi nariz comenzó a sangrar debido al impacto de mi cabeza. El profesor se paró en frente mío y lo detuvo. Solo pude ponerme de pie y correr con todas mis fuerzas para encerrarme en mi habitación.

(****)

Han pasado unos cuantos días, he gastado mis faltas anuales. Blaise se encargó de dejarme en la puerta un poco de comida y dulces todo éste tiempo. Her pasaba largas horas en mi habitación acariciando mi cabello mientras estudiaba.

Tengo que salir, debo ir a clases. Tomé un largo baño y una vez lista, salí por aquella puerta. La sala común se encontraba medianamente vacía, Draco estudiaba en una de las mesas. Decidí ignorarlo como todas las veces que me vino a pedir que salga, no estoy lista para hablar.

(****)

—¿Vamos? —Her tomó mi mano.

—Vamos.

Íbamos camino a Hogsmeade, quería despejar la mente y de paso comprar los obsequios de navidad para mis amigos.

—Chicas, ¡esperen! —los gemelos Weasley nos detuvieron. —¿Saben dónde está Harry? debemos darle algo. —escondieron a sus espaldas lo que parecía ser un papel enorme y viejo.

—No tiene la autorización, supongo que está en la sala común. —dijo Her.

—De acuerdo, gracias. —me miraron cautelosamente y se fueron.

Pasamos toda la tarde tomando chocolate caliente y comprando regalos.

—¿Le comprarás algo a Draco? —no habíamos hablado de él desde aquel día.

—Tengo que, siempre nos damos regalos. —respondí.

—Y, ¿cómo estás con eso?

—Es la pesadilla de todas mis noches. —la miré triste por debajo de la bufanda.

—Tendrán que arreglarse tarde o temprano. —asentí y entramos a una tienda.

Con unas cuentas bolsas en nuestras manos, volvimos hacia el castillo. En la puerta se encontraba Oliver, esperándome.

—Los dejo solos, te veo luego ____. —Her guiñó un ojo y entró.

Oliver deslizó mi bufanda hacia abajo, dejando en evidencia mi nariz y mejillas rojas por el frío.

—¿Cómo estás? —acarició una de ellas. —Me tenías preocupado.

Simplemente lo abracé y me contuvo de esta forma unos cuantos minutos.

—No sé como estoy. —tragué saliva. —Es todo muy extraño.

—Lo sé, ____. Pero vine para decirte que, si necesitas un hombro en cual apoyarte, aquí estoy. —besó mi frente. —Me importas demasiado.

—Entonces, ¿puedo contar con vos en lo que sea? —tomé su mano.

—Claro, es más, podemos ser amigos si así lo deseas. —volvió a colocarme la bufanda alrededor de mi cuello.

Acomodé su cabello con mis dedos entumecidos por el frío y le di un corto beso en los labios.

—Para que no te olvides de mí. —comencé a reír. —Ahora sí podemos ser amigos. —revoleó los ojos y rió también.

yuanfen, draco malfoy y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora