Comenzó con un beso (¿Como termino así?)

Negación

Los pies de Calle están pegados al piso, congelados en su lugar. Ella mira a su madre sin comprender. Ver a la mujer después de evitarla activamente se siente como saltar en una piscina de agua helada. Mafe Soto cruza el umbral y Poche cierra la puerta tras ella con una expresión atónita en su rostro. El pitido de un temporizador en la cocina saca a Calle de su trance.

—Tengo algo en la estufa, dame un minuto—, murmura y corre hacia la cocina. Su cuerpo está en piloto automático mientras raspa la comida en el plato y vierte una taza de café negro. Sale de la cocina y ve que su madre se ha puesto cómoda en el sofá y Poche está de pie protectora junto a la puerta de la cocina.

—María José si no te importa, ¿Podrías darnos a Daniela y a mí un momento a solas? — Su madre rompe el silencio después de una intensa pelea de miradas.

Poche mira a Calle como si le preguntara si está bien si la dejan sola con su madre. La castaña respira hondo y asiente con la cabeza a la chica. Poche asiente y luego se acerca a Calle, agarrando el plato de comida y la taza de café de sus manos. Se estira de puntillas y presiona un casto beso en la mejilla de la chica más alta. Poche se aleja y le da a Mafe una sonrisa satisfecha mientras observa la interacción.

—Gracias por el desayuno, bebé. Comeré en nuestra habitación—.

La castaña la mira salir de la habitación con asombro. No aparta la mirada de la figura en retirada de Poche hasta que su madre se aclara la garganta. Calle niega con la cabeza y se sienta en el extremo opuesto del sofá; su postura es rígida y, incómoda, le echa un vistazo a su madre quien la mira con una expresión indescifrable hasta que Calle mira su regazo.

—Me has estado ignorando—, afirma Mafe. Calle continúa mirando su regazo y asiente con la cabeza. Su madre continúa: —Y a tu padre y a mi publicista. Solo queremos hablar contigo, Daniela—.

La castaña pone los ojos casi fuera de su cabeza, —Estoy segura de que sí. Tu correo de voz sonaba como si estuvieras bastante interesada y feliz por mí —, Calle se sorprende al oír el sarcasmo que arroja con ira.

—¿Por qué sería feliz por una relación que es falsa? —.

Cuando esas palabras llegan a sus oídos, su corazón se detiene en su pecho y toda la sangre sale de su rostro. Calle se siente atrapada y avergonzada, solo por un momento antes de que su codificación genética para actuar intervenga. Mira a su madre con una expresión facial que con suerte parece confundida, —¿De qué estás hablando? Poche es mi novia, mamá. No hay nada falso al respecto—.

—Todo es muy conveniente. Ustedes hacen publica su relación después de que salieras enojada de esa cena y he visto el video, cualquiera con ojos puede decir que la besaste solo para quitarte a las cámaras, no porque estén saliendo—, afirma Mafe fácilmente. —Y si Marta Garzón no estuviera tan decidida a tratar de ser una madre genial y familiar últimamente, ella también podría ver esto—.

La castaña siente que su corazón se hunde más y más en su pecho mientras su madre habla. Su madre dio en el clavo, pero luchará tratando de hacer que parezca que su madre está totalmente fuera de lugar. Calle decide tener una respuesta enojada y apasionada, ya que parece apropiado para el escenario si Poche era realmente su novia.

—¿Cómo te atreves? — Ella escupe con disgusto. —Ella es mi novia; no te atrevas a decir mentiras sobre mi relación solo porque no apoyas que salga con una chica—.

Mafe agita una mano desdeñosa, —No lo conviertas en eso—.

—¿No?, eso es exactamente, mamá. Te enferma pensar que tu única hija es lesbiana y ahora estás en la negación, diciendo que mi relación es una mentira, para tratar de desacreditar mi felicidad—. Su cara está carmesí y deja escapar un suspiro de enojo. Tal vez, no son todas las habilidades de actuación las que hacen que su argumento sea tan apasionado, pero finalmente está liberando toda la ira que tiene por su madre.